Según trascendió, el tipo de cambio al cual se va a liquidar este monto aún no está definido: el dólar para exportadores se sitúa actualmente en torno a $600 y ese sería el piso.
De concretarse, éstos serían los únicos dólares “frescos” con los que contaría el nuevo Gobierno al inicio de su gestión, ya que el financiamiento externo -incluidos desembolsos del FMI- no llegará en el corto plazo.
En este marco, el economista Fernando Marull indicó al matutino El Cronista que “un dólar oficial bajo requiere sí o sí seguir con el cepo cambiario y puede llevar a que el Banco Central no compre reservas genuinamente. Esto implicaría un riesgo para el programa de estabilización. Si bien se puede apuntalar si se consigue financiamiento por US$ 10.000 millones a US$ 15.000 millones, si sigue la sensación de dólar barato, es una pata que arranca débil”.
“La semana pasada nosotros proyectábamos un nivel de $800 de oficial y una brecha menor, cercana a 25%. En cambio, el plan de Caputo apuntaría a $650 al inicio. Eso implicaría convivir con más brecha y con un Banco Central al que le costará comprar”, evaluó el analista.