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Las cadenas productivas de Entre Ríos dieron detalles de su situación

Los sectores productivos de la provincia expusieron sus distintas problemáticas y proyecciones durante la asamblea de la Unión Industrial de Entre Ríos. Expusieron sobre su situación, en medio del escenario que atraviesa el país.

Los sectores productivos de la provincia expusieron sus distintas problemáticas y proyecciones durante la Asamblea General de la Unión Industrial de Entre Ríos (UIER). En términos generales, coincidieron en destacar cómo se ven afectados por la suba de costos, la devaluación, la política de retenciones, el mercado recesivo y la falta de financiamiento.

En el marco de la reunión ampliada de la Unión Industrial de Entre Ríos (UIER) del pasado viernes 26 de abril, distintos representantes de las cadenas productivas con presencia en la provincia expusieron sobre cómo es el estado de situación, en medio del escenario crítico que atraviesa el país. Si bien cada uno, tiene sus particularidades, los sectores plantearon problemáticas similares.

En este sentido, la mayoría de las economías regionales advirtieron sobre los altos costos, fundamentalmente energéticos, que afectan la competitividad y la sustentabilidad misma de los establecimientos productivos. También cuestionaron cómo afectan las retenciones, la devaluación y la falta de financiamiento, ante un mercado recesivo y mercados externos que exigen ser competitivos.

Sector porcino

Sebastián Bouzada, de la Cámara de Productores Porcinos de Entre Ríos (Capper), señaló primeramente las dificultades que arrastran desde 2018, con los efectos de la sequía, la reforma tributaria y la devaluación. Todo ello desequilibró la estructura de costos, que esperan equilibrar siempre y cuando no se repitan saltos bruscos del tipo de cambio.
En este sentido, indicó que los precios del cerdo no acompañaron la suba de costos, impulsada por aumentos en la harina de soja, la energía eléctrica y productos veterinarios.

Un tema particular de la cadena es el que se produjo con la baja de la alícuota del IVA ventas de la carne de cerdo del 21% al 10,5%, que impactó negativamente en el sector generando saldos técnicos de IVA y resultan irrecuperables. Plantearon que esto se agrava ante inversiones, junto con las altas tasas de interés mantenidas durante los últimos meses.

Por otro lado, cuestionó la inestabilidad estructural que ofrece la traza vial provincial, problemática común a la mayoría de las cadenas agropecuarias.
A pesar de este contexto, expresó que proyectan un crecimiento del sector. Explican que el precio del cerdo se ha recuperado en los últimos meses y el consumo per capita aún se mantiene, impulsado también por la brecha de precios con respecto a las otras carnes. Independientemente del mercado interno, hay expectativas para vender carne de cerdo a otros países en medio de la situación sanitaria crítica de China.

Sector avícola

Por un lado, Sergio Roth, desde la mirada de los productores de huevos, planteó el decrecimiento de dicha producción en Entre Ríos con respecto al posicionamiento de Buenos Aires, por lo que sugirió medidas para reactivar el desarrollo del sector.

Por otro lado, recordó que en este mercado en particular se industrializa el 9% de la producción, mientras que el mercado externo apenas representa el 3%, lo que significa un desafío al cual avanzar. Sobre esto, indicó que el valor del cajón de huevo ha ido variando y no tiene relación con la exportación porque el producto es de mercado interno.
Asimismo, reclamó que el huevo no entró en la reducción del IVA del 21 al 10,5%, en el marco de la reforma tributaria que incluyó a otros productos. En este sentido, pidió nuevamente que se realicen las gestiones pertinentes para incluirlo.

Otro tema planteado fue la necesidad de seguir trabajando en la generación de un nuevo acuerdo laboral, cuya resolución contemple las voces de todos los actores de la cadena.
Finalmente, destacó que a través de la cámara que nuclea a los empresarios del sector están trabajando en lograr que el huevo en polvo o cáscara sea incluir en los programas de alimentación oficiales.

Por otro lado, Raúl Marsó habló desde la perspectiva de los frigoríficos de aves. Recordó como buena noticia que la gente va a seguir comiendo pollo, aunque señaló que el gran problema es saber si estos pollos serán los entrerrianos.
En este sentido, también planteó la necesidad de políticas para que la producción sea estable y creciente, además de seguir apostando por mejorar las exportaciones. Al respecto, cuestionó que “se perdió el ritmo de inversión” y esto impide “crecer al ritmo que necesitamos”.

