Si bien en 2017 no hubo casos autóctonos de dengue, es decir, de personas que fueran picadas por mosquitos infectados en Entre Ríos, la característica de la provincia (zona de paso desde y hacia distintas fronteras) la constituye en un territorio en el que permanentemente se deben extremar los esfuerzos preventivos. Puntualmente, atacar las posibilidades de desarrollo del Aedes aegypti: usar repelente del modo adecuado, evitar que se formen depósitos de agua donde el mosquito se pueda desarrollar, descacharrar (eliminar recipientes destapados o no dejarlos al aire libre para que se puedan llenar de agua, en una lluvia por ejemplo) y mantener corto del césped o directamente desmalezar.
Teniendo en cuenta que hay circulación de virus transmitidos por vectores en algunas zonas del territorio nacional y en países limítrofes, desde la Dirección de Epidemiología dependiente del Ministerio de Salud ratifican a los entrerrianos las acciones preventivas a seguir para protegerse uno mismo y a la comunidad del contagio de dengue, chikungunya, zika y fiebre amarilla, que son transmitidos por el vector Aedes aegypti.
En nuestro país se recomienda la aplicación de la vacuna contra la fiebre amarilla a aquellas personas que viajen a las zonas de frontera de las provincias de Misiones (especialmente quienes visiten las Cataratas del Iguazú), Formosa, Salta y Jujuy.
En el caso de los turistas que planeen viajar a Brasil, se recomienda su aplicación si el destino elegido está en la zona costera de los estados de Bahía, Minas Gerais, Espíritu Santo, Río de Janeiro y San Pablo, ya que se ha detectado circulación del virus en humanos y primates.
QUÉ USAR. Las autoridades sanitarias provinciales ponen el acento en torno a las precauciones que deben adoptar las personas que viajen a zonas con circulación viral de estas enfermedades: elegir un repelente a base de DEET a concentraciones del 25%, renovar la aplicación cada 5 horas, no usar repelentes que vienen en preparados junto con protectores solares ya que no son efectivos. En ese caso lo conveniente es colocar primero el protector solar, esperar unos minutos y luego aplicar el repelente. Se sugiere renovar la aplicación siempre después de realizar alguna actividad en el agua.
En cuanto a niños, se recomienda el empleo a partir de los dos meses, a la menor concentración efectiva que haya disponible en el mercado.
Asimismo se advierte sobre no rociar directamente al menor: la manera adecuada es que el adulto que lo aplique se rocíe sus manos y luego lo distribuya por el cuerpo del niño.
Las mujeres embarazadas o en edad reproductiva deben extremar las medidas de prevención de picaduras de mosquitos debido a la asociación entre el virus zika y el riesgo de malformaciones fetales, como microcefalia. Además, los adultos en general pueden presentar consecuencias neurológicas.
En cuanto a lo que hace a cuidados rutinarios de rigor, se recomienda asimismo, tirar todos los objetos que puedan juntar agua, cambiar el agua del bebedero todos los días, no permitir la formación de charcos con agua estancada, usar mosquitero para evitar mosquitos en tu casa, mantener el patio limpio y desmalezado, usar repelente y si se está al aire libre renovar la aplicación cada tres horas. También hay que tener en consideración, poner arena húmeda en floreros y plantas acuáticas.
En Paraná la vacuna contra la fiebre amarilla se aplica en el hospital San Martín; y en el hospital San Roque. Se recomienda su aplicación a niños mayores de un año y en adultos hasta los 60 años, desalentando su uso en quienes superen esta edad.
PREVENIR. Si bien, como se dijo, no hubo casos confirmados autóctonos de dengue en 2017, todos podemos hacer nuestra parte para evitar que prosperen las larvas del Aedes aegypti.
Vaciar recipientes que acumulen agua y desmalezar los patios, son dos de las medidas más importantes que año a año recuerda el Ministerio de Salud, para disminuir al máximo la circulación del mosquito transmisor del dengue, zika y chikungunya.
