En la provincia de Entre Ríos, 2500 productores y productoras se reparten 850 mil colmenas de casi 10 mil apiarios, lo que muestra un crecimiento del 6% respecto de 2020. Además, se estima que en la provincia se producen más de 14000 toneladas anuales de miel. Esto se debe a que durante toda la pandemia se ha podido seguir con la producción por haber sido considerada una actividad esencial.
Cada año hay más productores y más volúmenes de extracción de miel. Este aumento coincidió con el incremento exponencial del consumo a nivel nacional, cuando el mercado suele estar acostumbrado a la exportación.
Los humedales del delta entrerriano permiten certificar el producto como orgánico, lo que ayudó a que el distrito llegara al segundo puesto nacional en volumen de extracción.
La miel argentina
Argentina se encuentra en el podio de la apicultura, siguiendo a las potencias mundiales China y Estados Unidos. El país alcanza así el 6 por ciento del total mundial, el 25 por ciento de la continental y el 70 por ciento de la miel de América del Sur.
En los últimos doce meses, el precio máximo del kilo en granel se incrementó cerca de un 130 por ciento.
Por esto, muchas personas comienzan a considerar poner sus campos en venta sabiendo que cada vez más gente se está dedicando a este cultivo.
Además, es un cultivo fácilmente asociable con otras plantaciones como, en Entre Ríos, las de arándano. Estas dos producciones, juntas, pueden obtener rindes de hasta un 40 por ciento más alto. En el caso de hacerlo asociado con otro productor, el servicio de polinización constituye una alternativa muy rentable para los apicultores que cuentan con la capacidad técnica y la logística apropiada.
Se trata, además, de una actividad apoyada estatalmente, ya que es compatible con los objetivos de desarrollo sustentable que se promocionan desde la Organización de las Naciones Unidas.
Tendencia
Estos factores, junto con otras consecuencias de la pandemia auguran que el crecimiento en la apicultura en Entre Ríos permanezca. Las migraciones internas, por ejemplo, se están fortaleciendo desde las grandes urbes hacia periferias y zonas rurales. El patrón que se repite es que la gente quiere buscar espacios más accesibles económicamente, con más espacio verde. La venta de chacras también retoma su ritmo ya que las chacras vuelven a ser buscadas en la provincia porque muestran precios accesibles y son espacios aptos para la apicultura de autoconsumo, así como pueden estar cerca de un campo con otras producciones.
Los apicultores artesanales
Quienes se dedican a esta actividad por propio interés se vinculan con las abejas a través de la observación y la escucha. Aprenden a reconocer las señales de enfermedad e investigan y divulgan la conducta de estos insectos.
La alimentación consiste en jarabe de azúcar fino en partes iguales entre azúcar granulada y agua, aunque muchas veces los apicultores llevan a las abejas a los mejores campos de flores para que puedan alimentarse del mejor polen y después las devuelven a los enjambres en los que habitan.
El último gran paso del trabajo apicultor es la extracción de la miel, la cera y la jalea real. Para ello no basta con extraer las materias primas, sino que hay que conocer el momento exacto en el que hacerlo y las precauciones que hay que tomar para no lastimarse en el proceso. Se raspan los opérculos de cera y, posteriormente, se centrifuga en extractores de acero inoxidable.
Apiterapia y beneficios para la salud
En los últimos años, el tratamiento físico y emocional realizado con derivados se convirtió en tendencia. Se remonta al antiguo Egipto, Grecia o China. Es milenario. Las técnicas se han ido modernizando con el paso de los años.
El uso de productos de las abejas pueden ir desde la miel hasta la apitoxina o veneno de abejas, utilizados, según sus promotores, para prevenir y tratar enfermedades como la artritis o la esclerosis múltiple, aunque nunca ha sido avalado por la comunidad médica.
También es destacable que se ha logrado la extracción del veneno de abejas en el laboratorio, lo que vuelve más segura la aplicación mediante el control de la dosificación, del sitio de aplicación y con un menor riesgo de infecciones.
Las abejas producen el polen a partir del polvillo fino que recogen de las flores, mezclan con su saliva, néctar y miel regurgitada obteniendo un producto en forma de gránulo. Este tiene una serie muy importante de beneficios para la salud humana, siempre y cuando esté confirmada la no alergia:
-Regula los procesos digestivos
-Mejora la visión
-Estimula el estado anímico
-Energizante
-Cosmético natural
En concreto, el crecimiento de la apicultura en Entre Ríos está en ascenso y con muy buenos indicadores de producción para las próximas temporadas, no solo para exportación, sino para abastecer el nuevo creciente consumo interno.