La sociedad argentina se ve recurrentemente afectada por la violación de derechos que forman parte de nuestras garantías constitucionales, habiéndose estos actos transformado en acciones sistémicas muchas veces acompañadas desde el poder político.
Los productores ovinos formamos parte del mundo productivo que con su trabajo diario aportan riqueza genuina, en un país que atraviesa serias dificultades que solo podrán ser superadas por la vigencia plena de la ley y la certeza de que el trabajo, el esfuerzo son el camino a seguir.
Quienes nos precedieron fueron pioneros que asumieron el desafío de producir y asumir riesgos cuando la Argentina estaba en su etapa fundacional. Ellos contribuyeron a generar una Argentina valorada y respetada por el mundo, hoy más que nunca deberíamos mirarnos en ese espejo para advertir que ese fue y será el rumbo.
Los últimos acontecimientos que se produjeran a lo largo y lo ancho del país pone en riesgo el estado de derecho y la vigencia plena de nuestra Constitución, las usurpaciones de tierra, las acciones violentas contra la propiedad privada ponen en riesgo el mantener una sociedad donde prime la ley como principio básico y donde los poderes del estado cumplan y hagan cumplir la misma.
Es menester recuperar un orden y la vigencia de la ley. Esto no responde solo a los hechos recientes de conocimiento público, ya que la Patagonia registra cantidad de acciones desde hace más de 20 años, que muestran violaciones, intromisiones y/o usurpaciones que pese al tiempo transcurrido continúan siendo debatidas sin que el poder judicial genere sentencias que definan con claridad las situaciones violentas que estos actos representan.
Art 17. Constitución Nacional: “La propiedad es inviolable y ningún habitante de la Nación puede ser privado de ella, sino en virtud de sentencia fundada en ley.”
Desde la Asociación Argentina de Criadores de Merino pedimos que los poderes del Estado cumplan con la vigencia y el respeto pleno a los contenidos de nuestra Constitución Nacional y de las leyes que la regulan.