Rogelio Frigerio asumió esta tarde como gobernador de la provincia de Entre Ríos y brindó un discurso en el que planteó un sendero de austeridad fiscal en las cuentas públicas, una fuerte rebaja del gasto político y un paquete de leyes que enviará a la Legislatura para modernizar y transparentar el Estado.
Frigerio prestó juramento en la Cámara Baja de la Casa de Gobierno de Paraná, la capital provincial, y brindó su primer discurso como gobernador ante la Asamblea Legislativa: “Hoy empezamos juntos una nueva etapa en la provincia de Entre Ríos. Todos los que estamos hoy en esta Casa tenemos una gran responsabilidad por delante. Nunca antes en nuestra historia hubo un quiebre tan grande entre la dirigencia política y la sociedad. Y no me refiero sólo a nuestra provincia, sino a todo el país”.
“El contrato moral de la política con la sociedad se destruyó porque durante años hubo políticos que estuvieron más ocupados en sostener sus privilegios que en trabajar para resolver los problemas de la gente. Hablaron más de lo que hicieron y destruyeron el valor de la palabra. Viven a espaldas de la sociedad, sin rendir cuentas, e incluso -en algunos casos- mintiendo y robando los recursos de todos los argentinos. En esta misma Legislatura sabemos muy bien de qué estoy hablando”, afirmó.
En ese sentido, expresó: “La política rompió el contrato moral con la gente por creer que ganar una elección implicaba la puerta de entrada a un mundo de privilegios. Cuando, en realidad, ganar una elección es la puerta de entrada a un mundo de enormes posibilidades”.
“Responsabilidades que deberían quitarnos el sueño por su complejidad y que nos deberían obligar a manejar el Estado con una austeridad nunca antes vista. La misma austeridad con la que vive el pueblo argentino desde hace ya demasiado tiempo. Por eso quiero convocarlos a la acción”, indicó.
“Tenemos que entender que llegó el momento de hacer las cosas de otra manera. Vamos a terminar con el nepotismo, los acomodos y los beneficios para los amigos y familiares del poder -dijo Frigerio-. Vamos a prohibir que los funcionarios cobren más de un sueldo que de la Administración Pública, independientemente de los roles que asuman”.
Al respecto, el flamante gobernador aseguró que “hoy hay un desorden total en la estructura de salarios de los cargos políticos de los entes descentralizados” y que “no hay más margen para seguir despilfarrando recursos que podrían ser destinados a otros fines más importantes”.
De esta manera, introdujo un mensaje de austeridad para la dirigencia política: “Empieza una Entre Ríos donde se va a revisar cada peso gastado para que sea invertido en mejorar la vida de los ciudadanos. Se terminan los gastos reservados, los presupuestos millonarios para los funcionarios, los autos oficiales usados para cuestiones personales y otros lujos que pagamos todos con nuestros impuestos. Vamos a destinar los vehículos oficiales que hoy son de uso personal para las fuerzas de seguridad. Y vamos a tener un sistema de rastreo para que todos sepamos dónde están los autos y que se usen únicamente para las tareas que fueron asignados”.
“También vamos a impulsar la sanción de una Ley de Ética Pública para que los entrerrianos conozcan la declaración jurada de los funcionarios y todos podamos ver la trayectoria y el patrimonio de quienes administran nuestros recursos. Cualquier vecino va a poder ver con cuánto entra cada funcionario y con cuánto se va”, anticipó.
Dentro del paquete de medidas que impulsará su gobierno, destacó un proyecto para que “en la próxima elección provincial votemos con Boleta Única, ahorrándoles miles de millones de pesos a los contribuyentes, sin necesidad de contar con miles de fiscales por cada agrupación política y generando un sistema más ágil y transparente”.
“Quiero invitar a todos los servidores públicos aquí presentes, tanto a los legisladores como a los intendentes, a sumarse a todas las medidas que vamos a implementar desde el Ejecutivo provincial vinculadas al recorte del gasto público, a la transparencia y a la modernización”, expresó.
“Lo que sucedió hace unos años con algunos miembros de esta Casa fue escandaloso. Una de las causas provinciales de corrupción más obscenas de la historia del país. Y, aun así, la política decidió mirar para otro lado. Más allá del curso de la causa en la Justicia, hay cosas que sí dependen de nosotros. Y en este caso ni siquiera se revisó el presupuesto asignado a la Legislatura provincial, incluso cuando es un hecho probado por la Justicia que existieron cuantiosos recursos que, lejos de contribuir a un mejor accionar de la Legislatura, terminaron en los bolsillos de unos delincuentes”, aseveró.
