En tanto, la canasta alimentaria tuvo una suba de 6,5% y se necesitaron $39.862 de ingreso mensual para que un hogar no sea considerado indigente.
La Canasta Básica Total (CBT), que define el nivel de pobreza para una familia tipo de cuatro miembros, registró en marzo un costo de $ 89.690, tras aumentar en ese mes un 7,0%, superando a la inflación.
El costo de la CBT se incrementó en el primer trimestre del año un 17,8% superando el alza de precios minorista, del 16,1%, y su valor casi triplica al del salario mínimo y el de una jubilación mínima en el tercer mes del año.
Por su parte la Canasta Básica Alimentaria, que define el nivel de indigencia para el mismo grupo familiar, costó en marzo $ 39.862, un 6,5% más respecto de febrero, casi en linea con la inflación del 6,7%.
En el primer trimestre del año, la CBA sube un 17,8%, también por encima de la inflación en ese período.
En los últimos doce meses, la canasta básica total acumula un aumento del 47,3, mientras que el alza de la alimentaria trepó al 55,2% interanual.
Según las cifras oficiales, una familia de cinco integrantes requirió un ingreso de $94.335 para no encontrarse en situación de pobreza, más que duplicando el valor de un salario mínimo que en marzo era de $ 33.000.
Para un grupo familiar de tres miembros, los ingresos debieron llegar en octubre a $ 71.404, para no caer en la pobreza, lo que duplica el costo de una jubilación mínima que en marzo era de $ 32.630.
Las familias de cinco integrantes, para no estar en situación de indigencia necesitaron en marzo un ingreso mensual de $41.296 y en el caso de una grupo de tres integrantes debieron contar con $ 31.735.
Para un adulto mayor, el valor de los ingresos mensuales en octubre debería haber sido de $29.026 para no ser pobre, y para no caer en la indigencia, de $ 12.900.