La Bolsa de Cereales de Buenos Aires dio a conocer su perspectiva agroclimática semanal, en la que pronostica las condiciones de temperaturas y lluvias que se esperan para los próximos siete días: desde este jueves 30 de junio hasta el miércoles 6 de julio.
En algunas zonas del norte del país, las máximas podrían llegar a los 35°C. Pero luego volverá a sentirse una ola de frío, que provocará heladas en gran parte del territorio argentino.
“Al inicio de esta perspectiva, los vientos del trópico se extenderán sobre gran parte del norte y el centro-oeste del área agrícola, produciendo temperaturas sobre lo normal”, remarca el reporte.
No obstante, el documento señala que el sur y el centro-este del área agrícola “comenzará a recibir vientos polares que acompañarán el paso de un frente”.
A medida que avance esa “vigorosa masa de aire polar”, se aguarda un “marcado descenso térmico, que se extenderá durante varios días”, con riesgo de heladas en gran parte de las zonas agrícolas.
El este del NOA, la mayor parte de Cuyo, gran parte de Corrientes y el noroeste de la Región Pampeana observarán temperaturas máximas superiores a 20°C, con focos con valores superiores: por ejemplo, en Chaco y Formosa, podrían alcanzarse los 35°C.
Por ejemplo, Buenos Aires, La Pampa, San Luis, Córdoba y el extremo sur de Santa Fe, observarían mínimas de entre 0° y 5°C.
LLUVIAS
En tanto, con respecto a la escasez de agua que sufre casi todo el país, seguirán las malas noticias: se espera el paso de un frente de tormenta con muy poca actividad, que dejará a la mayor parte del área agrícola sin aportes de lluvias, salvo algunas descargas de muy escaso volumen en el litoral mesopotámico.
El último informe semanal del Instituto de Clima y Agua del INTA coincide: nuevamente se daría una semana con lluvias prácticamente ausentes en la Región Pampeana y norte del país, exceptuando la probabilidad de chaparrones en el sur y norte de Buenos Aires, sur de Santa Fe y Entre Ríos.
Mientras que se esperan lluvias y nevadas de variada intensidad sobre zonas cordilleranas de Mendoza y Patagonia.
Una luz de esperanza es que, hacia el 10 de julio, se espera un evento de precipitaciones, que se concentraría sobre el este de Córdoba, norte de Buenos Aires y el NEA.