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La vuelta a las aulas en el corto plazo, una utopía frente a la crisis sanitaria

“Nuestro mensaje hacia las familias y los docentes es mantener la tranquilidad porque sabemos que el contenido es recuperable”, dijo Martín Müller, titular del Consejo General de Educación de Entre Ríos. A un mes de la suspensión de clases, en la provincia continúa la búsqueda para garantizar la continuidad educativa a través de diversas estrategias.

Eugenia Delorenzi
redaccion-er@miradorprovincial.com

El domingo 15 de marzo se anunciaba a nivel nacional la suspensión de las clases en todo el país, no así el cierre de los establecimientos educativos como una de las primeras medidas tomadas por el Gobierno en un contexto de pandemia mundial por coronavirus. Desde entonces se debieron comenzar a elaborar e implementar diversas estrategias educativas para poder continuar con el dictado de clases, ya sea con el envío de trabajos o material de estudio, como así también a través de las aulas virtuales y programas educativos en radios y medios audiovisuales, tanto públicos y privados.

Ahora, a un mes de tomadas estas medidas y con el cierre del primer trimestre aproximándose, empiezan a surgir los interrogantes ?tanto en las familias como en los estudiantes? sobre cuáles serán los criterios de evaluación, de qué forma se implementarán y cómo continuarán las clases mientras persista el aislamiento social, preventivo y obligatorio decretado por Nación.

La situación en Entre Ríos

Martín Müller, titular del Consejo General de Educación (CGE) de Entre Ríos, en una entrevista con Mirador Entre Ríos analizó las medidas implementadas en la provincia y cuáles serán los pasos a seguir. Respecto a cómo evalúa la experiencia en la provincia, Müller indicó: “De alguna manera para nosotros lo que implicó la suspensión de clases hace ya tres semanas ?quizás es algo que no nos tomó por sorpresa porque dadas las circunstancias y lo que se venía dando en torno a la pandemia es algo que se podía prever que pasaría?, pero sí de algún modo se aceleraron algunas cuestiones que ya teníamos en agenda para el mediano plazo, en términos de romper con ciertas estructuras de lo escolar que sin dudas se tenían que empezar a dialogar y salir de lo tradicional para hablar con otros formatos, otras herramientas y con otros tiempos, lógicamente con lo que pueda aportar la tecnología y sin desconocer el carácter irremplazable del aula, del espacio físico, común y compartido”.

-¿Cómo se dio la articulación docente?

-Obviamente fue un cambio excepcional en la que se dio y sería necio decir que fue ordenado inmediatamente, porque claramente fue un cambio que se dio de un día para el otro y llevó toda una primera etapa de organización, de justamente de encontrar los roles de cada uno de los actores que hacen a la educación y la comunidad educativa que es muy heterogénea y compleja, por eso nosotros desarrollamos esta tarea de esta forma, organizándola por etapas. Recién esta semana que pasó comenzamos la segunda etapa.

-¿Cuáles son esas etapas?

-La primera etapa comenzó con los documentos que lanzamos el mismo lunes una vez suspendidas las clases, que en primer lugar indicaban a modo de mapa una estrategia para que la escuela se organizara, que viera cada uno qué hacer con cada situación particular y un segundo documento con herramientas para los docentes para pensar estrategias pedagógicas para los alumnas.

Y ahora en la segunda etapa que comenzó, nos tomamos el trabajo de en primer lugar darle cierta homogeneidad y cierto orden a la diversidad enorme de propuestas que surgieron en esos primeros días cuando nosotros lo que hicimos fue darle autonomías a las escuelas para que decidieran su organización.

-¿Cómo analiza la estrategia en comparación con la de otras provincias?

-Hubo provincias que optaron otra estrategia que tiene que ver con decir: bueno, armamos este contenido, esperen que el organismo central de criterios educativos arme un contenido y ese contenido es el que se enseñan en todas las escuelas por igual. Nosotros creíamos que si bien esto podía ser práctico y más sencillo, desconocía que había un montón de realidades escolares diferentes en la provincia, historias y trayectorias de alumnos y alumnas muy diferentes y había que darles tiempo para que cada escuela hiciera su propia evaluación y su propio contenido. Entonces lo que estamos haciendo ahora es ordenar, porque obviamente en función de esa autonomía que les dimos ocurren situaciones en las que hay excesos de contenidos, o quizás menos contenidos, es decir, muy diversas realidades.

