Belén Fedullo
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Lazos en Red es un grupo de voluntarios que se formó hace un mes. Se reúnen todos los jueves y tienen como idea central hacer actividades que se relacionan con la prevención del suicidio.
Entre las preguntas que surgieron al debatir acerca del problema en Concordia y la región, se preguntaron cuál es el rol que cumplen los medios en la prevención. La cobertura de las noticias relacionadas con los suicidios tiene efectos en quienes consumen los medios ya que pueden generarse conductas imitativas o significar riesgos en personas que atraviesan situaciones de vulnerabilidad, por eso decidieron tomar contacto con quienes son responsables de llevar las noticias.
El pasado jueves se llevó adelante una charla debate en la que los invitados a escuchar y tomar la palabra fueron los comunicadores concordienses. Tras una introducción del psicólogo Sergio Brodsky fueron los profesionales de los medios quienes tomaron la palabra, despejaron dudas e intentaron establecer pautas de trabajo en común.
Interpelarse para mejorar
¿Un suicidio constituye una noticia?; ¿Hay cuestiones éticas en juego? Esos interrogantes fueron planteados y, en conjunto, empezaron a llegar las respuestas.
En diálogo con Mirador Entre Ríos, el licenciado Sergio Brodsky contó: “Nosotros analizamos nuestra ciudad y la provincia y hay distintas conductas en relación a la cobertura de los suicidios. Algunos medios deciden no publicar esa información y otros tienen una cobertura que, a nuestro criterio y de las investigaciones que ha realizado la OMS, son inapropiadas porque pueden generar efectos negativos en la población”.
“Sabemos que a veces se realiza desde el desconocimiento o la falta de información, por eso queríamos instalar el debate y reflexionar en conjunto con los medios acerca de esta cuestión y de la responsabilidad que tienen, y por otro lado darles toda la información que tenemos desde la psicología y los distintos abordajes que ha habido en torno al tema para que después cada uno adopte la conducta que le parezca éticamente más adecuada”, aseguró.
Lo importante, según indicaron, es tener en claro cuál es el rol que desempeñan los medios, ya sea de manera positiva —cuando difunden los factores protectores—, los indicadores de riesgo, el cómo ayudar a una persona que está atravesando una situación depresiva y los lugares en donde hay atención; y la negativa cuando los modos de comunicar no son adecuados.
Las estadísticas demuestran que en varios casos los suicidios que se dan seguido en un lugar determinado han sucedido de modos parecidos, por eso se habla de efecto contagio, y los medios tienen un espacio importante dentro de esa teoría. “El suicidio es un fenómeno complejo, no tiene una sola causa, sino que está multideterminado y en realidad el contagio puede ser un factor más”, aclaró el psicólogo y contó: “David Philips lo denominó efecto Wherter, que era el personaje central de la novela ‘Las penas del joven verter’, escrita y publicada en el año 1774, y justamente ese personaje termina en suicidio. A partir de la publicación de esta novela hubo suicidios en todo Europa, identificándose con el personaje lo hacían del mismo modo, con los mismos hábitos y llegaron a prohibir ese libro en tres países de Europa, por eso le llaman con el nombre del personaje al efecto que se causa, a lo que pueda darse a partir de una información respecto de un suicidio. Philips estudió durante 20 años y concluyó que determinadas formas de publicación contribuyen negativamente, como publicar en portada, repetir la noticia, publicar los métodos o fotos, por eso hay recomendaciones que la OMS da respecto de cómo publicar o no”.
Uno de los puntos de la investigación de Philips señala que después de un suicidio en Estados Unidos, publicado en portada del New York Times, aumentó la cantidad de casos en esa ciudad y concluyó que, sobre todo, tiene efectos mayores cuando se trata de una celebridad, porque se genera mayor cantidad de imitaciones.
En algunos medios aluden al “interés” de la gente e indican que el hecho es noticiable siempre, porque los ciudadanos quieren saber, en ese sentido, el profesional que disertó ante los comunicadores concordienses es tajante. “Creo que ‘la gente’ en realidad es una fracción. Hay un sector al que le interesa esta cuestión de los detalles y el morbo, pero a muchos otros no. Creo que tenemos que plantearnos por qué. Qué cultura y qué valores estamos viviendo para que el sufrimiento del otro nos convoque tanto esta pasión por querer saber qué le sucedió, como sufrió”, expresó y señaló: “Lo que está en juego es el respeto por el otro, no solo por la víctima sino por los afectados, su familia, sus amigos, hay que tener consideración. Muchas veces se intenta saber el detalle solo por conocer esa parte de intimidad y no por tener un lado solidario y ver cómo colaborar. Hay que tratar de no contribuir a ello”.
Al conocer todo lo que hay que tener en cuenta en caso de publicaciones sobre hechos de este tipo, y al saber que tal vez los medios podrían servir para comunicar lo contrario.
—¿Es posible que se genere una prohibición de publicaciones de suicidios?
—No es raro pensar en que se quiera prohibir, pero generamos estos espacios para la toma de conciencia. Tenemos que tener una conciencia respecto de la responsabilidad ética de nuestros actos y que no todo sea del orden de la prohibición y el castigo, sino que deberíamos ser conscientes de que nuestros actos tienen efectos sobre los demás. La prohibición no es el camino que nos gusta, sino que preferiría generar conciencia acerca de nuestros actos.
La ley y el papel de las redes sociales
En Argentina, la Ley de Salud mental (27130) está promulgada desde 2015, pero aún no fue reglamentada, aun así, cuenta con la adhesión de la provincia y en Concordia hay proyectos para adherir a nivel local.
“Esta ley no solo plantea la creación de centros telefónicos sino también esto que estamos haciendo, el abordaje de los medios de comunicación, trabajar con las escuelas, policía, juzgados, clubes, centros de salud. Lo que plantea la ley es una prevención a través de la creación de redes institucionales. Es lo que intentamos hacer, aunque somos un grupo de 20 personas que actuamos voluntariamente ya que lo que la legislación dice no se pone en práctica”, explicó.
Más allá del debate con los medios, y las acciones de la agrupación, las redes sociales llegaron para ocupar otro espacio en el que es más complejo entrar. “Es un fenómeno nuevo y se trata de concienciar. Tenemos que encontrarle la vuelta para que la población sepa que esto no tiene ningún efecto positivo. Debemos preguntarnos por qué existe esta cuestión morbosa de querer hurgar en la intimidad del otro y a eso como comunidad debemos revisarlo”, aseguró Brodsky.
Además de las conclusiones acerca de la necesidad de acercarse, ponerse en el lugar del otro y respetar la idea de Lazos en Red es formar una consultoría para la prevención y que la gente pueda tener espacios de asistencia para quienes lo necesiten.
En alerta
Empezó el octavo mes de 2019 y en Concordia es alarmante el número de suicidios, por eso el grupo de voluntarios busca las alternativas para transformar su espacio en una opción a consultar. “El número de casos, en parte, nos llevó a formar el grupo para pensar cómo trabajar. En general cuando hay situaciones de crisis económica o social los casos aumentan, porque el suicidio no es una conducta meramente individual, sino que responde a lo social así que por eso hay épocas en que se ven más casos”, explicó Brodsky.