Gustavo Bordet está en una frecuencia que no es habitual. Se lo escucha molesto. Y sorprende con declaraciones que no se esperan por su perfil. El ex gobernador le apuntó a un sector del Poder Judicial, que prefirió no ponerle nombre y apellido, pero que con facilidad se puede advertir de quienes hablan. Fue denunciado por enriquecimiento ilícito y, en los últimos días, apareció una denuncia que calificó de “descabellada” por la venta de un terreno. La misma circula por algunos sectores minoritarios de la política. A continuación, la denuncia contra el diputado nacional, el denunciante, el fiscal a cargo y el contexto:
-¿Cómo está su situación judicial?
-Aparecieron cosas raras, propio de cuando a uno lo ven como una amenaza electoral, que no es tal, porque no puedo ser gobernador. Pero evidentemente les preocupa igual. Un sector de la Justicia está jugando un partido, que ya sabemos como lo hace y las formas de operar.
-¿Lo dice por la causa en sí o hay otra cosa?
-Yo fui dos años y medio ministro de Acción Social y Salud, fui 8 años intendente de Concordia, 8 años gobernador y no hay un solo expediente que haya pasado por mis manos; desde contrataciones, licitaciones, firma de convenios, hasta acuerdos de negociación de deudas; que haya sido sospechado de un acto de corrupción. A dos meses de dejar de ser gobernador me abrieron una causa por enriquecimiento ilícito basada en una declaración jurada que yo mismo presenté en la Cámara de Diputados (de la Nación). Se dijeron un montón de cosas que eran falsas. Que tenía dos millones de dólares, que tenía una propiedad en Rosario que no había declarado. Me investigaron 16 años para atrás. A mí, a mi mujer, mis tres hijas y a la madre de primer hija, con la que no tengo relación hace 25 años. Yo, por mi parte, me callé la boca y busqué toda la documentación y la aporté. Me investigaron las tarjetas de crédito, las casas que alquilaba mi hija por las dudas que fueran de mi propiedad y que no eran. Presenté un informe con un auditor contable que es síndico del banco Macro, de reconocida reputación, y demostré toda mi evolución patrimonial de 16 años para acá. No apareció nada y no encontraron nada raro. Todo ha sido fruto de mi trabajo y herencia, primero de mi madre que falleció en el año 2000; y luego de mi padre, que falleció en el año 2022. No tenemos autos de alta gama, a mi me gusta la pesca y no tengo un kayak para ir a pescar. No tengo motos de alta cilindrada. Todo lo que se ha hecho es para someterme al escarnio por la denuncia de un tipo que es militante de Juntos por el Cambio. Ahora me hacen otra denuncia a través de un prestanombre, que es insolvente, donde dice que yo compré un terreno vinculado con la causa “contratos” (truchos, que se investiga en la Legislatura). Ese terreno lo compré en el año 2011 y en 2016 lo vendí. Se montó una fábula.
-¿Hay sectores de la política en esto que usted tipifica como persecusión?
-No me consta. Ahora si me tengo que preguntar ¿por qué este ensañamiento? Pareciera que con algunos dirigentes sí y otros no. No hay algo lineal. Lo que sí es lineal, y parece ser una doctrina, es que alguien te denuncia en una página y automáticamente se opera la apertura de una causa. Esto ya es, en algunos casos, una doctrina. Ahora sacan una denuncia descabellada que no tiene ningún asidero. La pregunta es: ¿qué viene después? Uno piensa que estas cosas, que avala un sector de la Justicia, aparecen cuando ejerzo la oposición. ¿Qué seguridad jurídica tiene uno? Uno se siente en un estado de indefensión. No se va a demostrar nada, como no se pudo demostrar un enriquecimiento ilícito. Eso sí, me someten al escarnio a mí y a mí familia. A esta altura, después de haber sido gobernador de la provincia, no voy a permitir que la Justicia juegue la peor versión de la política. No estoy dispuesto a someterme a la extorsión. No sé si es por encono político, revancha, vendetta o cosas del Gobierno que le molestan.
-Contaba que presentó un informe, seguramente lo que en su momento anunció sobre el patrimonio. ¿Qué sucedió con eso, qué determinó?
-Exactamente. Se llama estado de evolución patrimonial y se hace en base a normas que establece el Consejo de Ciencias Económicas y está certificado por un auditor que está matriculado. Analiza el ingreso y salida de bienes al patrimonio y de qué manera se hizo.
-¿Ve una persecución de algún funcionario concreto del Poder Judicial?