“Con este antecedente -continuó Frigerio-, no podemos dejar de impulsar una reducción en la planta de asesores. Discutamos con sinceridad cuántos colaboradores realmente necesita un legislador para hacer bien su trabajo. Además, la distribución tiene que ser equitativa. ¿Por qué un senador o un diputado del oficialismo tiene más contratos que uno de la oposición? Cada uno tiene que tener los contratos que se necesiten para funcionar bien”.
“No podemos despilfarrar los recursos de todos en una provincia donde más de la mitad de los niños es pobre, donde el 75 por ciento de los hospitales que tenemos funcionan sólo como centros de salud, donde la Policía anda con los chalecos antibalas vencidos y no tiene nafta para los patrulleros, donde nuestras rutas y caminos están en tan mal estado que 174 argentinos murieron en siniestros viales en el último año. Nuestras prioridades tienen que ser las mismas que las de la gente”, detalló.
“La posibilidad de resolver estos problemas está en nuestras manos. La posibilidad de transformar Entre Ríos está en nuestras manos. Cuento con ustedes. Tenemos que estar a la altura de la dirigencia que merece nuestro querido pueblo entrerriano. Como les dije, hoy empezamos una nueva etapa en Entre Ríos, y quiero que todos seamos parte de esta gesta”, concluyó.
Finalizado el discurso y la jura de los nuevos ministros del gabinete, el gobernador Frigerio se dirigió a la explanada de la Casa de Gobierno, acompañado por su esposa, sus dos hijos, su madre y su padre, y brindó un breve discurso ante la ciudadanía entrerriana que se hizo presente en el acto de asunción de las nuevas autoridades.
“Los entrerrianos queremos volver a confiar en quienes nos gobiernan. Queremos volver a creer. Por eso voy a ser completamente sincero: la situación por la que estamos atravesando es muy delicada”, afirmó.
“A nivel nacional, ya lo describió el Presidente entrante de manera clara y contundente, ‘no hay más plata’ para subsidios ni para obras, y eso obviamente repercute en todas las provincias del país: en la boleta de luz, en el transporte, en la política de viviendas, en la obra pública en general y en los fondos destinados a la educación”, planteó.
Por esos motivos, afirmó: “Vamos a tener que acompañar el norte que marcó el Presidente, volcar nuestro esfuerzo en ordenar las cuentas provinciales y construir un gobierno eficiente y austero en un contexto provincial que ya de por sí es complejo. Ustedes me confiaron la responsabilidad de ser el gobernador de nuestra provincia, y nunca les voy a mentir: estamos recibiendo una provincia sin plata y endeudada”.
“Gracias a las gestiones que logramos hacer a último momento, sin siquiera haber asumido formalmente, logramos recuperar parte de lo que las provincias le cedieron al gobierno nacional, tras la reforma del Impuesto a las Ganancias e IVA anunciada en septiembre en el marco de la campaña electoral”, explicó.
De esta manera, anticipó: “Esta realidad nos obliga igualmente a tomar deuda de corto plazo por aproximadamente 30.000 millones de pesos para pagar los sueldos de la administración pública de diciembre en tiempo y forma. Esta no es la única deuda que tiene la provincia: en lo que respecta a la obra pública, se estima que se les debe a los contratistas más de 20.000 millones de pesos entre redeterminación de precios, obras paradas y juicios”.
“También nos faltan 17 millones de dólares para cubrir el vencimiento de deuda en dólares que tenemos en febrero. No estoy buscando excusas ni señalando culpables, mirar para atrás sólo tiene que servir para tomar mejores decisiones y no cometer los mismos errores, no para deslindarse de responsabilidades. Estamos acá para resolver los problemas de la gente”, concluyó.
Estuvieron presentes los gobernadores de Santa Fe, Maximiliano Pullaro, y de Corrientes, Gustavo Valdés; además de los diputados nacionales Diego Santilli, Emilio Monzó, Pedro Galimberti, Atilio Benedetti, Francisco Morchio y Marcela Antola; los senadores nacionales Alfredo De Angeli, Stella Olalla y Edgardo Kueider; los ex gobernadores de Entre Ríos Gustavo Bordet y Mario Moine; y la intendenta de Paraná, Rosario Romero, entre otros.