La pandemia afectó los derechos de las mujeres gestantes y parturientas. Entre el abanico de transformaciones que sufrió el sistema de salud producto de la emergencia sanitaria, se registraron en este ámbito un incremento de las cesáreas programadas, la suspensión o distanciamiento de los controles rutinarios de embarazo, y la prohibición de acompañamiento durante el trabajo de parto y parto, con la consiguiente limitación, de que las mujeres reciban visitas de su círculo familiar durante el período de internación.
En este contexto, un grupo de mujeres de Colón, Villa Elisa, Basavilbaso, Concepción del Uruguay, Gualeguaychú y Paraná, decidieron crear un Observatorio de Violencia Obstétrica (OVO), para poder realizar un seguimiento sobre las prácticas hospitalarias y su adecuación a la Ley de Parto Respetado, sancionada en el país en el 2004.
“El Observatorio es un dispositivo adecuado para el estudio y el análisis de la Violencia Obstétrica (VO), ya que se concibe como un espacio de consulta, de acceso a la información y también de denuncia para mujeres y personas con capacidad de gestar. En este sentido, no sólo nos interesan los datos cuantitativos, los cuales se expresan en las encuestas que realizamos y las estadísticas que difundimos, sino que también nos preocupa lo cualitativo. Es por eso que damos mucha importancia a los procesos de difusión de información y a las diversas instancias de intercambio que proponemos, porque son estas acciones las que promueven que las mujeres compartan sus experiencias”, señalaron desde OVO Entre Ríos.
El grupo integrado por Mujeres Madres provenientes de diferentes espacios y disciplinas como la sociología, la medicina, la puericultura, la obstetricia, la comunicación y el derecho, se constituye como el primero en la provincia de este tipo, y se concibe como un organismo autónomo, independiente y pluralista que a través de sus acciones aportará a la prevención de la violencia obstétrica.
Convocarse para actuar
Desde hace más de tres años, Mujeres por un Parto Respetado Colón, viene trabajando la temática en distintos puntos de la Costa del Uruguay, lo que motivó que el grupo convoque a la formación del OVO-ER.
“En las diferentes actividades que fuimos realizando durante este tiempo, en las que se hicieron charlas, intervenciones, capacitaciones y encuestas a nivel regional para lograr tener estadísticas sobre la temática, fuimos conociendo a otras mujeres de la provincia, que también son referentes, activistas y profesionales que trabajan en sus localidades. En estos intercambios surgió la idea de organizarnos para extender las acciones al resto del territorio, y como vimos que durante este tiempo de pandemia sufrimos un fuerte retroceso en lo que refiere a la garantía de los derechos contemplados en la ley de parto respetado y también un aumento de los casos de violencia obstétrica, decidimos transformarnos y unir los esfuerzos para apostar a esta organización provincial”, detallaron desde la agrupación del departamento Colón.
El Observatorio tiene fines teóricos, tales como investigar —revisar, describir, caracterizar, evaluar, discutir, cuestionar, sugerir— los contenidos que aparecen en el espacio de observación pertinente a su área de interés; y también informar a la comunidad sobre los hallazgos que ocurren en ese proceso.
“Son muchas líneas de trabajo las que proponemos, pero todas están orientadas a visibilizar la temática, difundirla y generar información fehaciente sobre lo que pasa con la violencia obstétrica en la provincia. En lo inmediato nuestro objetivo es consolidar la formación del grupo, ya que aún se están incorporando interesadas de diferentes localidades, y estamos contactando activistas de regiones de la provincia que no están representadas. Mientras sucede esto, continuamos brindando apoyo a todas las mujeres que nos escriben en las redes, y también seguimos relevando las diferentes situaciones que se están dando en las instituciones de Entre Ríos respecto a los nacimientos en el contexto de la pandemia”, explicaron.
Una tipología de violencia
“La violencia obstétrica es aquella que ejerce el personal de salud sobre el cuerpo y los procesos reproductivos de las mujeres, expresada en un trato deshumanizado, un abuso de medicalización y patologización de los procesos naturales”, puntualizaron desde OVOER, y señalaron que en el contexto actual, estas situaciones se ampliaron “dado que en muchos casos separan a la madre del recién nacido, no permiten el ingreso del acompañante, solicitan el pago del testeo de COVID, entre otras situaciones que también fueron relatadas por las gestantes y parturientas”.
Aunque por el momento no existen estadísticas oficiales sobre los alcances de la VO en Entre Ríos, el Observatorio cuenta con informaciones recabadas a nivel nacional por diferentes organizaciones que trabajan en la temática como la Comisión Nacional de Acciones para la Elaboración de Sanciones de Violencia de Género (CONSAVIG) o la agrupación feminista “Las Casildas”, la cual aborda los derechos sexuales y reproductivos de las mujeres.
“Para conocer y poder acercarnos a la realidad provincial, es necesario que existan datos sobre VO. Ésta es una tipología de violencia que muchas veces está invisibilizada y naturalizada porque se privilegia el nacimiento, la llegada del bebé, el estado de salud del bebé, y suele omitirse lo que le sucede a las mujeres en este proceso”, señalaron al indicar que “hay diversos factores que favorecen el desarrollo de esta violencia, como el modelo médico hegemónico, el poder del saber médico, la descalificación de las experiencias de las mujeres, la desatención de la salud mental en el sistema de salud”.
Silvia Simmone
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