Existen más de 3000 especies diferentes de mosquitos pero solo algunas pocas se caracterizan por picar a los humanos. Te contamos los detalles en esta nota.
Seguramente, varias veces te ha pasado que te acuestas a dormir y de la nada aparece un mosquito a zumbarte en tu oído. Lo que sucede es que estos pequeños insectos son excelentes para rastrear humanos. Pero ¿Cómo lo hacen con tanta precisión?
Cabe destacar que los mosquitos utilizan su olfato para poder identificar a los humanos, incluso si su olor se encuentra mezclado con el de animales o el ambiente. Lo que pasa es que las personas contamos con un ramo único de olores que es muy distinto a otras criaturas y para estos pequeños chupasangre, ese olor los atrae hacia su próxima victima.
“Hay más de 3000 especies diferentes de mosquitos en total, pero solo unos pocos mosquitos se especializan en picar a los humanos”, explica Zhilei Zhao, investigadora postdoctoral de neurobiología y comportamiento en la Universidad de Cornell. Uno de los mosquitos que se caracterizan por preferir la sangre humana es el Aedes aegypti, quien además puede propagar enfermedades como el zika, el dengue, el chikungunya y la fiebre amarilla.
Otros estudios han demostrado que los mosquitos A. aegypti cuentan con la capacidad de oler el dióxido de carbono que exhalamos y usar esta señal química para encontrar carne humana para picar. Además, las plagas también pueden oler componentes específicos del sudor humano, incluido el ácido láctico,
Otro «llamador» para los mosquitos es la Brevibacterium linens, una bacteria que se encuentra en los pies humanos, según informó el sitio web de noticias científicas Live Science.
Sin embargo, estas características de las que hablamos están presente tanto en humanos como en animales. Sin embargo, los mosquitos tienen a los humanos como sus principales presas ¿A qué se debe esto?
En el estudio de Zhao de 2022, los investigadores primero usaron una técnica de edición de genes llamada CRISPR-Cas9 para empalmar genes de una proteína fluorescente en el ADN de los mosquitos. Una vez insertado, el gen dirigió a las células de los mosquitos para pegar la proteína fluorescente en células nerviosas específicas, o neuronas, en los insectos; cuando estas neuronas se activaron, la proteína brilló como respuesta. «Cuando las neuronas están activas, la fluorescencia aumenta”, explicó Zhao.
El equipo expuso a los mosquitos a una muestra de olores diversos, como ratas, conejillos de indias, codornices, ovejas, perros y humanos. La idea era poder observar qué áreas del cerebro del mosquito se iluminaban en respuesta a las diferentes fragancias.
Este trabajo demostró que existe una fuerte reacción a los olores humanos pero una reacción débil a los olores de animales por parte de los mosquitos analizados.
En la investigación, los expertos detectaron dos compuestos: decanal y undecanal, que aparecían en grandes cantidades en sus muestras de olor humano pero en cantidades bajas en las muestras de animales. Estos compuestos se caracterizan por poseer un olor dulce y cítrico.
Zhao sospecha que otras especies de mosquitos probablemente muestren patrones similares de activación cerebral en respuesta al olor humano.
Fuente: infobae.com