El oficialismo vuelve a jugarse una parada clave en la Cámara de Diputados, donde la oposición prepara una ofensiva con un temario que, según constató AIM, amenaza con transformar la jornada en otra derrota política para Javier Milei.
A dos semanas del último traspié parlamentario, el recinto vuelve a cargarse de tensión con un listado explosivo: vetos presidenciales, proyectos de gobernadores y temas sensibles como jubilaciones y discapacidad. Según supo AIM, la sesión fue diseñada por la oposición para sostener el quórum hasta el final y golpear en los puntos más vulnerables del Gobierno.
Los vetos serán la primera gran pulseada. En total, habrá cuatro votaciones: aumento a jubilados, moratoria previsional, emergencia en discapacidad y emergencia en Bahía Blanca. “Las abstenciones ayudan más al Gobierno que a la oposición”, advirtió un legislador en los pasillos, recordando que mientras el oficialismo solo necesita un tercio de los votos, la oposición requiere dos tercios para imponerse. Según informaron a AIM fuentes parlamentarias, la emergencia en discapacidad aparece como la más firme candidata a superar el veto, mientras que la moratoria previsional difícilmente logre avanzar.
En paralelo, los gobernadores desembarcarán con dos proyectos de alto impacto: la distribución de los ATN y la modificación del impuesto a los combustibles líquidos. De acuerdo a lo que pudo confirmar AIM, ambas iniciativas tienen los votos asegurados, lo que significará otro revés para la Casa Rosada.
El temario incluye además la comisión investigadora por la criptomoneda $Libra, la discusión sobre el huso horario oficial y una reforma al Régimen Penal Tributario. También se espera que aparezcan cuestiones de privilegio y apartamientos reglamentarios, en un clima que promete ser áspero y prolongado.
Con la oposición confiada en reunir el quórum sin dificultades, la jornada se perfila para ser un nuevo campo de batalla entre Milei y el Congreso. Si los vetos caen y los proyectos de las provincias avanzan, el oficialismo podría volver a padecer un “miércoles negro” que erosione aún más su capacidad de negociación.