Libertad y Progreso analiza un informe sobre la presión fiscal que sufren los argentinos.
Según un informe del Iaraf (Instituto Argentino de Análisis Fiscal), las familias de ingresos medios altos destinan cerca del 60% (214 días) de sus ingresos en el pago de impuestos; es decir, el 3 de agosto fue el día en el que la mayoría de los trabajadores dejaron de solventar al Estado y comenzaron a trabajar para sustentarse.
De acuerdo a la Fundación Libertad y Progreso, en 2011 trabajadores de Argentina trabajamos 184 días para el Estado. Sin embargo, el número se incrementó hasta en 2015 cuando alcanzamos los 223 días. El 2020 nos arroja ocho días por encima del promedio de los últimos diez años (206).
A pesar de estar cobrando una mayor cantidad de impuestos, los resultados económicos no son los esperados. Los años pasan y Argentina continúa entrampada fiscalmente debido a un elevado gasto público que nunca se reduce.
Carga.
En el mundo hay países con menor carga impositiva que logran buenos resultados con respecto a los servicios que brindan: Rumania (114 días); Bulgaria (121 días); Reino Unido (148 días). Aun así, muchas veces se argumenta que los países nórdicos como Noruega y Suecia, ostentan gran número de impuestos y lo cierto es que trabajan 164 y 192 días para el Estado respectivamente y cuentan con muchas mayores libertades económicas que Argentina.
Para revertir la situación, Argentina deberá alivianar esta pesada carga a sus trabajadores y resolver problemas económicos estructurales, especialmente luego de 60 años de déficit fiscal. Nuestros gobernantes deben optar por el bienestar de las familias más que en la administración de su pobreza.