En Argentina, se notificaron en lo que va del año 9.388 casos de dengue, según el último boletín epidemiológico emitido por el Ministerio de Salud (que contiene datos recabados hasta el 19 de marzo). Solo en las últimas cuatro semanas se habían reportado 8000, con un promedio de 2.000 casos semanales. En la ciudad de Paraná, los casos confirmados hasta el momento son 35.
“En relación con años anteriores, los casos registrados en la presente temporada se encuentran por encima de lo esperado respecto a los registrados en los últimos años, a excepción del año 2020 comparado con el cual los casos se ubican un 30% por debajo del numero acumulado ese año para la semana 11”, precisa el informe.
En 2020, en coincidencia con el inicio de la pandemia de COVID-19, nuestro país transitó la epidemia de dengue de mayor magnitud desde la reemergencia de la enfermedad en 1998.
Hasta el momento, según informó la cartera sanitaria, se identificó la circulación del virus en 13 jurisdicciones: Buenos Aires, Ciudad Autónoma de Buenos Aires, Catamarca, Corrientes, Córdoba, Entre Ríos, Formosa, Jujuy, Salta, Santa Fe, Santiago del Estero y Tucumán.
¿Qué es el dengue?
El dengue es una enfermedad viral transmitida por mosquitos, principalmente el Aedes aegypti. Cuando el insecto se alimenta con sangre de una persona infectada por el virus, lo adquiere y luego de 8 a 12 días es capaz de transmitirlo a una persona sana a través de la picadura.
La transmisión de seres humanos a mosquitos puede ocurrir desde 2 días antes de la aparición de los síntomas de la enfermedad y hasta 2 días después de la resolución de la fiebre.
Dos aclaraciones válidas: el dengue no es el mosquito, sino la enfermedad. La picadura de un Aedes aegypti no implica de por sí contraer el virus: el mosquito debe estar infectado para poder transmitirlo.
¿Cómo diferenciar al mosquito que transmite el dengue del mosquito “común”?
Al que conocemos como “mosquito común” es al Culex pipiens y otros miembros de la familia Culex. Es el que suele sobresaltarnos por la noche zumbándonos cerca del oído y que al picar deja grandes ronchas (en varios casos, más de una).
Es marrón claro y en cada segmento del abdomen posee una línea más clara de color beige. Sus patas son oscuras y de color uniforme. También puede transmitir enfermedades graves, pero no es el vector del dengue.
El vector del dengue pertenece a la familia Aedes (aegypti y albopictus). A diferencia del mosquito común, es negro y con rayas y manchitas blancas en sus patas y tórax.
Suele picar durante la mañana y la tarde, antes de que oscurezca. Los Aedes son sutiles en su vuelo, se mueven por abajo, les atraen mucho los pies. No se los llega a escuchar porque no suelen acercarse a la cabeza, explicaron desde el Grupo de Estudio de Mosquitos (GEM) de la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales de la Universidad de Buenos Aires.
Para poder poner sus huevos y reproducirse, el Aedes aegypti necesita recipientes artificiales con agua como botellas, tarros, cubiertas, platos de macetas, floreros, bebederos de mascotas, vasitos con raíces de plantas, hasta tapitas de gaseosa; cualquier acumulación de agua, por pequeña que sea, es suficiente.
No pone sus huevos en charcos, zanjas, ríos o lagunas. Se cría en casas, establecimientos y sus alrededores (en el peridomicilio) de todo el país. Vuela cortas distancias, por lo que si se entra en contacto con uno quiere decir que hay un criadero cerca.
¿Cuáles son los síntomas del dengue?
Los síntomas con los que puede manifestarse el dengue son: Fiebre acompañada de uno o más de los siguientes síntomas:
Dolor detrás de los ojos, de cabeza, muscular y de articulaciones
Náuseas y vómitos
Cansancio intenso
Aparición de manchas en la piel
Picazón y/o sangrado de nariz y encías
¿Cuánto tardan en aparecer los síntomas del dengue?
“El período de incubación es hasta de 15 días, en promedio 7, desde que me pica el mosquito, me inocula el virus y comienzo con los síntomas”, respondió a Clarín el médico infectólogo Tomás Orduna, ex jefe de Medicina Tropical y del Viajero del Hospital Muñiz.
Los tiempos de incubación del dengue son muy similares a los de los virus Zika y Chikungunya, enfermedades también transmitidas por el Aedes aegypti.
¿Qué hay que hacer y qué no ante la aparición de síntomas de dengue?
Desde el Ministerio de Salud enfatizan que las personas que manifiesten síntomas compatibles con dengue deben concurrir de inmediato a un hospital o centro de salud.
Destacan, asimismo, la importancia de no automedicarse frente a la aparición de esas señales de alerta. “No tomes aspirinas, ibuprofeno, ni te apliques medicamentos inyectables. Lo más conveniente es que consultes al médico para que él te indique la medicación adecuada”, advierten.
¿Cómo es el tratamiento del dengue?
El dengue se trata con medicamentos que alivian el dolor, pero por el momento no hay ningún tratamiento específico. El abordaje está enfocado fundamentalmente en controlar los síntomas.
