Desde el miércoles pasado, el gobernador tiene para su consideración la nota firmada por Elvio Guía, director de la FAA, a través de la que esa entidad trasmitió la preocupación por la educación del alumnado de las zonas rurales desde que se declaró la pandemia y luego la cuarentena. En el mismo escrito, también se aludió a una serie de condiciones que posibilitarían retomar las clases presenciales.
Por el mes de abril, apenas iniciada la cuarentena, desde Federación Agraria, un grupo de jóvenes hicieron un relevamiento en el departamento La Paz sobre todos los niveles de educación para evaluar la posibilidad de estar conectados mediante internet para suplir la presencialidad. Indagaron entre otros aspectos, si se disponía de computadoras, celulares, tablets y si se conectaban por wifi o datos móviles. “La conclusión de ese trabajo nos determinó que el 83 % de los 56 chicos y chicas relevados, tenían severos problemas de conectividad” empezó por recordar el dirigente Alfredo Bel, consultado por El Diario acerca de la motivación de la nota dirigida a Bordet.
Agregó que con el correr del tiempo, transcurrido incluso el período de vacaciones, “fuimos viendo que nuestros chicos en el sector rural –desde la zona de islas, el norte de la provincia, los departamentos con más y menos población- recibían solo cuadernillos y en algunos lugares, en algunos casos, algún apoyo vía whatsapp”.
DECISIÓN. Con ese panorama, en una reunión realizada el lunes con la participación de todos los delegados de la Federación de la provincia, se resolvió pedir el reinicio de clases presenciales en los establecimientos rurales “a partir de demandas concretas de padres que han visto que los chicos no han podido acompañar este proceso, sobre todo los que ingresaron a primer grado. Tiene un cuadernillo que no puede leer” subrayó antes de hacer extensivo los problemas que con matices afectaron a la población escolar en general.
“Destacamos el esfuerzo de algunos docentes de acompañar el proceso de aprendizaje, con la entrega de cuadernillos y el seguimiento por medios virtuales, pero la realidad dista mucho de ser la idea, una amplia zona carece de conectividad, y en este marco la imposibilidad de una comunicación fluida y de calidad”, expresa uno de los párrafos de la nota elevada a Bordet.
CONDICIONES FAVORABLES. Para sostener la posibilidad de retomar la presencialidad, Bel afirmó que en las escuelas rurales “no tenemos problemas edilicios, los espacios son amplios, ventilados, y con las condiciones actuales del tiempo se pueden buscar alternativas, se puede trabajar al aire libre también y los chicos se adecuan a esos lugares con total facilidad”, describió. Agregó que el docente puede adecuar los espacios, sin grandes cambios porque “los chicos van a ir con los barbijos, los padres van a estar comprometidos, las cosas que pidan a los alumnos, las van a llevar”.
En ese sentido, afirmó que “los padres son muy comprometidos con las escuelas. Son padres comprometidos con las cooperadoras, ayudan a los docentes, buscan la vuelta para que la educación de sus chicos pueda estar presente. Así que con todas esas cosas a favor pedimos la reapertura de las escuelas rurales”, expresó al precisar el alcance de la solicitud.
Son 850 las escuelas rurales en el territorio entrerriano, algunas de nivel primario y otras primarias y secundarias que “estarían totalmente en condiciones de ser abiertas y dar en estos dos meses un cierre del año con algún compromiso mayor al que ha habido”, dijo Bel a EL DIARIO, sin dejar de comentar que “hay docentes que han hecho un buen trabajo con los cuadernillos, pero la realidad es que si había que trabajar con modalidad virtual, no había forma de hacerlo”, reiteró.
SALUD. “Prácticamente nada” fue la respuesta de Bel a la consulta de esta Hoja sobre el nivel de contagio de Covid en la población rural. A título de ejemplo dijo “Feliciano tiene 4 casos; en Basualdo, La Verbena, por citar algunos lugares, es muy difícil que haya casos ahí. San Salvador y Feliciano tienen 9 y 4 casos en todo el departamento, o sea que en el ámbito rural es improbable que haya casos”, enfatizó.
Otro aspecto que destacó es que en el campo, no se ha dejado de trabajar. “Todo el mundo trabaja, no ha habido restricciones por lo tanto la extensión de la tarea habitual de una casa sería que los chicos puedan ir a la escuela”, insistió.
Para la dirigencia gremial docente
En consonancia con los términos de la nota, Alfredo Bel comentó un párrafo dedicado a la organización gremial docente. “El año pasado estuvieron muy preocupados con el tema de los agroquímicos y los fitosanitarios y resulta que ahora, no hicieron ninguna mención, no se preocuparon. Y después de la carta, de nuestra solicitud, -acotó- salieron a hablar de un pedido de la derecha. La educación es una cuestión de un derecho básico sobre todo para los chichos y plantear que pedir la reapertura de las escuelas es una jugada de la derecha, nos parece inexplicable”.
El escrito de la FAA, en tanto, expresa que “el año próximo pasado, soportamos la judicialización por parte del Sindicato Docente, en una supuesta defensa de los niños, pero hoy brillan por su ausencia en la búsqueda de garantizar el acceso a la educación de los mismos”.
Al margen
“Hijos de productores rurales, de propietarios, de asalariados, de peones rurales, conviven en la escuela rural. Hay escuelas que tienen 5,10, 20 o algunos alumnos más y muchas tienen un solo maestro, personal único, muchos de los cuales viven en la escuela” describió Bel antes de afirmar: “Nadie que vive en el ámbito rural busca una escuela en la zona urbana”.