A través de un proyecto de ley, diputados nacionales buscan eliminar retenciones agropecuarias. La medida aplica a todos los productos salvo a la soja, que se estipula reducir al 31 por ciento y eliminarlas en un plazo de cinco años, supo AIM.
El proyecto, al que tuvo acceso AIM, fue elaborado por el bloque de diputados nacionales de la Coalición Cívica y propone la eliminación inmediata de las retenciones agropecuarias, a excepción de aquellas que se aplican a la soja, que se estipula reducir al 31por ciento, para luego eliminarlas por completo en un plazo de cinco años.
Según explicaron, durante ese período, que permitirá al próximo gobierno ordenar las cuentas públicas y poner fin al déficit fiscal, el proyecto contempla un mecanismo de compensación para los productores. Este mecanismo consiste en la emisión de certificados canjeables por bonos, cuyo valor nominal equivaldrá al monto de los derechos de exportación abonados.
La propuesta apunta a “reconocer el aporte del campo a la normalización de la situación fiscal y financiera del país, brindándole a los productores agropecuarios, en relación a la soja (que sólo continuará pagando derechos de exportación de manera provisoria), la posibilidad de obtener ingresos inmediatos mediante la negociación en el mercado secundario de los bonos compensatorios”.
A su vez, los productores podrán destinar los bonos compensatorios obtenidos al pago de impuestos, aceptados a valor nominal, por un porcentaje de lo que inviertan en nuevos proyectos de inversión, o conservarlos para su cobro al vencimiento del plazo de cinco años desde su emisión.
“Los derechos de exportación o retenciones son prácticamente inexistentes en el mundo y no los tienen ningunos de nuestros vecinos en la región con los que competimos. Son menos de quince países los que lo aplican, y menos de cinco los que tienen alícuotas y niveles de recaudación iguales o superiores a los de Argentina”, sostiene el proyecto en sus fundamentos.
Asimismo, sumaron: “Este tributo genera un desincentivo directo a la producción de bienes exportables, cuyo efecto es doblemente distorsivo, dado que penaliza al mayor proveedor de divisas en un contexto de fragilidad financiera”.