Si bien la Cámara alta aprobó el viernes la iniciativa el proyecto de ley de Economía del Conocimiento, que busca impulsar al sector con beneficios fiscales e impositivos, el texto sufrió modificaciones, por lo que deberá tratarse ahora en Diputados, supo AIM. No hay fecha para su tratamiento, pero se estima que será próximamente.
El Senado aprobó este viernes el proyecto de ley de promoción de la economía del conocimiento, que volverá a la Cámara de Diputados porque sufrió una serie de modificaciones, a pesar de que Juntos por el Cambio pidió avanzar sin cambios para no retrasar más la sanción. Aún no hay estimativos en la fecha para el tratamiento, pero no se prevén demoras.
El nuevo texto recibió 41 votos afirmativos, del Frente de Todos y los senadores Magdalena Solari Quintana y Alberto Weretilneck. Juntos por el Cambio y el Interbloque Federal se desconectaron del recinto virtual, como lo hicieron horas antes al votarse el proyecto sobre quita de fondos para la Caba.
La iniciativa establece un régimen de promoción desde el 1ro. de enero de este año hasta el 31 de diciembre de 2029, que incluye beneficios fiscales e impositivos para pequeñas, medianas y grandes empresas donde el 70 por ciento de la facturación esté vinculada a las actividades promovidas.
Alfredo Luenzo, titular de la Comisión de Sistemas, Medios de Comunicación y Libertad de Expresión, resaltó que los cambios formulados al texto tienen “una lógica equitativa, federal y solidaria”, y “tienen que ver con aquellos que más necesitan por parte del Estado”.
El senador del Frente de Todos señaló que la redacción final fue el fruto de dos meses de trabajo donde se consultó a los actores involucrados.
Explicó que los cambios tienen que ver con “ampliar el universo de beneficiarios, prestando especial atención a las micro, pequeñas y medianas empresas; y brindar un carácter más federal a los beneficios otorgados, haciendo hincapié en las zonas favorables y en las provincias con menor desarrollo relativo”.
En ese sentido, el chubutense señaló que las empresas que ingresen al régimen podrán convertir en un bono de crédito fiscal hasta el 70 por ciento las contribuciones patronales abonadas. En el nuevo texto se aclaró que el bono será intransferible, “para evitar maniobras poco claras de esta operatoria”.
El tiempo máximo para utilizar este bono fiscal es de 24 meses, prorrogables por otros 12, y servirá para cancelar tributos nacionales, a excepción del impuesto a las Ganancias. Solo los beneficiarios que acrediten exportaciones podrán utilizar el bono a cuenta de Ganancias, pero “en un porcentaje no mayor al porcentaje de exportaciones informado durante su inscripción”.
El bono será del 80 por ciento de las contribuciones patronales si la empresa incorpora a su nómina de personal a mujeres y personas trans; profesionales con estudios de posgrado en ingeniería, ciencias exactas o naturales; personas con discapacidad; personas residentes en “zonas desfavorables o provincias con menor desarrollo relativo”; y personas que, previo a su contratación, hayan recibido planes sociales.
En cuanto a la reducción del impuesto a las Ganancias, “se incorporaron escalas a fin de segmentar la percepción de este incentivo”: será del 60 por ciento para las micro y pequeñas empresas; del 40 por ciento para las medianas, y del 20 por ciento para las grandes.
Otro de los cambios, apuntó Luenzo, fue eliminar el consejo consultivo que establecía el proyecto y en cambio, establecer un “esquema más estricto de controles” a través de universidades y organismos nacionales respecto del cumplimiento del régimen.