El empresario dio cuenta de cómo atraviesa la pandemia Johnson Acero. En esa línea, planteó la necesidad de generar políticas para resguardar “la vida de las empresas”
El gerente general de Johnson Acero, Antonio Caramagna, contó cómo está trabajando la empresa multinacional de origen local en el marco de la pandemia. Al respecto, en diálogo con radio Costa Paraná, dijo que la fábrica de muebles para cocinas está en actividad plena, pero lamentó lo que consideró un cíclico problema de falta de política de incentivo. “La Argentina no tiene apoyo financiero para que las empresas puedan desarrollarse”, sostuvo.
“Somos como el pescado vivo, siempre vamos contra la corriente”, se jactó Caramagna respecto de la política empresarial, tras lo cual afirmó que la empresa se financia con recursos genuinos. “Eso -completó el entrevistado- hace que frente a la constante de crisis a la que el país nos tiene acostumbrados, no ha obligado a tener un espejo para para mirarnos hacia adentro. Esa ha sido una de las claves del tema”.
Caramagna afirmó que “a la Argentina le gustan los mercados cerrados. No se afecta a la competencia, y eso nos lleva a mirarnos, ver y trabajar para aplicar políticas en desarrollos, lo que significa inversión, capacitación, profundización de estrategias, desarrollo con agregado de valor y salir de lo primario”.
Luego de apuntar que la firma tiene 55 años de historia empresarial, el entrevistado afirmó que se han manejado “siempre con la vista clara de que pasos a dar, que deben ser sólidos, con recursos genuinos y por eso son pasos cortitos, porque la Argentina no tiene apoyo financiero para que las empresas puedan desarrollarse. Por todo eso la empresa ha ganado un lugar, apoyado en valores. Y además se trabaja en la formación en equipo de conducción que apunten a la renovación generacional”, agregó.
Contó que dentro de la institución han trabajado en “la red de los veinteañeros y treintañeros, de raíz familiar que tiene el mismo hilo conductor y fundacional, y así van llegando a la conducción”.
Pandemia
En el programa “Para empezar”, se le preguntó al gerente de la firma entrerriana y extitular de la Unión Industrial de Entre Ríos cómo ve este momento de pandemia en relación a la actividad empresaria. “Es un momento muy complejo y difícil, con un condimento especial que es la pandemia que ha tenido efectos devastadores. Uno -consideró Caramagna- desde el principio opinaba que una situación semejante debía derivar en acciones y programas que defiendan las dos vidas: primero la vida humana y segundo la vida de las empresas. Porque la vida de las empresas también son condicionantes para la salud integral de la Nación. La generación de trabajo es algo fundamental y que permiten a las personas llevar adelante sus proyectos de vida”.
Afirmó que “el sector comercial ha sufrido mucho” y amplió al respecto: “en la parte industrial depende de qué rubro, la construcción ha tenido una especie de viento de colas que hizo soportar estos tiempos. Dentro de esa realidad el asunto es cómo vamos trabajando”.
“En nuestro caso -continuó- hemos querido sostener la dinámica, manteniendo la calidad, el cumplimiento, el valor del servicio en vinculación con el mercado. Todo eso nos sometió a esfuerzos importantes, porque el coronavirus no exigió estrategias de producción realmente complejas por la falta de personal en planta”.
Aseguró que en Johnson Aceros “estamos con actividad plena y lo digo con gran satisfacción. La dinámica de producción que tenemos hace que contemos con un colchón de demanda bastante interesante”.
En la entrevista con la radio de la ciudad, el empresario fue consultado sobre el concepto de sinergia entre los sectores público y privado. Frente a la pregunta, el entrevistado consideró que “el empresariado viene desenvolviéndose entre lo deseable y lo posible, pero cuando queremos bajar lo deseable a lo concreto nos encontramos con dificultades. Por ejemplo -continuó- tener una ley de desarrollo industrial, tener buenos parques industriales y cosas que han quedado en intentos y con dificultades para que se concreten proyectos”.
“Si tenemos una mirada un poco más amplia, los gobiernos, en un país deficitario como Argentina, ven cómo administran los escasos recursos y una característica es que los recursos se van destinados a acrecentar el déficit fiscal porque tenemos un estado empleador”, opinó, tras lo cual amplió al decir que “si hablamos con la realidad en la mano, vemos que todos han sido intentos que quedan en declaraciones e imposibles de concretar”.
“Ninguna empresa en la argentina puede desarrollarse teniendo la expectativa de financiamiento bancario. En Argentina es una constante, no es de este gobierno, sino de siempre”, sostuvo.
Cuando se le preguntó su visión de las entidades empresarias entrerrianas, Caramagna respondió que “deberían ser los puntos fuertes de la sociedad argentina, pero son deficitarias en esa materia. Necesitamos instituciones descomprometidas con los poderes políticos y en defensa de sus propios objetivos y en defensa del bien comunitario y no de los bienes personales. Hemos trabajado mucho, desde la Unión Industrial, y los resultados han sido positivos dentro de un marco no sencillo. Y por otro lado, la prédica nuestra ha sido sobre participación, y el empresariado no tiene vocación de participación”, remató.