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¿El dólar encontró un nuevo nivel o se viene un rebote?

El valor está cada vez más lejos del récord de $195 y el blue muestra signos de enfriamiento mientras se aproxima un mes difícil.

Por estos días, la economía argentina muestra un indicador inusual: el dólar blue cotiza a la baja. De hecho, desde el viernes 23 de octubre, cuando llegó a un pico de $195, el precio del extraoficial retrocedió nada menos que 38 pesos hasta los $157 de este viernes.

La enorme variación que se dio en pocas semanas genera desconcierto en el mercado y en la calle, donde el blue se volvió el valor de referencia para una variedad de transacciones.

En este contexto surgen preguntas ineludibles: ¿Se mantendrá la actual fluctuación del blue por debajo de los $160? ¿Se hundirá todavía más o -escenario temido por el Gobierno- se avecina otra disparada vertiginosa hacia los niveles de octubre?

Con cautela, diversos analistas responden que un súbito despegue del blue es improbable durante diciembre, pero alertan sobre un enero que volverá a subir la temperatura del tipo de cambio.

“Pax cambiaria”.

“Si se hacen las cosas bien, tiene que subir el oficial y bajar el paralelo, pero para eso se requiere recuperar la confianza y eso lleva tiempo. Podríamos decir que el dólar a 195 pesos era un precio de pánico, era ridículamente caro, pero si hay mayor desconfianza nadie puede asegurarnos que no va a superar otra vez ese precio”, afirmó a iProfesional Francisco Gismondi, director de Empiria Consultores y ex director del Banco Central durante el gobierno de Cambiemos.

En el mismo sentido se manifestó esta semana el economista Martín Redrado, al advertir que “estamos en una pax cambiaria inestable”.

“Las herramientas que está usando el Gobierno para tratar de mantener la pax cambiaria, son de corto plazo”, advirtió.

Si bien el blue está en torno a los $157 y medianamente estable, el exceso de pesos en una economía donde la población rechaza esa moneda, podría disparar el precio del blue en los próximos meses.

A pocos días de iniciar el último mes del año, las miradas están puestas en la emisión monetaria: se incrementará la liquidez para financiar el déficit fiscal (el Estado tiene muchos pagos por hacer) y la necesidad de liquidez del sector privado para el pago de aguinaldos y otros gastos de fin de año.

Por estos motivos el circulante (todo el dinero que está en poder de las personas y las empresas) puede aumentar $200.000 millones en diciembre en un escenario promedio, según cálculos de Delphos Investment. “En las condiciones de abundante liquidez que trae la economía este incremento debería ser absorbido por el Banco Central en los meses siguientes cuando la demanda de dinero estacional disminuya”, estima.

Cuando a Miguel Blanco, director de IDEA y coordinador del Foro de Convergencia Empresarial, se le pregunta qué espera para el frente cambiario en el corto plazo, no oculta su temor por la presión sobre el dólar que generará la emisión para pagar aguinaldos de diciembre.

Una devaluación “dependerá de la negociación con el FMI, si pueden aguantar hasta marzo a que se liquide la cosecha gruesa, y de si se liquida o la retienen. Pero hay una amenaza muy grande en diciembre, porque van a emitir fuerte para el pago de los aguinaldos, y todo eso será pesos en la calle que presionarán sobre el dólar. La situación es de incertidumbre claramente”.

Sin embargo, no todos están de acuerdo. Por ejemplo, Guido Lorenzo, socio de la consultora LCG, la dinámica estacional de diciembre puede llegar a dar cierto respiro, aún cuando la emisión continúa, porque crecen las necesidades de pesos.

“En diciembre, en particular, estacionalmente aumenta la demanda de pesos. El desafío pasa para enero”, afirmó el economista.

De esta manera, la clave será cuánto de esos pesos que se volcaron a la economía puedan ser retirados para no fogonear la inflación y el dólar en el mercado paralelo.

En esta línea, el propio ministro de Economía, Martín Guzmán, admitió que el “desafío” de su cartera será evitar que la inyección de liquidez vaya a presionar en el mercado cambiario.

La City.

Se sabe que para bajar el precio del dólar blue en las jornadas posteriores al afiebrado viernes 23 de octubre -cuando el paralelo tocó los $195-, el Gobierno actuó sobre el mercado de cambios informal mediante “manos amigas” que incrementaron la oferta de billetes. Así, con el paso de los días el precio de la divisa extraoficial retrocedió notablemente.

Sin embargo, en la City se especula que, de cara al futuro, quizás no haya suficiente “poder de fuego” para salir a vender y enfrentar otra corrida. Y en este marco podría llegar, incluso, una devaluación del tipo de cambio oficial.

El hecho es que el drenaje de dólares que sufre el Banco Central de sus reservas no se detiene y posiblemente la autoridad monetaria terminará noviembre con un saldo negativo “parecido” al que sufrió en octubre y septiembre. O sea, similar a cuando se decidió a endurecer el mega cepo cambiario.

Según datos oficiales, a pocos días de terminar el mes, las reservas internacionales se hunden 1.125 millones de dólares. Todo esto a pesar del “veranito financiero” y el rally de los mercados del mundo. Pareciera que, al menos para detener la caída de reservas, el Gobierno no encontró la “vacuna”.

“La alta inflación y la mayor emisión harán su trabajo, presionando al dólar al alza con un BCRA con escasas reservas y cada vez menos poder de fuego. Aunque Guzmán tiene a favor un mayor viento de cola hacia emergentes, gracias al triunfo de Joe Biden, sumado a las apariciones de las vacunas con efectividad por encima del 90%”, dicen desde Portfolio Personal Inversiones.

“Toda esta combinación, podría volver a generar volatilidad en el MEP y CCL, como también en el dólar informal”, advierten.

Las dudas en el exterior son las mismas. La calificadora de riesgo Moody’s  recientemente advirtió que el tema más relevante para la argentina en 2021 será el dólar y las reservas.

“El gobierno puede estabilizar en el corto plazo, porque están dispuestos a utilizar recursos, como las reservas, endeudarse, o poner un cepo. Pero no pueden hacerlo en el largo plazo. No puede luchar contra las mareas de los fundamentos. Si la población no confía o considera que va a subir el dólar, no va a quedar otra que devaluar. La cuestión es la velocidad de la devaluación”, afirmó. Fuente: Marcelo Mussi / Iprofesional

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