Los expertos del Comité expresaron además su “decepción por los retrasos en la ayuda” económica.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) declaró este miércoles el brote de ébola en República Democrática del Congo (RDC) “emergencia de salud pública de interés internacional”, una denominación poco común que sólo se utiliza para las epidemias más graves.
“Es hora de que el mundo tome nota”, dijo en un comunicado el director general de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus, quien aceptó el consejo de su junta asesora de invocar las disposiciones de emergencia sólo utilizadas por el organismo de salud de la ONU en cuatro ocasiones anteriormente.
Los anteriores fueron la gripe H1N1, o gripe porcina, en 2009, la propagación del virus de la polio en 2014, la anterior epidemia de ébola que afectó a gran parte de África occidental (Liberia, Guinea y Sierra Leona, en particular) entre 2014 y 2016, así como el gran empuje del virus Zika, también en 2016.
Sin embargo, en esta ocasión, recomendó que no se cierren las fronteras de la RDC.
La agencia de la ONU tomó su decisión tras detectarse un caso fatal en la segunda ciudad más importante de República Democrática del Congo (RDC), Goma, fronteriza con Ruanda. En junio se señalaron dos casos en la vecina Uganda.
Los expertos del Comité de Urgencia de la OMS, reunidos en Ginebra desde el mediodía de este miércoles, por otro lado, expresaron su “decepción por los retrasos en la ayuda” económica.
“Es fundamental que los Estados no utilicen el estatuto de emergencia global como excusa para imponer restricciones comerciales y de traslados que podrían tener un impacto negativo dobre la respuesta (sanitaria), y sobre la vida de la población en la región”, subrayó el profesor Robert Steffen, jefe del Comité de Urgencia de la OMS.
Por su parte, la Federación Internacional de la Cruz Roja y la Media Luna Roja (IFRC) afirmó que “acogía con gran satisfacción” esta decisión.
“Si bien esto no cambia la realidad sobre el terreno para las personas afectadas (…) esperamos que atraiga la atención internacional que merece esta crisis”, señaló el IFRC en un comunicado.
El detonante, el caso de Goma
La epidemia del ébola comenzó en la República Democrática del Congo hace casi un año y desde entonces ha matado a más de 1.600 personas.
En tres ocasiones anteriores, la OMS se abstuvo decretar la emergencia cuando ocurrieron brotes en las provincias de Ituri y Kivu del Norte, en el este de la República Democrática del Congo.
Pero la aparición de un caso en la capital de Kivu Norte, Goma, que limita con Ruanda, que se saldó con la muerte del paciente, aumentó la gravedad de la crisis.
Tedros calificó esta semana al paciente de Goma como un “cambio potencial”, porque la ciudad es una “puerta de entrada” a la región de los Grandes Lagos de África y al mundo en general.
El paciente de Goma fue descrito como un predicador evangélico que había viajado desde la ciudad hasta Butembo, uno de los pueblos más afectados por el ébola.
Según se informó, había tocado a varios pacientes del ébola y ocultado su identidad para eludir los controles sanitarios mientras se dirigía a Goma. El comité de emergencia citó al paciente como “motivo específico de preocupación”.
“Hay signos preocupantes de una posible extensión de la epidemia. A pesar de las mejoras significativas en muchos lugares, existe preocupación sobre la propagación potencial de Goma”, dijo.
Goma es una ciudad fronteriza de aproximadamente un millón de habitantes situada en la orilla norte del lago Kivu, junto a la ciudad ruandesa de Gisenyi.
Tiene un puerto que enlaza con Bukavu y la provincia de Kivu del Sur y un aeropuerto con vuelos a Kinshasa, la capital de Uganda, Entebbe, y Addis Abeba, la capital de Etiopía.
Este miércoles, en el paso Goma-Gisenyi, se pedía por megáfono a todos los viajeros que se lavaran las manos “para prevenir el virus de la enfermedad del ébola”, usando recipientes de agua con lejía añadida.