seguinforma
Destacadas Interes General

La importancia de la salud mental en tiempos de cuarentena

La psicóloga Vanesa Bolenberg (MP 1285) analizó las inquietudes que surgen en cuarentena, algo a lo que las personas no están acostumbradas. “Todos vamos a esta ‘batalla’ con nuestra estructura psíquica de base”, dijo en una entrevista con Mirador Entre Ríos.

En estas semanas difíciles que vivimos en el mundo por la pandemia del Covid-19, se habla constantemente sobre los cuidados que debemos tener para prevenir el contagio del coronavirus. Hoy, domingo 5 de abril, se cumplen 16 días que el presidente Alberto Fernández hizo oficial el decreto de aislamiento social obligatorio, también llamada cuarentena. Pero hay miles de personas que incluso están hace más tiempo encerrados en sus casas, a la espera de una solución. Por lo que no solamente tenemos que hablar del lavado de manos y todos los cuidados que conocemos, sino que también nos debemos abocar a la salud mental, ya que es la primera vez que todos nos tenemos que quedar tantos días encerrados en casa para evitar que el panorama siga empeorando.

Es por eso que Mirador Entre Ríos entrevistó a la Licenciada en Psicología Vanesa Bolenberg (MP 1285), para entender las diferentes problemáticas que pueden surgir a partir del encierro, la rutina, los vínculos, la ansiedad, los pacientes que siguen en tratamiento, y de algunas aristas más.
“Desde el Ministerio de Salud de Nación nos están recomendando a los profesionales sugerencias para la población. Dentro de esas medidas, lo que fundamentalmente nos piden es cuidar la salud mental de todas las personas y que encontremos diferentes recursos para poder sobrellevar estos días de encierro, el estrés propio y la angustia contenida que genera la pérdida de la vida cotidiana. Porque al fin y al cabo es eso, una pérdida de nuestra rutina diaria. Hay un sector de nuestra población que sigue trabajando, pero en los horarios adaptados a las normas de prevención del gobierno, y los que estamos en nuestros hogares aislados somos los que perdimos varios ejes de nuestra rutina laboral. Lo fundamental en ese sentido es poder entender que tenemos que sobrellevar mucha angustia y estrés. El tema es cómo hacerlo y en eso, las recomendaciones que se nos dan en primera medida tienen que ver con el hecho de no perder el contacto social, es decir, no aislarnos y mantener contacto con el otro para expresar nuestras emociones, estar contenidos y hablar sobre las situaciones de angustia”, destacó la profesional.

“Otra sugerencia es mantener una rutina específica, ya que no perder el sentido del tiempo es fundamental para la salud mental de las personas. Eso implica no olvidarnos de dormir bien y fomentar el buen descanso, respetar los horarios estipulados para las comidas, no híper-estimularnos con información, series o lo que fuese. Y también mantener hábitos saludables, sea en la alimentación o en la realización de actividad física. También hay que guardar tiempo para jugar con los hijos, para explicarle lo que está pasando, para que interactúen con sus abuelos, etc. Todas esas son medidas que apuntan a sostener a la población en lo que tiene que ver con afrontar la salud mental en tiempos de aislamiento”, precisó Bolenberg.

Síntomas del aislamiento

-¿La incertidumbre es peligrosa?

-Hay dos extremos que son peligrosos. Por un lado, el caer en la incertidumbre porque sí: ahí necesitamos una medida de información. A nivel mundial se trabaja de manera mancomunada, veloz y correcta, con intervenciones políticas y de especialistas, hay un trabajo muy grande que no justificaría la incertidumbre por sí sola. En ese caso es importante tener una información correcta y oficial. Pero también vamos a convenir que el exceso de información, que es un tema del cual se nos está pidiendo mesura, tiende a generar mucha ansiedad y estados de pánico.

