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La demanda del sector avícola impulsa la formación de técnicos

La Facultad de Ciencia y Tecnología de la Universidad Autónoma de Entre Ríos (UADER), forma técnicos especializados en avicultura desde hace casi treinta años.

 

Por tal motivo, el portal especializado Cadena Avícola dialogó con el Coordinador de la sede Basavilbaso, Javier Berbauvede, un egresado de la primera promoción, hoy a cargo de la carrera de Técnico Universitario en Granja y Producción Avícola.

 
 

¿Cómo fue el desarrollo de la tecnicatura en los casi 30 años de existencia?

Este año comenzamos el ciclo número 27 de vida de la carrera, que comenzó allá en 1994. Soy egresado de la primera promoción y en este momento me desempeño como coordinador de la sede. En todos estos años la actividad avícola fue una de los que más avanzó en todos los sentidos tecnológico. Genética, calidad y profesionalismo, fueron los pilares de ese desarrollo. Comenzamos con los galpones con hornos a leña y hemos pasado por todo. Ahora lo último es la calefacción en base a chip de madera, con una caldera y un caño que recorre todos los galpones y distribuye aire caliente, además del gas, por supuesto.

 

¿Cuántos años de duración tiene la Tecnicatura y a qué apunta en los diferentes ciclos?

La tecnicatura tiene una duración de tres años con 30 materias en total; 10 en primer año, 11 en segundo y 9 en el tercero. De estas últimas se cursan 7 porque el resto son las prácticas profesionalizantes en una empresa, donde hace las partes prácticas. Es una vidriera donde los alumnos se hacen conocidos a través del trabajo y ello otorga la posibilidad de quedar en la empresa o conseguir trabajo en otras. También se agrega un trabajo final de integración, que hace las veces de una tesina, aunque con menos profundidad. La idea es que el alumno piense, busque e investigue.

La modalidad de cursada es presencial, pero ahora con el tema de la pandemia fue virtual, desde las mesas de exámenes hasta la cursada. Las materias son anuales, con parciales para mantener la regularidad y después a fin de año se rinden los exámenes finales para poder aprobar la materia y cursar año siguiente.

 
 

¿En ese recorrido los alumnos tienen la posibilidad de acercarse a la avicultura de la región?

La carrera, más que nada, está orientada más a la parte práctica que teórica, aunque va todo de la mano. Desde primer año salimos a visitar granjas y para ello agradecemos la predisposición de todas las empresas de la zona que conocemos, tenemos la posibilidad de que puedan ver cría de parrilleros, de reproductoras, plantas de incubación, de alimento balanceado, de faena, plantas potabilizadoras, generalmente en Granja Tres Arroyos y también Las Camelias con sus biodigestores.

 

En cuanto al plantel docente, debo decir que nos llena de orgullo porque son todos profesionales que trabajan en el sector avícola, como son los casos de los doctores Horacio Gamero, de Granja Tres Arroyos, Carlos Delmonte, de Soychú, Eber Ramírez de Aveguay, Emiliano Pomini, de FEPASA y Sierras del río. El año pasado incorporamos a Gustavo Pereira y Patricio García, de Bonin Hnos. Todos profesionales veterinarios que trabajan en nuestra sede y tiene poder de decisión en cada una de sus empresas y organismos, como son los casos del doctor Dante Bueno y el Bioquímico Mario Soria, encargados del laboratorio Aviar del INTA Concepción del Uruguay.

 

La posibilidad de que alumnos de diferentes puntos del Departamento Uruguay y de otras localidades puedan acercarse, seguro ha sido una experiencia muy importante, sobre todo teniendo en cuenta que quizás muchos de quienes están interesados en aprender de avicultura son de familia de productores avícolas de la región…

Últimamente vemos que la mitad de quienes ingresan provienen de familias productoras avícolas. La demanda que tiene la carrera ha sido muy importante en los últimos años. Ello ha motivado que no solamente se hayan inscripto para este año alumnos del departamento y de la zona, sino también de Los Charrúas, de Villaguay, Villa Elisa y han pasado también alumnos de Córdoba, Crespo o Gualeguay, Nogoyá y Rosario del Tala. Pero bueno el fuerte está en la zona de Concepción del Uruguay y Herrera, Caseros, Primero de Mayo y, por supuesto, de Basavilbaso. Las empresas de la zona buscan nuestros técnicos, lo que hace que no tengamos técnicos desocupados, aunque nos gustaría tener más egresados para para suplir esa necesidad que tienen las empresas.

 

¿Cuántos egresados han tenido, por ejemplo, el último ciclo?

En el primer año se inscriben entre 35 y 40 alumnos y llegan a tercero 7 u 8. Somos exigentes con la calidad de la educación. El año pasado, por la pandemia, se han recibido dos alumnos, pero el resto de sus compañeros está trabajando también en empresas del sector. Y eso es lo que lo que nos motiva y lo que nos pone contentos. Ahora ya están buscando para trabajar a chicos que cursan el segundo año y lamentablemente estamos luchando también con eso, porque van a trabajar y después se les hace difícil terminar. Estamos en conversaciones con las empresas para ver como como incentivarlos para que puedan culminar sus estudios.

 

Sobre todo teniendo en cuenta que la avicultura es una actividad agroindustrial, que viene en crecimiento todos los años…

La avicultura argentina ha demostrado tener la capacidad de incrementar su producción y el consumo también va en aumento, equiparando a la carne vacuna. La carne de pollo es muy buena, de muy buena calidad y nosotros formamos recursos de calidad para ese sector.

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