La intervención del BCRA no compensa la escalada de precios y la devaluación brasileña, que encarecen la producción local respecto de la de los principales socios comerciales.
En lo que va del año, el Banco Central permitió un ligero deslizamiento alcista del tipo de cambio y el dólar mayorista, que determina la competitividad desde un punto estrictamente cambiario, subió 70 centavos o 1,2%, desde los $59,89 del cierre de 2019 a los 60,59 pesos.
La autoridad monetaria puede regular con escaso monto el nivel de precios de un dólar administrado, en una plaza que registra bajo volumen operado, cerca de los USD 200 millones diarios, en promedio.
De esa manera, la entidad puede a la vez, mantener el nivel de reservas cerca de los USD 45.000 millones, comprometidas éstas por la falta de crédito externo.
Esta estabilización sería a corto plazo, ya que con una inflación en torno al 3% mensual, la economía argentina vuelve a enfrentarse al dilema de ponerse más cara día a día. Dicha situación quedó en evidencia por la devaluación que experimentó el real brasileño.
El dólar en el país vecino subió cerca de 5% desde que empezó el año, de 4,02 reales por unidad a 4,23 reales. En 2019, el índice de precios al consumidor acumuló un 4,5%, lo que Argentina podría registrar en un solo mes de fuerte alza del dólar, combustibles o tarifas.
Es decir, que el índice de Tipo de Cambio Real Multilateral (ITCRM) que calcula el BCRA cedió unos seis puntos en lo que va de 2020. Actualmente, en 117,7 puntos, sigue alto: un 17,7% por encima de un valor de equilibrio. Pero resignó 5,7 puntos desde los 123,4 puntos del 31 de diciembre pasado, dinámica que refleja la velocidad con la que la Argentina pierde competitividad cambiaria por una inflación que a la larga termina absorbiendo la devaluación del peso.
Desde el 6 de febrero de 2019 hubo un salto cambiario de 61,5%, desde los 37,52 a los 60,59 pesos mayorista; una inflación interanual del orden del 54%, desplome de reservas del 30,9% y fuga de depósitos. Además, el BCRA tuvo una política monetaria errática según destaca un informe de Infobae, con un piso de tasas de referencia de 44% en febrero del año pasado, que saltaron al 85% en septiembre y ahora se redujeron en forma drástica al 48% con impacto marginal en la reducción de la inflación.
El efecto de intervenir el tipo de cambio también queda explícito en lo ocurrido a partir de las elecciones primarias: el dólar mayorista subió en pocos días de 45,25 pesos el 9 de agosto a los 60,40 pesos el 14 de agosto, donde quedó estabilizado hasta ahora.
El índice de tipo de cambio real replicó el alza: se incrementó de 112,8 puntos a 148,6 puntos el 14 de agosto. Pero luego restó más de 20 unidades, a 117,7 puntos en menos de seis meses, para quedar apenas cinco puntos por encima del nivel previo a las PASO del 11 de agosto.