Tenemos que aprender a lidiar entre los dos extremos, contemplando siempre que no es la misma la situación que atravesamos en Entre Ríos donde la pandemia no está golpeando fuerte y estamos en una fase más bien de prevención, a la que atraviesa la gente de Italia donde en cada familia hay una situación de duelo y los médicos están sobrepasados. Por eso no es lo mismo pensar en la incertidumbre de un entrerriano a la de un italiano, no tiene el mismo valor; pero sí es muy importante la mesura y poder acceder a información oficial o de profesionales.

-¿Puede una persona crear o descubrir un trastorno durante el encierro?

-Hay mucha gente que va a empezar a sufrir síntomas propios del aislamiento y la sobre-información. Estamos hablando de cierta sintomatología asociada a la ansiedad y ataques de pánico. Pero en realidad todos vamos a esta “batalla” con nuestra estructura psíquica de base. Algunas personas lo vivirán desde el aislamiento, la presión y la soledad, y a lo mejor se le manifieste con ansiedad o ataques de pánico. Pero si por ejemplo estamos hablando de una persona que padece hipocondría, puede llegar a sentir en su cuerpo los síntomas propios de la enfermedad; pero es válido aclarar que no cualquiera llega a ese punto. Por eso decía que todos vamos con nuestra estructura psíquica de base a afrontar esta situación y todos hacemos lo que podemos.

Además tenemos que pensar que hay una buena parte de la población que estaba en tratamientos sobre alguna problemática específica de su salud mental. Y el hecho de estar en aislamiento no lo soluciona, al contrario, en muchos casos lo dificulta porque se ve truncado el acceso al profesional de la salud mental con el que se estaba tratando. En realidad no sería una limitación, porque desde el Ministerio de Salud de la Nación se ha tratado de regular este tema con lo que se llama “teleterapia”, que es la sesión virtual.

Siempre se dice como metáfora que Crespo está inmerso en una burbuja, ya que ninguno de los temas más relevantes a nivel nacional ?de cualquier índole? tiene repercusión fuerte en la ciudad. Al consultar a la psicóloga crespense si eso dificulta a la hora de que la población acate las órdenes de la cuarentena obligatoria, respondió: “Pienso que en general la actitud de la sociedad tiene que ver con otra cuestión y es que hay que entender que la pandemia es equivalente a un duelo. Todos estamos haciendo un duelo social en este momento y como todo duelo, tiene diferentes etapas. Hay gente que la vemos como indiferente, sensible o hasta rebelde. Y yo creo que el mayor porcentaje de la sociedad de Crespo está todavía en una etapa de negación, pensando que no va a pasar nada y que el coronavirus está lejos. El caer en la negación es un intento de resolución que tenemos, no es eficaz porque el intento de resolución exitoso es seguir las medidas preventivas y de cuidado que nos han dado, pero al fin y al cabo es un intento que se está planteando. Es importante entenderlo de esta forma porque en lugar de enojarse con esa gente que sale y no cumple con la cuarentena, hay que seguir trabajando en informar y explicar porqué es importante quedarse en casa, ya que no es tan fácil para algunas personas asumir que verdaderamente estamos ante un problema serio y eso genera mucha angustia. Como así también existen los otros que están sumamente depresivos y piensan que es el fin del mundo, y tampoco es así porque no tenemos evidencia alguna de que sea el fin de la humanidad. Todavía se está trabajando en buscar los diferentes recursos como para poder resolver y salir adelante como se hizo en otras épocas con las diferentes pandemias que aparecieron”.

“Esta pandemia se vence con solidaridad”

-¿Hay algo positivo en todo esto?

-Lo fundamental y con lo que yo me quedo personalmente, es con lo que le escuché decir a un médico hace algunos días: que esta pandemia se vence con solidaridad. Creo que lo más positivo de todo es, justamente, esa expresión, que este es un problema que se puede trabajar con un aporte que todos podemos hacer desde el lado solidario y la comprensión del cuidado mutuo. Si podemos comprender eso las diferentes comunidades, saldremos fortalecidos, y si no lo podemos comprender lamentablemente vamos a tener muchas pérdidas tanto materiales como humanas.