El dengue, la fiebre chikungunya y el virus zika se transmiten por la picadura del mosquito Aedes Aegypti. Cuando el mosquito se alimenta de la sangre de una persona enferma por alguna de estas infecciones, y luego pica a otras personas, les transmite la enfermedad.
Si bien existen especialistas que están informando que debido a los cambios climáticos podría haber una circulación adelantada del mosquito A
Aedes Aegypti a nivel nacional, en la provincia de Entre Ríos no ha habido casos autóctonos de dengue notificados. Es necesario tener en cuenta que el clima es un factor importante en la proliferación del vector, uno está relacionado a la frecuencia de las lluvias y otro a la temperatura. La combinación de calor y lluvia hacen que el riesgo de circulación viral sea mayor.
En este sentido, el director de Epidemiología de la provincia, Diego Garcilazo, informó que “se han notificado durante todo el año casos sospechosos de dengue, zika y chikungunya y a la inmensa mayoría se los descartó. Hay que tener en cuenta las personas que viajan a lugares endémicos, quienes deben evitar la picadura del mosquito”.
Además, el funcionario destacó: “Apenas comienza el verano, el movimiento de personas que se van de viaje a zonas endémicas, aumenta el riesgo de circulación autóctona en nuestra provincia. Es decir, que haya mosquitos infectados. Por eso insistimos en la prevención, descacharrización y eliminación de criaderos”.
EN CASA. La primera medida es eliminar el agua acumulada en el interior y alrededor del hogar: vaciar y limpiar con un cepillo o esponja, dar vuelta, cubrir o tirar los recipientes que puedan acumular agua (baldes, macetas, floreros, juguetes, piletas, bebederos de animales, entre otros).
Además, mantener tapados los tanques y recipientes que colectan agua o pueden recolectarla si llueve; utilizar malla o tela metálica en las puertas o ventanas; como así también, mantener los patios desmalezados, y destapados los desagües de lluvia de los techos.
En caso de que la persona viaje a un lugar potencialmente endémico, hay tener en cuenta evitar la picadura del mosquito en esos lugares, utilizando repelente, y usando ropa de mangas largas. Como así también, poner tabletas o repelentes en los espacios cerrados.
Síntomas de alerta
Los síntomas más comunes que padece una persona que podría estar infectada por dengue son: fiebre alta, dolor de cabeza y dolor muscular. Generalmente, no hay signos de complicaciones respiratorias, como dolor de garganta o tos. En caso de sospechas, lo más atinado es consultar de inmediato en el centro de salud u hospital más cercano.
En el caso de la chikungunya, puede presentarse un brote súbito de fiebre, acompañada por dolor en las articulaciones.
Otros síntomas son molestias durante la fase crónica que pueden incluir fatiga y depresión, además de dolores musculares, dolores de cabeza, náusea y sarpullidos.
Si bien con el dengue los pacientes pueden padecer dolor corporal difuso, con la chikungunya este síntoma se presenta con mucha más intensidad y de forma localizada en las articulaciones y en los tendones.
En cuanto a la fiebre amarilla, suele presentarse fiebre, dolor de cabeza y dolores musculares; náuseas y vómitos, posiblemente con sangre; cara, lengua y ojos rojos; piel y ojos amarillos (ictericia) e, incluso delirio, latidos cardíacos irregulares (arritmias), sangrado (puede progresar a hemorragia), convulsiones y hasta coma.
Finalmente, el zika suele provocar fiebre leve y erupciones en la piel, que general aparecen entre dos y 12 días después de haber contraído la enfermedad. A veces vienen acompañadas de malestar general, conjuntivitis y dolor en músculos y articulaciones. También se han dado casos con dolor de cabeza y vómitos.
Ante cualquiera anormalidad en el estado de salud, lo mejor es no automedicarse y hacer la consulta médica.