“La OMS sigue pidiendo a los países que presten especial atención a los casos de viruela del mono, para tratar de limitar las contaminaciones”, dijo Fadela Chaib en una conferencia de prensa en Ginebra.
La agencia de salud había estimado la semana pasada que el actual brote de viruela del mono, aunque muy preocupante, no constituía “una emergencia de salud pública de alcance internacional”, el más alto grado de alerta de la organización.
Por el momento, no está prevista una segunda reunión del comité de emergencia de la OMS sobre el tema, después de su primera reunión el 23 de junio, según consignó la agencia de noticias AFP.
El último reporte de casos, fechado el 30 de junio, representa un aumento del 55,9% con respecto al recuento anterior que, ocho días antes, registraba 3.413 casos.
Europa sigue siendo la región más afectada por el virus, con 85% de los casos, mientras que 53 países se ven afectados.
Desde mayo se detectó un aumento inusual de casos de viruela del mono fuera de los países de África Central y Occidental, en los que el virus circula habitualmente.
Durante la conferencia de prensa, la portavoz indicó que aunque la mayoría de los casos se refieren a hombres que tienen relaciones sexuales con hombres, “otros grupos vulnerables también están en riesgo”.
“Ha habido algunos casos en niños y en personas que tienen un sistema inmune comprometido”, subrayó.
Conocida en el ser humano desde 1970, esta enfermedad se considera mucho menos peligrosa y contagiosa que la viruela, erradicada en 1980.
La viruela del mono, que se manifiesta con síntomas gripales y erupciones cutáneas, generalmente se cura por sí sola después de dos o tres semanas.