Entre noviembre de 2023 y agosto de 2025, la provincia perdió 729 empleadores con personal registrado, lo que representó una caída del 4,2 por ciento del total. La disminución se observó en casi todos los sectores, con mayor impacto en comercio, hotelería y gastronomía, agricultura, transporte y servicios profesionales. La construcción fue el rubro con la mayor merma proporcional, con un retroceso superior al 15 por ciento.
El informe también registra un descenso significativo del empleo formal. En el período analizado, Entre Ríos pasó de 281.045 a 269.503 trabajadores registrados, lo que implica la pérdida de 11.542 puestos, equivalente a un 4,1 por ciento. La reducción afectó sobre todo a la administración pública, que concentró la mayor cantidad de bajas, seguida por la construcción, el transporte y el sector agropecuario. En estos rubros, el retroceso se explica por la paralización de obras, el achicamiento del gasto estatal y la contracción general de la actividad económica.
La dinámica por tamaño de empresa también refleja un panorama complejo. Casi la totalidad de los empleadores que dejaron de operar son pequeñas y medianas firmas, que representan el núcleo del entramado productivo provincial. Según el CEPA, el 99,9 por ciento de las bajas se concentró en empresas de hasta 500 empleados. En cuanto a la pérdida de puestos de trabajo, el impacto se repartió casi a la mitad entre pymes y grandes compañías, aunque la caída porcentual fue muy similar en ambos segmentos.
El estudio concluye que la situación laboral en Entre Ríos muestra un deterioro generalizado, con retrocesos simultáneos en el número de empleadores y en el empleo formal en la mayoría de los sectores económicos. Si bien algunas actividades registraron leves aumentos en la cantidad de trabajadores, estos no alcanzaron para revertir la tendencia global. El período evaluado describe así un escenario de contracción que afecta tanto a la estructura productiva como al mercado laboral provincial.(APFDigital)