-¿Cómo lo tomas personalmente al tema?

-En lo profesional desde el miércoles 18, es decir antes que se decrete la cuarentena obligatoria, empecé a pasar de las terapias presenciales a la teleterapia. Sé que muchos colegas de nuestra ciudad han hecho lo mismo. Cuesta un poco por la falta de costumbre y porque no está dentro del imaginario social del común de la población el hecho de encontrarse con su psicólogo a través de una pantalla. Una vez que la gente lo intenta, la recepción es muy buena. He descubierto para mi sorpresa que se puede trabajar muy bien. Hay personas a las que incluso les resulta mejor, porque logran desinhibirse y plantear cuestiones que tal vez en el encuentro presencial no lo podían hacer. Ha sido muy positivo, pero todavía nos resta trabajar mucho sobre ese concepto y poder introducirlo en el imaginario social. También hay una cuestión importante que es la de la cobertura de las obras sociales, ya que hay algunas que están cerradas a esta forma de terapia virtual pese a que el Ministerio de Salud de la Nación lo ha recomendado. Así que hay una lucha que los psicólogos de la Argentina estamos llevando adelante, para que sea reconocido por todas las obras sociales y así las diferentes personas puedan acceder al servicio sin ninguna interrupción.

-¿Cómo pensas que actuaremos después de todo esto?

-Nos quedan muchas cuestiones para pensar. Nos queda el volver a construir los lazos sociales, nos quedan muchos abrazos pendientes, reencuentros y también creo yo que después de esto nos espera un gran festejo. Ese festejo de quien logra reencontrarse luego de una dura guerra, porque no deja de ser como vivencia, una situación de guerra donde todos estamos separados de nuestros seres queridos y no tenemos certeza alguna de cuál es el rumbo. Por eso insisto en el concepto de reconstruirnos y volvernos a encontrar, con nosotros mismos y con nuestro entorno también.

Reflexión

Bolenberg se tomó unos minutos para comunicar una reflexión de todo lo que está pasando y hacer hincapié en la tranquilidad con la que tenemos que afrontar este tipo de temas.

“Trabajo mucho con las redes sociales y trato de generar contenido propio que le llegue a los pacientes y a quien lo quiera leer. Hace algunos días compartí una de las primeras reflexiones que hice y me gustaría remontarme a eso, es justamente sobre lo que un paciente joven me planteaba. Todavía no estábamos en cuarentena y él me planteó que sentía una sensación amarga que no había conocido hasta ahí, cuestión lógica porque ninguna generación atravesó esto. Y me decía que sabía lo que era la amargura de sentirse mal, él por cosas que no le salen, pero que esto es más grande de lo que podía pensar y que sentía en ese momento que no había un mañana, o que por lo menos no lo podía ver. Entonces en mi reflexión, me permití transformar ese ‘no habrá un mañana’, planteándolo como ‘abra un mañana’. Creo que estamos austeros en este momento y que perder el futuro de vista es un lujo, que hoy por hoy tenemos que enfrentar una pérdida real que todavía no podemos dimensionar cuánto se llevará. Así que cada uno de nosotros tiene que decidir si también va a perder su esperanza, su solidaridad, su sentido de trascendencia, su fe, su estabilidad emocional, o si va a conservar todo eso. Es como una disyuntiva en la que todos tenemos que elegir si no habrá un mañana o abrir un mañana. Por más terrorífica que sea la situación, el mañana siempre nos pertenece y no se lo podemos dejar a ningún virus ni a ningún miedo”, concluyó.

Artículos relacionados

Los Certificados de Discapacidad que vencen en 2021 también serán extendidos un año

Redaccion

El Tribunal de Cuentas remitió a la Legislatura el informe de la Cuenta General del Ejercicio 2018

Redaccion

Avanza la Variante Delta de coronavirus en Córdoba: internaron al caso cero por neumonía bilateral

Redaccion