“A las personas infectadas se les recomienda tomar abundante agua para reponer líquidos y realizar control y seguimiento médico diarios”, precisan las autoridades sanitarias.
Dengue grave: ¿quiénes corren más riesgo y cuáles son los síntomas?
La mayoría de las personas que contraen dengue no desarrollan síntomas, destacan desde la Organización Mundial de la Salud (OMS).
En la mayor parte de los casos, la persona se cura en una o dos semanas, pero a veces la enfermedad se agrava y requiere hospitalización. Y en los casos más graves, el dengue puede provocar la muerte.
Las personas que se infectan por segunda vez corren más riesgo de que la enfermedad se agrave.
Un reciente artículo de la OMS señala que los síntomas del dengue grave suelen presentarse cuando desaparece la fiebre y son los siguientes:
– dolor abdominal intenso
– vómitos persistentes
– respiración acelerada
– hemorragias en las encías o la nariz
– cansancio
– agitación
– vómitos o heces con sangre
– sed intensa
– piel pálida y fría debilidad general.
“Aquellas personas que ya se infectaron con dengue anteriormente, ante la presencia de síntomas es recomendable que realicen una consulta de manera temprana y refieran que tuvieron la enfermedad para que los equipos médicos puedan identificar la posibilidad de dengue grave y prestar los cuidados necesarios”, subrayan desde el Ministerio de Salud.
Una vez recuperadas, pueden sentir cansancio durante varias semanas.
¿Hay vacuna para el dengue?
En la actualidad no hay ninguna vacuna disponible para el dengue en Argentina.
No obstante, se encuentra en trámite de registro ante ANMAT una nueva vacuna desarrollada por el laboratorio Takeda, que recientemente fue autorizada en Brasil.
“Para esta temporada no va a llegar. Para la temporada 23-24 es posible que ya tengamos esa vacuna”, estima Orduna.
El médico, que es miembro de la Sociedad Latinoamericana de Medicina del Viajero (SLAMVI) y la Sociedad Argentina de Infectología (SADI), sugirió que, una vez autorizada, probablemente estará disponible primero en vacunatorios privados.
“Y después se verá cuál es la estrategia desde la política sanitaria pública, porque no es sencillo. Es un tema bastante complejo la implementación de estas vacunas”, admitió. “En algún momento comenzará en algunas regiones, en algunos grupos poblacionales y, a futuro, podrá ir ampliándose en función de la estrategia que habrá que diseñar”, estimó.
¿Cómo se previene el dengue?
La medida más efectiva para evitar el dengue es eliminar los criaderos en los que los que se reproduce el mosquito que actúa como “vehículo” del virus. Y en momentos como el que atravesamos, con casos en ascenso, es fundamental también evitar las picaduras.
Cómo evitar la picadura del mosquito que transmite el dengue:
– Colocar mosquiteros en las ventanas y puertas de las viviendas.
– Usar repelentes que contengan DEET sobre la piel expuesta y sobre la ropa con aplicaciones cada 3 horas. En niños y niñas se recomienda que los repelentes no tengan más de 30% de DEET.
– Usar mangas largas y pantalones largos en actividades al aire libre.
– Utilizar espirales o tabletas repelentes en los domicilios.
Consejos para evitar la reproducción del mosquito:
– Evitar arrojar recipientes o basura en lugares como patios, terrazas, calles y baldíos, en los que pueda acumularse agua.
– Mantener los patios y jardines desmalezados y destapar los desagües de lluvia de los techos.
– Eliminar el agua de los huecos de árboles, rocas, paredes, pozos, letrinas abandonadas y rellenar huecos de tapias y paredes donde pueda juntarse agua de lluvia.
– Enterrar o eliminar todo tipo de basura o recipientes inservibles como latas, cáscaras, llantas y demás objetos que puedan almacenar agua.
– Ordenar los recipientes útiles que puedan acumular agua, poniéndolos boca abajo o colocándoles una tapa.
– Mantener tapados los tanques y recipientes que se usan para recolectar agua.
– Eliminar el agua de los platos y portamacetas, colectores de desagües de aire acondicionado o lluvia, dentro y fuera de la casa.
– Mantener limpias, cloradas o vacías las piletas de natación fuera de la temporada.
Chikungunya en Argentina
En lo que va del año también se notificaron más de 500 casos de fiebre chikungunya en el país. La circulación del virus fue confirmada en cinco jurisdicciones: Buenos Aires, Ciudad de Buenos Aires, Corrientes, Córdoba y Formosa.
La fiebre chikungunya es también una enfermedad viral transmitida por la picadura de mosquitos Aedes aegypti infectados.
Los síntomas comienzan generalmente de 3 a 7 días después de la picadura. El síntoma más común es una aparición repentina de fiebre mayor a 38°, a menudo acompañada de dolor en las articulaciones.
“Otros síntomas que pueden aparecer son: dolor muscular, dolor de cabeza, náuseas, fatiga y erupción cutánea. El fuerte dolor en las articulaciones por lo general dura unos pocos días, pero puede llegar a persistir durante meses, afectando la recuperación total y el regreso a las actividades cotidianas”, advirtieron desde la cartera sanitaria.