Otra cosa que nosotros hacemos además del aula y trabajo virtual es trabajar con cada escuela para que podamos tener una unidad de criterios en toda la provincia para pasar a una tercera etapa que no sabemos cuánto tiempo durará y debemos prever una forma de evaluar ese trabajo que se está haciendo ahora.

-¿Cuál fue el mayor inconveniente con el que se encontraron?

-Uno en primer lugar lo que ve como inconveniente es que lo que hace esta realidad es agudizar fenómenos de desigualdad y de acceso, que ya existen desde hace años 40 años y todo esto que estructura la realidad de esta forma agudiza la desigualdad en el acceso a un bien tan necesario en este momento como lo es la conectividad, los datos móviles en el celular, la conexión a internet cuando uno precisa justamente ese medio como principal forma de comunicación de la escuela con la familia. Desigualdades culturales, sociales y económicas que perjudican las posibilidades de que todos los alumnos y las alumnas reciban de la misma manera el material que les enviamos. Lo que nosotros tenemos que hacer como Estado es trabajar para ver cómo hacemos con estas situaciones que vemos más difíciles y desiguales.

En ese sentido lo que estamos haciendo es habilitar datos gratuitos en los celulares para que puedan acceder al material aquellos que no tengan acceso a una conexión a internet o que necesitan datos pagos en sus celulares. Hoy y mañana está llegando el material impreso desde Nación para repartir fundamentalmente a las escuelas rurales, y algunas escuelas de contexto vulnerable atendiendo así que tengan el material impreso, que son clases para que tengan continuidad en el tiempo, que ya están bien diagramadas que servirán para nuestros docentes pero es una estrategia flexible. Nosotros entendemos que en este contexto lo que tenemos que hacer es estar de alguna manera sirviendo de acompañamiento y apoyo a las familias, a los estudiantes, ya que la escuela siempre ha sido eso, aparte de aprendizajes y enseñanzas es un organizador de la vida, sosteniendo una rutina, un tiempo, un encuentro entre las familias con los niños, niñas y adolescentes así que no queremos dirigir sino acompañar y estar presentes.

-Se acerca el cierre del primer trimestre y aparecen las dudas sobre la evaluación, ¿ya hay un plan al respecto en Entre Ríos sobre cómo se hará?

-Nosotros en primer lugar, casi todas las decisiones que vamos tomando en trazos gruesos las coordinamos con el Ministerio de Educación de la Nación, y con el Consejo Federal, porque consideramos que es importante dar una misma línea en este caso y acordar criterios, por eso hay una comisión trabajando a nivel nacional con representantes de la provincia en función de definir un criterio de acreditación de los contenidos dados en este tiempo y también nosotros estamos trabajando sobre una propuesta provincial.

De todas maneras nuestro mensaje hacia las familias y los docentes es no sobreexigirnos, mantener la tranquilidad porque sabemos que el contenido es recuperable, que tenemos estrategias para que el día que abra la escuela podamos acelerar y priorizar los contenidos que no se hayan podido trabajar en este tiempo. Nosotros creemos que esta semana y este mes no van a ser tiempos muertos o tiempos perdidos sino que hay un trabajo que será reconocido a la hora de acreditar saberes, conocimientos y capacidades y creo que tenemos las herramientas para hacerlo. Por eso digo, al término de la semana y cuando sea la fecha de cerrar el trimestre iremos transmitiéndoles a través de documentos a las escuelas y a las instituciones cuáles serían los criterios comunes pero claramente no es un tema que hoy ponga en riesgo la continuidad o la trayectoria de nuestros alumnos y alumnas. Es algo totalmente manejable y veremos lógicamente la próxima semana cuál es el panorama y por cuánto tiempo puede extenderse para así pensar otras estrategias.

