Los futuros de la soja que se negociaban en el Mercado de Chicago subían 1,7 por ciento para ubicarse en 641,9 dólares la tonelada. El maíz también asciende mientras que el trigo cae.
La persistencia de la guerra en Ucrania y problemas climáticos en los principales países productores impulsaron hoy una nueva suba del precio de los granos que, en el caso de la soja y el maíz, llegan a niveles nominales cercanos a los récords de 2012. La tonelada de soja subía 1,7 por ciento en el Mercado de Chicago para ubicarse en los 641,9 dólares la tonelada, y tocar así un máximo desde el 14 septiembre de 2012.
Ademas, los problemas de producción en Estados Unidos y la perspectiva cierta de un fuerte descenso para la campaña venidera en la zona del Mar Negro provocaron las subidas. En el caso de la soja se le suma la fuerte demanda que existe en el mercado de aceite de soja y el optimismo sobre la demanda para exportación de la semilla oleaginosa en Estados Unidos, según analistas.
Según un informe de la corredora Granar, la firmeza de los precios estuvo apuntalada “por las subas del aceite y por la firmeza que experimenta el valor del petróleo, dato este último que resulta un incentivo para un mayor uso de biocombustibles en el corte con los combustibles fósiles, que se encarecieron desde el inicio de la guerra en Ucrania y por las sanciones impuestas a Rusia”.
Ayer, en tanto, el maíz avanzaba 1,3 por ciento hasta los 320,86 dólares la tonelada, mientras que el trigo descendía 1,2 por ciento y se comercializaba en 399,12 dólares en los contratos de mayo.
En el maíz, influyen en gran medida las nevadas caídas sobre zonas agrícolas del Medio Oeste, que demorarán aún más el avance de la siembra del cereal y que podrían derivar en cambios en la intención de siembras.
Por otro lado, pronósticos de lluvias inferiores a las necesarias durante las próximas semanas sobre el centro y el norte de Brasil atentan contra las buenas perspectivas que traía la segunda cosecha de maíz, de la que depende más del 75 por ciento de la oferta total del grano grueso brasileño.
Por último, las subas del trigo se relacionan con la continuidad de la guerra en Ucrania, que sigue complicando el comercio desde ese país y mantiene los interrogantes sobre la oferta de la nueva cosecha.
El gerente de análisis y consultoría de FyO, Dante Romano, explicó que el mercado de granos mira en la actualidad tres cuestiones fundamentales: la sequía en Sudamérica y sus efectos sobre una cosecha que aún continúa; la guerra en el Este europeo; y la incertidumbre respecto a la producción norteamericana.
En el caso de la falta de lluvias que aquejaron a Argentina, Brasil y Paraguay -que impactó en la producción de soja y maíz con sendos recortes que todavía continúan-, Romano dijo que “ya fue descontado por el mercado esas pérdidas”.
La cuestión ahora se focaliza en la guerra entre Rusia y Ucrania, que es uno de los principales factores que sigue imprimiéndole una fuerte volatilidad al mercado de granos, ya que en este último país “hay una imposibilidad de embarcar 15 millones de toneladas de maíz, mucho trigo y aceite girasol”.
Por último, el tercer componente que guía los precios “es la campaña de soja y maíz que está comenzando en Estados Unidos, como así también la de trigo de invierno”.
En el caso de este último, hay lotes que presentan la “peor calidad de los últimos 26 años”, mientras que para la siembra de los granos gruesos “se espera una mayor superficie de soja en detrimento de la de maíz, debido al alza en el precio de los fertilizantes”.