Las disposiciones fueron precisadas en la Resolución 230/2023, que fue publicada en la última edición del Boletín Oficial con la firma de Diana Guillén, presidenta del Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa).
También vedaron “el movimiento de aves vivas de las especies domésticas (gallinas, gallos, pollos, pavos, gallinetas, faisanes, codornices, patos y gansos) hacia establecimientos registrados en el Senasa bajo la actividad ‘comercio agropecuario – venta minorista de animales’ para su distribución o venta”, así como también para la actividad bajo la actividad “aves de traspatio”.
“Ante la falta de la documentación sanitaria que ampara el movimiento de aves vivas por cualquier motivo y/o finalidad, se realizará su intervención en cumplimiento de la normativa vigente para tal fin, pudiendo procederse al decomiso inmediato”, se advirtió en el artículo 6° de la normativa.
En paralelo, se establecieron “medidas extraordinarias para la autorización de ingreso de genética aviar a la República Argentina y su traslado dentro del país, independientemente de la situación sanitaria del país exportador”.
El Senasa detectó hasta el momento 59 casos en total. Desde el organismo precisaron que a poco más de que se cumpliera un mes del primer caso confirmado en el país, ya son 700.000 las aves muertas en los seis focos detectados al momento en el sector comercial, un 30% por la propia enfermedad y el 70% restante en el marco de las acciones sanitarias para evitar la dispersión.
¿Qué es la gripe aviar?
La influenza aviar también conocida como gripe aviar, es una enfermedad infecciosa que afecta principalmente a las aves y que es causada por un virus de la familia Orthomyxoviridae, explica la Organización Panamericana de la Salud (OPS).
Según su subtipo, puede clasificarse como de baja patogenicidad o altamente patógena. El virus del primero de esos tipos puede ocasionar enfermedad leve, que hasta puede llegar a pasar desapercibida y/o sin la presencia de síntomas.
En tanto, los altamente patógenos, que corresponden principalmente a los subtipos H5 y H7 del tipo A, causan una enfermedad grave en las aves, tanto de corral como silvestres y pueden propagarse rápidamente, produciendo altas tasas de mortalidad en diferentes especies.
En ese marco, el Senasa recomienda al sector productivo reforzar las medidas de manejo, higiene y bioseguridad de sus granjas avícolas y que notifiquen inmediatamente toda detección de signos clínicos nerviosos, digestivos o respiratorios, disminución en la producción de huevos, en el consumo de agua o alimento y alta mortandad en aves domésticas o silvestres.
También les recuerda tomar todas las medidas de prevención y no manipular las aves cuando se detectan estos cuadros clínicos.