Hoy el primer trimestre, y las notas del primer trimestre no es algo que no pueda ser contemplado en función de pensarlo como una unidad con el segundo trimestre, como una evaluación conjunta, no hay nada que ponga en riesgo en términos formales la evaluación, pero sí vamos a poner en foco en los momentos más delicados que tienen que ver con el inicio de la primaria y el último año de secundaria que en términos generales es un trabajo que estamos realizando esta semana, y con quien coordinaremos esas situaciones”.

Medidas pensadas para el retorno

-En el mediano plazo ¿se habla de un plan respecto del regreso escalonado a las escuelas?

-A nivel nacional estamos tratando de acordarlo entre todos. El regreso escalonado tiene más que ver con el regreso a las escuelas en aquellas provincias en las que no ha habido casos de coronavirus, en donde está controlada en términos sanitarios la situación. Seguramente va a ser mucho más difícil ese regreso escalonado en esos lugares donde hay mayor concentración poblacional, donde es más necesario el transporte público para ir a la escuela, eso va a ser en que en algún momento que se empiece a escalonar ese regreso.

En la provincia aún no lo hemos decidido, nosotros queremos seguir manteniendo el criterio de la autoridad sanitaria para tomar esas decisiones. Esperamos que nos den las directivas al respecto, creemos y entendemos que sea factible que quizás en algunos lugares haya un regreso a la escuela primero, como lo es la escuela rural pero no es algo que tengamos definido aún. Creemos que si hay que continuar trabajando así vamos a priorizar la salud y no vamos a poner en riesgo a ningún miembro de la comunidad educativa. Tenemos las herramientas porque con el tiempo de alguna forma esto requiere que nos vayamos organizando mejor, que estemos más cerca y como se viene trabajando y la verdad es que aún no tenemos plazos y siempre siguiendo los criterios, tanto el gobernador Gustavo Bordet que ha sido muy respetuoso de las medidas tomadas por Nación y nosotros también, y da una previsibilidad y ordena un poco pese a al contexto que estamos atravesando, así que aún no hay plan para el regreso a las aulas ni tampoco modificación del calendario escolar.

-¿Hay preocupación en relación al tiempo que transcurre?

-Lógico, uno no mira al costado y no es una situación común, pero no es la primera y ya han ocurrido momentos como estos en otras oportunidades y por otras causas, se ha salido adelante a pesar de eso. La escuela en términos de estructuras ?de los años y de los grados? tiene un formato que va más allá de lo que se aprende.

La escuela funciona de esa manera con seis años en la primaria, con seis o siete años en la secundaria pero eso no implica, o sea, no hay una cuestión cuantitativa de tiempo para aprender contenidos o capacidades o saberes necesarios sino que son muchas más cosas que hay en la escuela por las cuales hay tanto tiempo para la formación.

-¿Y cuál es el principal desafío?

-Lo que sí es difícil compensar y el principal desafío, que excede a la escuela y a la educación porque es un problema social, es la desigualdad de origen y es ahí donde impacta la falta de días de clases y que obviamente ahí hay una interpelación a la sociedad en general.

Hay que pensar la escuela en términos de que no se puede exigir más de lo que da a la escuela, por las desigualdades de origen que tienen que ver con interpelarnos a nosotros mismos para que construyamos una sociedad más igualitaria, con las mismas oportunidades para todos; con posibilidades de acceso a los ordenadores básicos de cualquier familia, de cualquier persona y de cualquier ciudadano, que en primer lugar necesita tener trabajo para que el seno familiar se ordene y tenga acceso a los derechos mínimos vitales y a su vez para que la escuela sea también un camino como lo ha sido en gran parte de nuestra tradición como sociedad.

Es un camino para la movilidad social ascendente, y acceder a mejores formas de vida, entonces lo que uno trata de alguna u otra manera es parar la pelota y decir: bueno, en esta situación extraordinaria no podemos pedirle más de lo que puede dar a la escuela y nosotros nos sentimos interpelados por esta realidad y estamos trabajando el doble porque para nosotros es desafiante, siempre estos momentos críticos habilitan grietas, puertas o ventanas para producir cambios, analizar y modificar lo que está pasando y una vez que pase, si las cosas se pueden cambiar que pase y sino no volver a una normalidad que debe ser modificada que sigue por una inercia que no permite que las cosas cambien.

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