-Siempre fui respetuoso de la Justicia y nunca judicialicé la política, pero acá es evidente que hay una politización de la Justicia. Esta nueva denuncia, que fue en Paraná, parece ya un modus operandi para someterme al escarnio. La hizo una persona que desconozco, y por lo que sé, la enviaron a Concordia. En cuatro meses metieron dos denuncias. Espero que esta segunda no la tomen en serio, porque ya sería un disparate.
-¿Atribuye, a esta segunda denuncia, al incipiente escenario electoral?
-Dos más dos es cuatro. Un año electoral en el que no tengo interés de ser candidato a nada. Fui el gobernador de la provincia, habiendo nacido y vivido acá. Es el honor más alto. Además creo que en el peronismo hay dirigentes muy capaces de poder llevar adelante una buena propuesta electoral, como Rosario Romero; José Eduardo Lauritto; (Adán) Bahl, que hizo una buena gestión; gente joven como Gustavo Bastián; emergentes como Guillermo Michel; Laura Stratta, que me ha acompañado como vicegobernadora; Adrián Fuertes. Podría nombrar muchos más. Hay una camada que viene con ideas nuevas. También voy a estar si el Gobierno me convoca y quiere mi opinión. Lo que no voy a permitir es que se haga política con un sector de la Justicia.
-¿Qué relación tiene con el Gobierno?
-Tengo una relación respetuosa. Hace como tres meses que no hablo con el Gobernador. De manera casual hablo con algún funcionario, pero no tengo, para nada, una cercanía con el Gobierno. Soy crítico, nada más, que es en definitiva el lugar de opositor que tengo. Se pasaron 8 meses con créditos a productores. Muchachos, es hora que arranquen y empiecen a gobernar. Las obras con fondos provinciales las paralizaron.
-¿Cómo ves el Gobierno?
-Echan la culpa de todo a mi gestión y no se hacen cargo de nada. Entiendo que hay un contexto nacional de profunda complejidad respecto a los recursos que le corresponden a las provincias. Claro que lo entiendo. Ahora, cuesta digerir que haya un alineamiento absoluto con el presidente Javier Milei.
-Las soluciones para la gente de a pie parecen no estar cerca. ¿Tenés esa idea o ves un posible repunte a corto plazo?
-Veo un segundo semestre muy difícil. No ha cambiado nada. Se festeja la baja de inflación a un cuatro por ciento mensual cuando es la misma que la de octubre del año pasado. Hay una concepción puramente monetarista. No tenemos acceso a los mercados internacionales para obtener créditos, tenemos tensiones con el Fondo Monetario Internacional y, encima, sectores que esperan una devaluación ante la brecha cambiaria que llega hasta el 60 por ciento no quieren liquidar producción. El panorama es muy complejo. Pero ese es un problema; el otro, gravísimo, es la micro. Estamos igual que el año pasado pero con una recesión brutal y con entrerrianos recibiendo factura de la luz por las nubes, con despidos en la construcción.
-¿Por qué el Presidente tiene respaldo social y varios sectores, e incluso hasta gremiales, se muestran demasiado tolerantes?
-En primer lugar por errores nuestros. No estuvimos a la altura de las circunstancias. En 2015 fracasó el gobierno de Mauricio Macri y en el 2019 el de Alberto Fernrández. Bueno, hay una esperanza, que yo creo que difícilmente se pueda concretar. Por otro lado, no estoy para cuestionar el accionar gremial.
-¿Qué está mirando en la escena nacional, en el peronismo?
-Veo muy confuso ese panorama. Estoy enfocado en construir un peronismo a la entrerriana. Cuando vemos que desde Buenos Aires digitan los candidatos en la provincia, y lo digo como autocrítica por haber estado en la mesa de decisiones, si no hacemos algo nuevo para defender los intereses de la provincia, va a ser muy difícil.
-¿Kueider?
–Me lo pueden endosar, como a otras cosas, pero yo no soy responsable por los actos que cada uno toma. En este caso hubo cosas que no me gustaron y lo expresé. Sí estoy para la autocrítica, pero no creo que la autoflagelación sea buena.
-¿Tiene que haber internas el año que viene?. ¿Hay condiciones?
-Sin dudas. El sistema de internas obligatorias tiene que seguir siendo así. Tiene que haber boleta única de papel y que cada candidato juegue con lo que tiene y no colgarse del saco de nadie. A mí se me colgaron varios y la película no terminó bien.
-Viene repitiendo que no le interesa una candidatura. ¿Eso hace que debamos descartarla?
-Hablar de elecciones a más de un año, con todos los problemas que hay y la persecución a la que estoy sometido, hace que no lo esté pensando.
Fuente: Página Política
Por: Federico Malvasio