Con las altas temperaturas reinantes en estos días, es importante tener en cuenta buenas prácticas que contribuyan a prevenir o evitar las Enfermedades Transmitidas por los Alimentos (ETA’s). Estas enfermedades constituyen un importante problema de salud y son provocadas por el consumo de agua o alimentos contaminados con microorganismos, parásitos o por las sustancias tóxicas que estos producen. La concientización sobre criterios de higiene y seguridad es la mejor forma de promover la prevención de enfermedades de transmisión alimenticia.
Cómo reducir la posibilidad de padecer una intoxicación alimentaria
– Utilizar agua segura. Si no es agua de red, agregar dos gotas de lavandina por litro de agua, hervirla de 2 a 3 minutos o utilizar pastillas potabilizadoras.
– Lavarse las manos con agua y jabón antes y después de preparar alimentos -en especial después de tocar carne cruda- antes y después de consumirlos. Otras acciones que requieren del lavado son: luego de ir al baño, después de cambiar pañales y antes de amamantar.
– Mantener la higiene en la preparación de alimentos.
– Utilizar alimentos frescos, limpios, bien cocinados y recientemente preparados.
– Lavado de vegetales: lavar y desinfectar cuidadosamente con agua segura frutas y verduras, sobre todo si se consumen crudas y, en lo posible, pelarlas.
– Cocinar bien los alimentos: los huevos hasta que tengan consistencia dura. Si los huevos tienen olor o sabor extraño, no consumirlos (tiempo de hervor: entre 10 y 15 minutos).
– Las carnes deben estar bien cocidas por dentro y por fuera, hasta que pierdan totalmente el color rosado. Se debe tener especial cuidado con la carne picada. Cocción correcta: cocinar completamente hasta que no queden partes rosadas en su interior y sus jugos sean claros (mínimo 71°C en el centro de la pieza).
– No consumir carne si tiene mal olor al momento de prepararla o si perdió la cadena de frío. Las carnes no deben descongelarse más de una vez en caso de haber sido congeladas.
– No usar el mismo cuchillo, tabla o mesada en la que se apoyó carne cruda para cortar otros alimentos; se los debe lavar con agua y detergente antes de volver a utilizarlos. Tener, en lo posible, tablas y utensilios diferentes para carnes que para el resto de alimentos.
– Evitar la contaminación cruzada: en las áreas de preparación de alimentos se debe limpiar y desinfectar las superficies, las tablas de cortar y los utensilios después de que hayan tomado contacto con carne cruda y/o sus jugos.
– Separar las carnes crudas y/o sus jugos de los alimentos listos para consumir. Tener en cuenta esta recomendación, especialmente durante la compra, el almacenamiento y la preparación.
– Consumir leche, derivados lácteos y jugos que estén pasteurizados.
– Conservar alimentos frescos y cocidos en la heladera.
– Evitar la ingesta de medicamentos sin indicación médica e infusiones caseras.