La creación de la Universidad Autónoma de Entre Ríos (UADER) en el año 2000, surgió como respuesta a los desafíos que interpelan la vida social, económica, política y cultural de la comunidad entrerriana – dice la página oficial de la universidad -.
Mediante la Ley de Creación de la Universidad Autónoma de Entre Ríos (UADER) Nº 9.250 –sancionada el 8 de junio de 2000– se dispuso la transferencia de más de veinte Institutos Superiores, Institutos de Enseñanza Superior, Escuelas de Nivel Medio y Superior, Escuelas Superiores, Colegios Superiores y otras instituciones, para conformar la Estructura Académica de la naciente Universidad, inicialmente con 5 Facultades y que desde 2004 comprende 4:
– Humanidades, Artes y Ciencias Sociales
– Ciencia y Tecnología
– Ciencias de la Gestión
– Ciencias de la Vida y la Salud
La transferencia incluyó la planta docente y administrativa, como así también los recursos presupuestarios, dando por resultado una composición heterogénea de la naciente Universidad, con identidades propias reconocidas y diferenciadas, lo cual conllevó apoyos y resistencias frente a ese nuevo escenario de disputa de intereses académicos en el territorio provincial.
En 2001, el Poder Ejecutivo Nacional otorgó reconocimiento nacional a la UADER, sujeto al cumplimiento de un Plan de Reconversión Institucional y Académica, el cual se dio por finalizado en 2008 y constituyó el afianzamiento como casa de altos estudios de carácter público. También en 2001 se aprobó el Estatuto Académico Provisorio, a partir del cual se ha consolidado una estructura propia para el funcionamiento general.
A partir de 2002, se constituyeron órganos consultivos para avanzar en el proceso de normalización (Consejos Consultivos en las Facultades y Consejo Superior Provisorio), con límites en sus competencias pero con el espíritu de legalizar su funcionamiento y dar cabida a un debate amplio y propio del hacer democrático en el ámbito universitario. Esta etapa de la Universidad estuvo marcada por dificultades propias del contexto de crisis social y económica tanto provincial como nacional.
Hasta 2007 se puso énfasis en lograr la validez nacional de los títulos, afianzar el dictado de las carreras, continuar con la reconversión docente y generar otras propuestas en consonancia con las demandas sociales. Además, la investigación pudo iniciarse de manera sistemática a partir de aprobarse las reglamentaciones pertinentes. Y puntualmente a mediados de 2007, se atravesó un período crítico en torno a la implementación de una normativa para concursos ordinarios de profesores, llevando a algunos sectores de la comunidad universitaria a tomar la sede del Rectorado en señal de protesta. Ese conflicto pudo ser superado con la intervención de la Secretaría de Políticas Universitarias de la Nación.
A partir de 2008, con el inicio de una nueva gestión, se hizo hincapié en la voluntad política de avanzar en la concreción de los llamados a concursos ordinarios, para dejar de lado definitivamente el grado de conflictividad vivido y procurar nuevos logros en pos de la normalización institucional. En ese sentido, se sumaron metas vinculadas a consolidar la identidad de la Universidad, garantizando con responsabilidad la calidad de la educación y revalorizando la formación docente; e integrándose plenamente al sistema universitario argentino a partir de la activa participación de los claustros en convocatorias, proyectos, redes y otros ámbitos nacionales.
El 21 de diciembre de 2012 se llevó a cabo la primer Asamblea Universitaria, cuyo motivo fue la elección del Rector y Vicerrector mediante el voto de los Decanos y de los representantes de los claustros, quienes previamente habían sido elegidos.
Ese hito marcó el inicio de una nueva etapa institucional, que hoy se transita, donde el diálogo y el trabajo constante en pos de superar las dificultades, son las premisas centrales.