Las comisiones de Energía y Combustibles y de Agricultura y Ganadería de la Cámara de Diputados nacional comenzaron a debatir la posible modificación de la Ley de Biocombustibles. En ese marco, expusieron expertos en la materia, quienes observaron favorablemente esta serie de cambios, como ahorros en importación y cuidado del medio ambiente, supo AIM.
La iniciativa, a la que tuvo acceso AIM, busca imponer como objetivos aumentar la mezcla inmediata de bioetanol en naftas del 12 por ciento actual al 15 y la de biodiésel en gasoil del cinco por ciento actual al 20.
Las partes que impulsan el proyecto destacaron que se trata de una iniciativa que elimina cupos de abastecimiento otorgados por el Estado a las empresas productoras, desregula el sistema de fijación de precio por el Estado y genera competencia entre privados mediante licitaciones.
También fija un tope al precio para mayor competitividad y establece un aumento progresivo del uso de biocombustibles en la mezcla obligatoria con los combustibles fósiles. De esta manera, sostuvieron que se crea un mercado de libre comercialización por encima de las mezclas obligatorias.
La iniciativa también autoriza a los motores flex y los kits de conversión para un mayor aprovechamiento de la materia prima nacional. “El proyecto inicia un camino de convergencia con el Mercosur, en donde la mezcla con bioetanol es, en promedio, del 24 %, contra solo 12 % en Argentina, y en donde el promedio de mezcla del biodiésel es del 10 % (y donde Brasil es 20 %) y, si bien en nuestro país el corte obligatorio es de 7,5 % durante el 2023 el corte efectivo fue de 4,6 % y actualmente se corta a 6,6 %”, informó Casfer.
La iniciativa, que también consiguió el apoyo de las aceiteras, tiene como objetivo aumentar el corte de biodiésel y bioetanol de manera progresiva. Actualmente, la industria de los biocombustibles nuclea a 55 empresas.
El debate
Las comisiones de Energía y Combustibles, a cargo de la libertaria Lorena Villaverde, y de Agricultura y Ganadería, presidida por el radical Atilio Benedetti, de la Cámara de Diputados llevaron a cabo el primer encuentro plenario para darle tratamiento a un proyecto que pretende modificar la Ley 27.640 en virtud del marco regulatorio a los biocombustibles.
En el inicio del encuentro, la diputada rionegrina señaló que “el Gobierno nacional planteó un cambio de paradigma y estamos legislando a futuro”, pero advirtió que “tenemos el superávit fiscal como meta”. Por su parte, el entrerriano agregó que las modificaciones “son para una mejora de huella ambiental”. “Venimos entusiasmados de un encuentro de legisladores de América del Sur en Brasil con sectores vinculados al sector agroindustrial”, relató Benedetti.
Varios de los expositores recordaron que esta serie de modificaciones fueron quitadas de la versión original de la Ley de Bases cuando volvió a ser enviada por el Poder Ejecutivo en marzo pasado. Asimismo, destacaron que se ponga en tratamiento esta regulación del para biodiesel y bioetanol.
Uno de los principales expositores fue Jorge Feijoo, presidente del Centro Azucarero Argentino, quien destacó que “habrá mayor apertura (a los mercados) a partir del acuerdo entre el sector público, las provincias y los lineamientos que ha marcado el Gobierno nacional”. Asimismo, se refirió al uso del bioetanol y advirtió que, actualmente, “estamos en la mitad -12%-de lo que se mezcla en Uruguay, Paraguay y Brasil -24%-”.
Además, planteó que existe “el más decidido y firme apoyo y compromiso con el proyecto de ley presentado por la Liga de Provincias, en nombre del bioetanol, tanto de caña como de maíz”, y nombró el ejemplo de lo ocurrido en Santa Fe como “una experiencia interesante sobre biodiesel”.
“El proyecto plantea un incremento progresivo de los cortes, de las mezclas y esto es fundamental porque hace a la progresiva inversión para producir biocombustibles. Este es un proyecto a favor del país, solamente el bioetanol evitó importaciones por 4 mil millones de dólares el año pasado”, agregó Feijoo.
Al ser consultado por diputados presentes en la reunión, defendió que todos los datos aportados fueron recopilados de los informes de la Secretaría de Energía, y cerró: “Tendrá un costo fiscal de 19 millones de dolares, pero con un ahorro de 74 millones en divisas por importación de nafta”. Añadió que en 2023, “se gastaron 805 millones”.
También, Fernando Rodríguez Canedo, director ejecutivo de la Asociación de Fabricantes de Automotores (Adefa), compartió el escenario actual de la industria automotriz en el país.
Sostuvo que son 13 las terminales automotrices que están radicadas en Argentina, que emplean a 600 mil familias, y sostuvo que “el 50% de la exportación argentina al mundo proviene de la industria automotriz, en el comercio con Brasil representa el 79% de las exportaciones de manufactura de origen industrial. Además, representamos el 10% del producto bruto industrial”.
En relación a las modificaciones en la ley vigente, Rodríguez Canedo sostuvo que “es importante tener en cuenta que los cambios requieren inversiones en nuevos materiales, en investigación, en desarrollo”. “Cualquier corte que se defina en esta mesa de consenso tiene que, además de características internacionales, darnos un plazo. Es un proceso que, por lo menos, dura tres años y tiene que estar acompañado de la especificación del combustible y lograr que exista un surtidor de resguardo”, concluyó.
Después, Hilarión del Olmo, en representación de la Cámara Panamericana de Combustibles Avanzados (Capba), consideró que “lo importante de este proyecto es que integra a toda la industria, porque hace participar a las empresas productoras de aceite, les permite ingresar al mercado a las petroleras y mantiene a los que estamos hoy abasteciendo al mercado, sin que se fagocite a las compañías más pequeñas”.
Asimismo, Marcelo Kusznierz, presidente de la Cámara Santafesina de Energías Renovables (Casfer), sumó que “el sector del biodiesel quiere mirar al futuro y aportar una nueva misión de país más libre y desregulado”. De igual modo, pidió “mirar lo que hace nuestro principal socio comercial, que es Brasil, una potencia productiva con respecto a los biocombustibles”.