Francisco Benedetti, presidente de Capper, evaluó el impacto de la pandemia y definió las perspectivas para el año próximo. Además, subrayó la postura institucional respecto del acuerdo con China. Nahuel Amore
El presidente de la Cámara de Productores Porcinos de Entre Ríos (Capper), Francisco Benedetti, realizó un balance del sector en la provincia y el país en medio de la pandemia, con efectos sobre las ventas, los costos y los precios. Asimismo, trazó las proyecciones para el año próximo, con intenciones de seguir creciendo en producción y volúmenes de comercialización hacia el mercado interno y externo.
Sin dudas, el crecimiento es parte de la dinámica propia que el cerdo viene adoptando desde que en la década pasada se instauró como una alternativa rentable, aunque en estos años a un menor ritmo. No obstante, como lo ponen de manifiesto los productores, la inversión debe ser permanente, bajo una estrategia de integración vertical y horizontal, para seguir siendo competitivos. La incorporación de tecnología ya no es una opción sino una condición sine qua non para estar en el negocio y ser más eficientes.
“Para 2021, esperamos como sector seguir creciendo”, afirmó el empresario, en diálogo con DOS FLORINES. De igual modo, puso énfasis en las condiciones necesarias para que el potencial se convierta en oportunidad. “En los últimos años venimos creciendo a tasas del 2 o 3% y para poder seguir haciéndolo el sector necesita financiamiento a tasas razonables, resolver el IVA inversiones -que implica un sobrecosto en las nuevas granjas- y seguir abriendo mercados en el mundo”, sostuvo.
Son distintas las variables que motivan a los productores a seguir invirtiendo, en un contexto macroeconómico que impulsa a usar los pesos. Además, según destacó, hay perspectivas positivas de que el consumo per cápita siga subiendo, conforme se modifica la dieta de los argentinos. Del mismo modo, considera que las ventas al exterior se irán consolidando, luego de que el sector lograra en 2020 lo que para Benedetti fue un hito: “Por primera vez hubo una balanza comercial positiva ya que estamos exportando más de lo que importamos”.
Consumo y precios
Consultado por cómo está el nivel de producción y demanda en el país, señaló que “el nivel de consumo está estable en unos 15 kilos” y que “se ha crecido alrededor de un 3% en faena”. De todos modos, resaltó que “la mayor parte de este crecimiento ha ido a exportación”, cuyo principal destino es el Gigante Asiático.
Con estos datos y dadas la política económica actual de la Argentina, Benedetti avizora que “el consumo va a seguir creciendo en los próximos años; se va a seguir consolidando la tendencia de un consumo más equilibrado en la canasta de carnes”.
Respecto de los precios, el cerdo recuperó la brecha con el vacuno, que en el imaginario del consumidor permite estimular las ventas. Esta tendencia es clave para la cadena, ya que en momentos en los que el porcino igualó y hasta superó al novillo, se encendieron las alarmas entre los productores.
“El precio del cerdo en pie en este momento está entre 113 y 115 pesos. Con la suba del vacuno hoy hay una gran diferencia en el mostrador. Esperamos que después de las Fiestas, que son semanas de mucho consumo, se pueda sostener el precio”, expresó el presidente de Capper.
De todos modos, pone un paréntesis sobre la ecuación final del negocio, ya que “en estas últimas semanas hemos tenido una fuerte suma en cuanto al maíz y soja, lo que aumenta considerablemente el costo de alimentación que es el principal costo en la producción porcina”.
Pandemia
Benedetti repasó los cambios más importantes que vivió la cadena durante 2020 en lo que cree que fue “un año atípico”. “La pandemia produjo cambios en la operatividad de la mayoría de las granjas. Tuvimos que trabajar con protocolos y desdoblar equipos de trabajo. Esto nos permitió seguir trabajando con cierta normalidad”, afirmó.
No obstante, hizo memoria sobre el bajón de precios y ventas que se produjo en marzo, abril, mayo y junio que los obligó a readaptarse sobre la marcha para colocar la sobreoferta. “Desde lo comercial tuvimos meses muy complicados. Con el comienzo de la cuarentena hubo canales de comercialización que desaparecieron de un día para el otro, como lo es el canal de hoteles, caterings y restaurantes. Esto repercutió en el precio”, indicó.
Ante esto, aseguró que debieron implementar a nivel nacional campañas de promoción que revirtieran la tendencia. “A partir de julio comenzaron a mejorar los precios por la tracción del mercado interno y por el incremento de las exportaciones a China, que nos permitió tener unos buenos meses en cuanto a precio”, destacó.
Acuerdo con China
Si hay un tema que marcó la agenda de 2020, ese fue, sin dudas, el potencial acuerdo entre la Argentina con China para la radicación de megagranjas porcinas, cuyo proyecto despertó fuertes cuestionamientos no sólo de grupos ambientalistas sino también de algunos pequeños y medianos productores, por los efectos negativos en términos de competencia.
DOS FLORINES le consultó a Benedetti sobre la postura institucional a raíz de esta polémica iniciativa que por momentos se diluye en el tiempo, a la espera del visto bueno de la gestión de Alberto Fernández. En ese sentido, planteó: “El acuerdo porcino con China, si no se lleva adelante con seriedad, genera más riesgos que oportunidades para los productores locales”.
Al respecto, advirtió por la falta de definiciones al entender que “en el Gobierno pareciera no haber una postura unificada con respecto al proyecto” ya que el memorando en principio se iba a firmar en agosto, después se pasó a noviembre y todavía no se ha firmado.
Asimismo, sobre la naturaleza del acuerdo, el empresario socio de Tierra Greda manifestó que coincide con el Gobierno en que “el sector porcino es una oportunidad para el país, para agregar valor, generar trabajo y divisas”. Sin embargo, aclaró: “Preferiríamos que el crecimiento en los próximos años sea con productores locales y no a través de la asociación con grandes empresas chinas”.
A partir de esta postura, agregó finalmente: “Hemos propuesto al Gobierno que las inversiones en la cadena porcina se materialicen a través de instrumentos financieros de capital extranjero, que tengan como destino proyectos de productores nacionales. Los proyectos a financiar deberían tener como mercado objetivo a China”.
El tiempo dirá, ya en instancias de 2021 y si no cambian las intenciones estratégicas del Gigante Asiático, si el gobierno de Fernández rubrica un acuerdo que divide las aguas por donde se lo mire, si cambian las condiciones por pedido del sector, si se inclina ante los pedidos de Liz Solari o, en todo caso, si las ganas de evitar un nuevo conflicto deja todo en el olvido.