Las medidas buscarán contener el crecimiento exponencial de los casos de coronavirus. Habrá más controles en los trenes, subtes y colectivos, y los esenciales deberán volver a solicitar los permisos para viajar.
El Gobierno trabaja por estas horas en “terminar de pulir” el próximo Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU) del DISPO que implicará “más controles y restricciones” en la nocturnidad, el cual sería publicado en las próximas horas, ante la segunda ola de coronavirus en la Argentina.
Así lo revelaron fuentes de Casa Rosada, que detallaron que “hay consenso” entre los gobiernos de Nación, Provincia y Ciudad para “aplicar restricciones”.
“Hay consenso en que tiene que haber restricciones. Se están terminando de pulir algunas cosas de lo que va a ser el DNU, como el tema horario en la nocturnidad”, resaltaron las mismas fuentes.
Además, afirmaron que el jefe de Gabinete, Santiago Cafiero, y el ministro del Interior, Eduardo de Pedro, están “en comunicación con los gobernadores para terminar de pulir las medidas”.
“Va a haber más controles, más restricciones y más aceleración en la campaña de vacunación”, enfatizaron, y agregaron: “No hay oposición a las restricciones, hay que cerrar”.
En esa línea, indicaron que “se van a restringir los encuentros sociales”, y confirmaron que “habrá horarios en la nocturnidad, teniendo prioridad de circulación los trabajadores esenciales”.
Según trascendió, la Provincia quiere un paquete de disposiciones fuertes por 2 semanas, en las que se proyecta vacunar los 2.250.000 bonaerenses de riesgo. Además, apuesta a una coordinación con CABA y Nación.
La noticia se conoció luego de una reunión que encabezó Cafiero en Casa Rosada junto a sus pares de la Ciudad, Felipe Miguel, y de la Provincia, Carlos Bianco.
El encuentro, que comenzó pasadas las 15:00 y se extendió por más de una hora, también contó con la participación de la ministra de Salud, Carla Vizzotti; el porteño, Fernán Quirós; y el viceministro bonaerense, Nicolás Kreplak.
Si bien existen diferencias entre las medidas que pretenden las tres administraciones, todos comparten la preocupación por la escalada de casos y la transmisión comunitaria de las nuevas cepas de COVID-19, que resultan más agresivas.