Si bien la tecnología es una parte insoslayable de nuestra cotidianidad, aún encontramos resistencias a la hora de su aplicación en muchas organizaciones, incluso cuando hablamos de industrias lideradas por las generaciones más jóvenes.
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En el mundo de hoy, la evolución de la tecnología nos desafía seriamente a tener la capacidad de una visión más integral para decodificar con claridad, las señales que vienen de un territorio dinámico que trae nuevas oportunidades. Y, si bien la tecnología es una parte insoslayable de nuestra cotidianidad, aún encontramos resistencias a la hora de su aplicación en muchas organizaciones, incluso cuando hablamos de industrias lideradas por las generaciones más jóvenes. En este sentido, para humanizar la tecnología, es decir, para que su uso conviva con nosotros y que las personas continúen estando en el centro de las decisiones, es necesario transformar la mentalidad de los usuarios. ¿Cómo podemos hacerlo? Entendiéndola como un complemento, pero a su vez diseñando y ejecutando los procesos y las herramientas que permitan hacer buen uso de ella. Para lograrlo, es clave comprender que la tecnología es una herramienta desarrollada por y para las personas. Debemos ser conscientes de sus beneficios, para confiar en los sistemas y, a través de su uso eficiente, lograr mejores resultados. El impacto de la inteligencia artificial en el mundo del trabajo
Según estimaciones del Foro Económico Mundial, se calcula que para 2030 la Inteligencia Artificial va a generar US$15,7 billones en negocios y, en cuanto a la reconversión de perfiles, para 2025 se estima que 85 millones de trabajos a nivel mundial van a ser reemplazados, pero, como contrapartida, se van a generar otros 97 millones de puestos. Esto demuestra que la tecnología va a potenciar y ofrecer mejores oportunidades laborales, aún en un entorno de cambios profundos.
Ante esta irrupción de la inteligencia artificial, una de las principales barreras que debemos sortear para seguir creciendo es desmitificar que su crecimiento va a disminuir puestos de trabajo. En este punto, cabe destacar que la Inteligencia Artificial, así como el procesamiento de altos volúmenes de datos y la adopción de procesos digitales están diseñados para complementar y mejorar la rutina del trabajo de las personas y no para reemplazarlo. Es un hecho que siempre será necesaria la intervención humana para aportar creatividad, emoción y razonamiento, dejando los trabajos repetitivos a los sistemas tecnológicos. Para eso, es clave entender el proceso humano que requiere cualquier aplicación tecnológica. Dado que en cualquier institución deberemos adaptar nuestra cultura y modo de trabajo a las nuevas tecnologías y esto puede generar resistencia, pero si hacemos la transición de manera organizada y acompañando a los equipos, probablemente sea muy exitoso.
Es una realidad, que la implementación de las innovaciones digitales es una necesidad tanto para las empresas de tecnología como para cualquier otra industria, así como para el mundo de las organizaciones. Podemos citar el caso de la implementación de sistemas de gestión empresarial, siendo SAP el mejor ejemplo, que pueden aplicarse tanto en organizaciones de servicios como en empresas de producción. En este caso, el hecho de ser una herramienta versátil permite adaptar el contenido según las necesidades de cada institución. A la vez que proporciona el marco adecuado para adoptar procesos inteligentes de negocio, donde confluye la tecnología y el uso que las personas hacen de ella.
¿Cómo lograr una solución sostenible para el futuro de las organizaciones?
Se trata de ir por un enfoque humanista en el uso de la tecnología. De esta manera, se propicia que las personas trabajen de forma más eficaz para ofrecer un valor duradero en las empresas y, al mismo tiempo, contribuir con el bienestar del conjunto. Por eso, como industria tenemos la responsabilidad de educar en su uso, formar y capacitar tanto a las nuevas generaciones como a las anteriores; a la vez, seguir investigando para alcanzar nuevos estándares de adopción de las innovaciones que, sin duda, seguirán surgiendo de forma cada vez más acelerada.
Por Diego Lozano
- AMBITO