El verano y las altas temperaturas suelen ser propicios para que el mosquito Aedes Aegypti se reproduzca y transmita la enfermedad a los humanos, además de Zika y Chicungunya. Este año, la cantidad de infectados superó el promedio de años anteriores e incluso sorprendió el contagio en algunas ciudades del país que antes no reportaban casos.
El director de Control de Enfermedades Transmitidas por Vectores de la Nación, Adrián Galo, estuvo presente el jueves en el reporte diario por la evolución en el país de la pandemia del coronavirus Covid-19 e informó que desde julio de 2019 se produjeron un total de 43.497 contagios de dengue en el país, con diez casos fatales y 19.007 confirmados por laboratorio, mientras que circulan en el país los serotipos 1,2 y 4. Además, afirmó que el vector tiene un ciclo con oleadas cada 5 años y que el país se ve afectado por lo que sucede en países limítrofes como Paraguay y Brasil.
En Entre Ríos, entre las localidades con mayor presencia de casos se destacan Paraná, Gualeguaychú, Concordia, Nogoyá y María Grande.
El responsable del Programa Provincial de Zoonosis y Vectores, Jerónimo Garcilazo, confirmó que “el dengue es una problemática que a fines del año pasado ya habíamos advertido que sería uno de los brotes más grandes de los últimos 10 años, como sucedió en Brasil y Paraguay” y destacó: “Los primeros casos en Argentina comenzaron con personas que vinieron de Paraguay, y una vez que ingresa a la provincia el Aedes Aegypti ya está instalado en Entre Ríos”.
“En Entre Ríos se registró el primer caso en enero y, desde ese momento, el laboratorio de la provincia tiene los resultados dentro de las 48 horas de haber tomado la muestra”, afirmó.
Desde que detectaron el primer caso positivo de dengue, la lista comenzó a ampliarse sin parar y, luego de tres meses de consultas y análisis hay casi 350 personas afectadas por dengue en la provincia. Aunque algunas ciudades tienen un protocolo de actuación, algunas encendieron las luces de alarma. Es el caso de Gualeguaychú, que fue declarada zona endémica por el gobierno de Entre Ríos, es decir que las personas que presenten síntomas en esa ciudad serán consideradas como portadoras de dengue y recibirán tratamiento como caso positivo.
En la ciudad del carnaval se armó un cuello de botella con la cantidad de exámenes que hizo que el hospital Centenario saliera a aclarar cómo era el sistema. “Desde el Hospital Gualeguaychú se han llegado a enviar hasta 15 muestras por día y esta situación puede originar algún tipo de demoras en los resultados”, informaron cuando empezó a haber reclamos.
“Desde la disposición tratamos que con el diagnóstico clínico y análisis de rutina compatibles con la enfermedad, se toma como el caso como confirmado y hacemos puntualmente internados en algunos casos dudosos o segundas muestras de pacientes que quedaron pendientes”, indicó la bromatóloga Elina Villarroel, responsable del Nodo de Epidemiología gualeguaychuense.
Trabajo y experiencia
En Concordia hay un equipo que trabaja desde hace más de una década en la detección de posibles casos y activación de protocolos para tratarlos. Además, previo a la temporada fuerte de dengue ponen trampas en algunas zonas para saber qué se puede esperar cuando llegue el momento de tener que fumigar y ayudar a los vecinos a limpiar sus casas.
Ema Carmona, directora de Saneamiento Ambiental de Concordia, dialogó con Mirador Entre Ríos y comentó: “El año pasado no tuvimos casos positivos de dengue en Concordia y este año sí. Trabajamos de manera preventiva con muchos casos sospechosos en los que aplicamos el protocolo correspondiente, todo esto en medio de la pandemia así que debimos modificar algunas acciones. En la ciudad tenemos al menos 29 casos, pero no estamos cerca de ser declarados como zona endémica”.
Concordia es una de las ciudades de la provincia que lleva adelante un trabajo de prevención para poder contener un contagio masivo. “Hace años venimos trabajando el tema dengue, tenemos el programa de ovitrampas desde hace 12 años. Colocamos 60 ovitrampas, que son trampas cazadoras de huevos que ponen las mosquitas, en la ciudad para tener una idea de la densidad poblacional de Aedes que hay en los barrios de Concordia. Vamos viendo en dónde podría haber mayor cantidad de mosquitos y allí se hace el trabajo más fuerte de descacharrizado y fumigación”, contó Carmona.
