El Club Atlético Colón vivió el momento más glorioso de sus 116 años de historia al consagrarse campeón de la Copa de la Liga Profesional de Fútbol, escribiendo con letras doradas su nombre en la historia grande del fútbol argentino.
Como era de esperarse, una parte de Santa Fe está viviendo una fiesta única, soñada y que quedará para siempre en la memoria de cada uno de los hinchas del Sabalero.
Mientras que en la vereda de en frente, hinchas de Unión, que obviamente alentaban por Racing, en estos momentos deben estar tragando veneno, encerrados para no escuchar los festejos de sus primos por las calles.
Y está bien, es parte de cómo se vive el fútbol, más en nuestra querida República Argentina, donde queremos que le vaya bien a nuestro equipo y le deseamos todo lo contario a nuestro rival de toda la vida. No es más ni menos que el famoso folklore del fútbol.
Pero más allá de cargadas y deseos, lo logrado por el Negro eleva la bandera del fútbol federal, ése que alguna vez fue denominado chacarero o que hasta el día de hoy es mal llamado fútbol del interior.
Porque sacando las excepciones de ciudades como Rosario o La Plata -cuyas idiosincrasias se asemejan mucho a la porteña-, los campeones de nuestro fútbol no habían salido de otro lugar que no fuera CABA o el Gran Buenos Aires. A lo sumo podríamos mencionar la consagración de Talleres en la Copa Conmebol de 1999.
Esto logrado por Colón tiene que ser un disparador para los demás equipos de las provincias. Que gigantes como el ya mencionado Talleres, Atlético Tucumán o hasta el mismísimo Unión, por citar algunos de los que hoy se encuentran en la elite del fútbol argentino, no se conformen con tener un papel decoroso, sino que se animen a más, a jugársela para que el sueño de bordarle una estrella al escudo deje de ser imposible. Hoy, la modalidad y la cantidad de certámenes que se disputan permiten que aquellos que no tienen los presupuestos más grandes puedan pelear por un título.
Si el Decano y Central Córdoba de Santiago del Estero estuvieron muy cerca, llegando ambos a la final de la Copa Argentina, ¿por qué otro no puede subir un escaloncito más arriba? El fútbol argentino, más allá del sinfín de cuestiones criticables, se destaca por su competitividad.
Que la coronación de Colón no sea una excepción a la regla, sino que sea el puntapié inicial para que pronto podamos decir que ganó el fútbol federal.
VÍCTOR LUDI