Equinoterapia: Un proyecto seguiense que necesita la colaboración de todos
La equinoterapia, conocida también como hipoterapia o terapia asistida ecuestre, es una forma de ayudar a aquellas personas que tienen necesidades especiales o que, por el motivo que sea, se han encerrado en sí mismos y tienen problemas para comunicarse.
Si bien se sigue considerando como una pseudoterapia, cada vez son más los profesionales de la salud que utilizan caballos domesticados y entrenados para ayudar a sus pacientes; de hecho, para comprobarlo basta con buscar centros de equinoterapia en Google y ver que nos saldrán muchos. Pero, ¿en qué consiste realmente?
¿Qué técnicas se utilizan en equinoterapia?
Dependiendo del problema que tenga la persona y de qué objetivo se pretende conseguir, se incluirán unas técnicas u otras con el fin de ayudarle. Por ejemplo:
- Hipoterapia: aprovecha los principios terapéuticos del caballo para tratar a personas con discapacidad a través del calor corporal del equino, los impulsos rítmicos y el movimiento tridimensional. Estas sesiones son conducidas por un fisioterapeuta.
- Equitación terapéutica: el simple hecho de tocar a un caballo nos puede hacer sentir muy bien. Gracias a ello, los pacientes pueden ir solucionando problemas de aprendizaje y adaptación que tengan, ya que estarán más motivados, atentos y concentrados. Además, se les estimulará la sensibilidad táctil, la visual, la auditiva y la olfativa, ayudando así a aumentar su capacidad de independencia.
- Equitación adaptada: está dirigida a personas que tienen alguna discapacidad pero que practican la equitación como una opción lúdica o deportiva.
¿Cuáles son los beneficios de la equinoterapia?
Los beneficios son muchos y muy variados. A nivel psicológico y cognitivo, son estos:
- Aumenta la confianza en sí mismo/a
- Trabaja la memoria
- Mejora la autoestima y el autocontrol de las emociones
A nivel comunicativo y de lenguaje, estos:
- Mejora la comunicación gestual y oral
- Mejora la vocalización
A nivel psicomotor, estos:
- Mejora el equilibrio, la coordinación, los reflejos
- Reduce poco a poco los patrones de movimiento anormales
- Fortalece los músculos
Equinoterapia y autismo
Las personas que sufren autismo son personas con un trastorno psicológico caracterizado por la concentración que ponen en su propio mundo interior, perdiendo así el contacto con la realidad exterior. Para ellas, hacer terapia con caballos es una manera de poder recuperar (o ganar) autoestima y autonomía, reduciendo así la ansiedad social.
Además, como el caballo no tiene imprevistos sociales que sí podríamos tener los humanos, a los niños y adultos autistas les es mucho más fácil relacionarse con él porque sienten que dominan la situación y no tienen miedo.
Equinoterapia y Síndrome de Down
Las personas con Síndrome de Down son personas que sufren un trastorno genético que les impide relacionarse normalmente. Tienen mucha tendencia a tener depresión, manías, y trastornos psicóticos. Una manera de evitarlos es ayudándoles mediante la terapia de caballos, ya que les hará sentirse felices pues tendrán un motivo para sonreír y para relacionarse con los demás, encontrando así más razones para seguir adelante.
¿Cuáles son las características de un caballo de terapia?
Físicas
El caballo tiene que ser un animal sano y fuerte, con una conformación rectangular para que puedan montarse en su lomo dos personas. Este debe ser además musculoso, ya que así será resistente. Además, el movimiento del paso y trote tiene que ser rítmico y regular, a más de 85 pasos por minuto.
La altura debe de estar entre 1m y 1,70m para que la persona pueda desplazarse tanto vertical como horizontal sin problemas.
Comportamiento y personalidad
Un caballo de terapia tiene que ser sumiso, tranquilo y dócil. También es muy importante que demuestre tener confianza en el jinete, por lo que él deberá de tratar a su animal con respeto, paciencia y cariño, utilizando siempre el adiestramiento en positivo.
Asimismo, es necesario que el terapeuta y el caballo establezcan un buen vínculo, por lo que antes de empezar la terapia debe de pasar tiempo con él. De esta manera, al equino no le será difícil hacer lo que tenga que hacer para que el paciente consiga beneficiarse de la equinoterapia.