Las tareas de previsión permiten también saber qué lugar será el que demandará mayor atención y en la ciudad del citrus siempre suele darse en los mismos barrios. “El foco de los casos de dengue en Concordia sigue siendo la zona norte, allí se dieron la mayoría de los casos este año y en ocasiones anteriores. Por eso insistimos tanto en el control de criaderos, si la mosquito no encuentra en donde poner huevos se va, por esa razón también es importante que haya fumigaciones y las estamos llevando adelante”, explicó directora de Saneamiento Ambiental y agregó: “Ante esta situación la comunidad en general se ha ofrecido, desde el ámbito público claro que se trabaja, pero muchos privados ofrecieron sus máquinas fumigadoras, los empresarios arandaneros han ofrecido ayuda hacia el municipio y algunos particulares también. En este momento se incorporó una máquina del INTA que trabajó en distintos barrios. Es un momento que nos demanda y desde todos los sectores se pusieron a trabajar mancomunadamente”.
Que el coronavirus no tape al mosquito
La pandemia de coronavirus que obliga al mundo a pensar en maneras de prevenir y contener los efectos negativos que el brote lleva consigo hizo que en la zona debieran cambiar las prioridades, pero en Concordia se mantienen atentos a lo que sucede con los mosquitos, aunque la llegada del otoño traiga esperanzas.
-¿Cómo está la situación del dengue en plena pandemia de coronavirus?
-Nos hemos olvidado un poco del dengue, la población en general prioriza el coronavirus y nos hemos olvidado de revisarnos a fondo y controlar si no tenemos potenciales criaderos de Aedes.
En Concordia el municipio sigue diagnosticando casos de dengue, se hace la intervención que corresponde, después se sigue con el programa de las ovitrampas y descacharrizados en los domicilios aunque se complica un poco más pero se sigue haciendo.
-¿Siguen trabajando de la misma manera?
-Se han modificado los comportamientos y la forma de trabajo por la cuarentena. Se está utilizando la tecnología para que cada presidente barrial o vecinalista, con quienes estamos trabajando mucho, pueda llegar a los vecinos y nos ayuden con la descacharrización. Cada uno tiene una red vecinal y puede comunicarse para informar días y horarios en los que se hace cada actividad.
La gente está preocupada, les damos a estos referentes un polígono de trabajo de algunas manzanas y ellos piden algunas más porque la intención es bajar la cantidad de recipientes que puedan ser potenciales criaderos del mosquito. Además se sigue trabajando, adaptándonos a la situación por el coronavirus, con el tema de los bloqueos ante un caso sospechoso, se nos dificulta un poco porque la gente tiene que salir de su casa para poder fumigarla, entonces vamos haciendo por manzana, por cuadra o viendo cómo hacer.
-¿Qué puede hacer la gente para evitar que haya mosquitos en su casa?
-Insisto con que aprovechen la cuarentena para visitar sus patios, es un trabajo que yo misma me tomé, recorrí a conciencia el patio de mi casa y me encontré con dos criaderos. Hay que prestar muchísima atención porque podría haber algún pequeño recipiente que acumule agua cuando regamos las plantas o quizás desarmamos el piletín y dejamos la lona, llovió, se juntó agua y se convirtió en un potencial criadero; incluso si no la desarmamos podemos aprovechar para hacerlo ahora.
También es importantísimo tener en cuenta que debemos lavar los bebederos de nuestras mascotas, debemos limpiarlos bien porque se convierten en lugares propicios para que la mosquito ponga huevos. Si tenemos floreros también debemos lavarlos, cambiar el agua, porque esos también son potenciales criaderos.
-¿La gente abre sus puertas para las fumigaciones?
-Ahora no estamos haciendo tantas, las hacemos cuando hay un caso sospechoso, sino no ingresamos en las casas a fumigar, solamente advertimos sobre la importancia de la limpieza en los patios. Las fumigaciones con las máquinas grandes son en la vía publica, se va por todos los barrios y se esparcen pequeñas gotas por todo el ambiente que sirven para evitar la presencia de mosquitos.
-¿Es real que la temperatura baja ayuda a que disminuyan los contagios de dengue?
-El cambio de estación y el descenso de temperatura ayudan a que el periodo evolutivo del mosquito se aletargue. Si antes de huevo a larva pasaba en 10 días, ahora lo hará en 15. A fines de abril o durante mayo los mosquitos empiezan a detener la ovipostura. Una mosquito en su vida pone un promedio de 300 huevos, así que si la disminuimos tendremos menos Aedes.
Lo que sucede es que se ha adaptado de tal manera que en invierno sigue contagiando. Como la gente enciende la calefacción para mantener en temperatura elevada su casa, hemos encontrado dentro de las viviendas larvas aún con bajas temperaturas invernales. La primera vez que encontramos nos llamó la atención y luego vimos que quedó una mosquito dentro de la vivienda, encontró la temperatura ideal y puso huevos. Por eso es importante mirar qué hay en el patio y dentro de nuestras casas, prestarle atención a las plantas, por más pequeñas que sean y limpiar.
“Aprovechen la cuarentena para visitar sus patios, es un trabajo que yo misma me tomé, recorrí a conciencia el patio de mi casa y me encontré con dos criaderos”.Ema Carmona, directora de Saneamiento Ambiental de Concordia.