Hay un Semáforo de Economías Regionales que busca simplificar la complejidad y heterogeneidad de la producción en el campo hacia una herramienta visual de análisis. Los datos arrojados a partir del último informe indican que sobre las 19 producciones principales en Argentina; 14 están complicadas.
En rigor, el semáforo del mes de octubre muestra 1 verde, 4 amarillos y 14 rojos. Los colores refieren a que los volúmenes de producción y la superficie o stock estimada es menor que la campaña anterior en 16 actividades como efecto del clima.
Las subas de precios al productor por encima de la inflación que se observan en el mes de septiembre, al igual que en los meses anteriores siguen respondiendo a faltantes temporales, más que a causas de paridad internacional. Un caso de esto es la papa o los cítricos dulces (naranjas, mandarinas y pomelos).
Las exportaciones, por su parte, se recuperan en mercados puntuales, y son menores en valor (precio x cantidad) en 14 de las actividades, respecto de estos 12 meses de la campaña anterior, pese a la devaluación de fines de agosto y el cambio en los derechos de exportación en algunas economías regionales. Con respecto a eventuales cambios en esta variable, deberían esperarse en la campaña siguiente.
La lechería está en “rojo” desde mediados del 2022
Para su análisis se sigue a nivel tambo la evolución de un modelo representativo de la lechería cooperativa (2500 litros diarios de la cuenca Santa Fe-Córdoba), mientras que las variables de precios, producción, stock y mercados se siguen las variables nacionales.
Esta actividad tiene rojo en su caracterización desde julio de 2022 a la actualidad, siendo una actividad con ciclos específicos, agravados por el clima y los mercados locales e internacionales.
Se observa que la variación de los precios al tambo (promedio SIGLEA – sept $118,36) es menor a la variación de la inflación (+113% vs +138,3%) en términos interanuales. Por ello, este punto está en rojo. A su vez, si se observa la distribución por cuenca y composición, el análisis se complejiza (reflejando mejor la realidad), sin embargo muestra conclusiones similares. En relación a los costos, han crecido a lo largo de 2023 por encima de los precios, pero en forma dispar de acuerdo al modelo de alimentación, el impacto de la sequía, la escala y la zona.
Usualmente se sigue un solo modelo, pero para esta campaña se hizo necesario considerar variables adicionales. Los tambos más pequeños tienen costos por litro producido mayor a aquellos de mayor escala, y las cuencas con mayor disponibilidad de pasturas tienen también costos más reducidos. La gama de costos, sin considerar la sequía de los tambos cooperativos, se encuentran ubicados en el óvalo naranja punteado (entre 115 y 135 pesos). Para agregar el costo de la sequía, se toma la referencia del OCLA-INTA que estima $24 pesos más para captar este efecto en el mes de septiembre. Con ello, se observa lo lejos que se encuentran los precios promedio (punto verde) de cubrir los costos de producción.
Algunas estrategias de supervivencia de los tambos ante esta situación son la descapitalización y la venta de hacienda, lo que resulta un punto urgente e impostergable para resolver. Fuente: Coninagro