Gabriel Obelar
El 3 de Marzo de 2018 quedará grabado para Cristian Ferreira, entrenador de la categoría 2009 de Patronato. Al salir de Oro Verde (10 kilómetros al sur de Paraná) sufrió un grave accidente, previo a disputar un partido de fútbol amateur con un grupo de amigos.
Cristian colisionó contra otra motocicleta, siendo trasladado de urgencia al Hospital San Martín, donde permaneció en terapia intensiva, con estado delicado durante una semana y media, antes de ser dado de alta. A los tres días, con la obligación de continuar en reposo, volvió a las canchas para dirigir a su categoría en el Torneo La Capillita.
“Quería ir a dirigir, no podía, porque no lo tenía permitido, pero quería estar con los chicos”, le contó el protagonista a Mirador Entre Ríos.
Si bien pasó poco más de un año de lo ocurrido, en el día a día, está más que presente el momento vivido: “Después de casi un año, veo el costado positivo de todo. Estuve muy traumado en un principio, pero hoy ya veo todo desde otro lado, porque estoy viviendo”, comentó.
-¿Cómo vivís el día a día?
-Hoy le doy el valor que se merece a cada cosa. Antes, por mi personalidad y profesión, encontraba millones de problemas y aristas, que eran solucionables. Pero caí de eso cuando me encontré sin poder abrir la boca para comer.
-¿Recordas algo del accidente?
-Lo previo más que nada. Casualmente fui a jugar al fútbol, no quería ir en un principio, pero me decidí a ir. Después, del accidente en sí, solo recuerdo el arco de Oro Verde y el despertarme en la cama del hospital al lado de la madre de mi hija.
-Te despertaste y lo primero que querías hacer era ir a dirigir…
-Sí, porque teníamos el torneo de La Capillita cerca y no quería dejar solo a mi categoría. Dicen que cuando despertás del coma vez miedos, pero yo veía fútbol.
El accidente sin dudas que tomó una dimensión importante, mucho más al saber que se trató de un entrenador de las formativas de Patronato, lo que nunca esperó Ferreira, fue la cantidad de personas que se acercaron, consultaron por él e hicieron promesas para verlo una vez más en las canchas.
“Me sorprendió mucho el apoyo, fue impresionante”, remarcó. “Uno no se da cuenta de lo que hace. Hoy no sé cómo devolver todo el apoyo que recibí. Se han hecho tatuajes por mí, viajes, millones de promesas. No creo ser merecedor de tanto”.
-¿Por qué?
-Considero que soy una persona normal, luchador y no todos tienen la oportunidad de hacer lo que me gusta o el recordar detalles del pasado. Dios me dio una nueva posibilidad.
-¿Qué fue lo que te sacó delante de verdad?
– Mi hija y el fútbol. Sabía de gente que después de algo así no podía salir adelante, pero nunca perdí las ganas de dirigir o hacer lo que me gusta. Iba a dirigir y la madre de mi hija me acompañaba y me ayudaba a pararme, hasta en las prácticas.
-Y tus alumnos, ¿entendían lo que te pasó?
-No comprendían la gravedad del hecho, pero entendían todo.
-¿Sirvió para darles un ejemplo?
-No busco dar un ejemplo desde eso, porque a su edad no lo comprenderían o podría provocar un problema. Solo me gusta que sepan que son privilegiados de estar en un lugar cómo Patronato y que se diviertan y disfruten.
-¿Por qué nunca dejaste de dirigir o te exigiste cuando no podías?
-El deber de uno es dejar algo en la vida y asumir las responsabilidades. Y para mí esto es una responsabilidad, no solo por el club, sino también por los chicos y sus padres.
-¿Qué les dejaste a ellos?
-Que siempre hay que ir para adelante a pesar de las adversidades, que con actitud y ganas, se puede todo.
Habla con un semblante diferente, sin acongojarse y con una mirada distinta de las cosas, al contar anécdotas, recuerdos de partidos o las primeras oportunidades que volvió solo a La Capillita.
Con ese mismo tono, también habló de su futuro y sabiendo por ejemplo que no podrá jugar más al fútbol: “La idea es seguir progresando en este ambiente, sin apuro. Dios te pone las cosas en el camino y quiero llegar lo más lejos que pueda”.
Cambio de mentalidad
“La reflexión más grande que hice, es que todo en la vida pasa por algo, que todo tiene un sentido y nosotros tenemos que aprender a capitalizarlo, que siempre hay que ser buena persona, porque en el post lo entendí, al recibir mucho amor de tanta gente. Siempre hay que intentar todo, pero siempre con humildad y siendo buena persona”, contó.