Desde esta perspectiva, el sector solicita un plan para seguir creciendo y desarrollándose, aprovechando las oportunidades del mundo. En este sentido, advirtió por el atraso de competitividad, fundamentalmente por la carga impositiva y, especialmente, la falta de recuperación del IVA técnico.
Sobre este punto, planteó los altos costos que debe afrontar la avicultura. Fundamentalmente, cuestionó el aumento sostenido de la energía eléctrica que se aplicó en los últimos años. Si bien destacó la decisión de suspender los incrementos de este año, alertó por las dificultades de pequeñas granjas avícolas para hacer frente al pago de facturas.

Sector citrícola

Oscar Panartotti planteó la problemática de las retenciones que se volvieron a implementar en 2018 y representan un 11% del valor estimado de venta. Indicó al respecto que sale directamente de la rentabilidad del productor.
Por otro lado, señalaron la decisión de Nación de reducir los aportes patronales para las pymes a un grupo de productores primarios. Sin embargo, no todos están alcanzados, lo cual significa una desventaja ante los productores-empacadores que sí acceden.

En esta misma línea, también advirtieron sobre los fallos de reclamos laborales sin importar las causas que obligan a pagar grandes montos de indemnizaciones que hoy las empresas no pueden hacer frente.
También se planteó el problema de quienes tomaron deuda con un dólar a 20 pesos y se vieron afectados por la brusca devaluación. Esto ha dejado mal posicionadas a varias empresas para hacer frente a los compromisos asumidos, los cuales son en moneda extranjera.

En este sentido, además, se puso en evidencia que los bancos han retirado o disminuido el apoyo crediticio que brindan a las empresas.
Finalmente, se destacó que tras la sequía que afectó a productores de citrus en 2018, se espera un crecimiento del volumen este año.

Sector arrocero

Héctor Alonso puso en palabras cómo el sistema financiero le ha dado la espalda al pequeño y mediano productor y ha llevado al sector a una situación insostenible. Una vez cerrada esta campaña que ha sido muy difícil, dio cuenta que la perspectiva es a desaparecer.
En esta línea, consideró que tanto las pymes como el sistema de cooperativas está en serio riesgo por la presión tributaria y las altas tasas de financiación que sostiene el sistema y que va dejando pérdidas en el camino lo cual las lleva a un serio riesgo de quiebra.

Respecto de las retenciones, señaló que representan un 14% del margen exportado y que, a pesar de tener un 60% de valor agregado, pagan 4 pesos por cada dólar. Al respecto, puso en debate el impacto se produce también por los costos tercerizados de logística, que ya están gravados. Planteó que a mayor distancia del puerto, mayor impacto negativo en el margen del negocio, por lo que pidió medidas para revertir la inviabilidad del sistema.

Por otro lado, también alertó por los altos costos energéticos y la incidencia de los impuestos en el total de la factura. También cuestionó el costo de mantenimiento de capacidad instalada, estructura y distribución, por lo cual ha llevado que quienes tienen la posibilidad, trasladen la producción/elaboración a Corrientes, donde el costo de energía es más bajo.
Ante este panorama, hizo hincapié finalmente en que a pesar del apoyo de gobiernos para apertura de mercados, esto no ha podido capitalizarse por la falta de competitividad.

Sector maderero

Por su parte, Luciano Javier Guy fue concreto en relación a las demandas y planteó primeramente los costos energéticos. Sobre este punto, puntualizó que tres provincias competidoras tienen una diferencia del 40 o 50% con respecto al tema de la luz que deja fuera del mercado a Entre Ríos en la mayoría de los casos.

Por otro lado, destacó que salieron las primeras licitaciones para construir casas de manera. No obstante, cuestionó que las pymes madereras no están pudiendo acceder a las licitaciones por las trabas que se ponen con respecto a presentarse o tener experiencia constructiva previa. “Nos está limitando poder comenzar”, señaló.

Sector metalúrgico

Claudio Lambert, desde la perspectiva de los productores de remolques, alertó: “Estamos pasando un mal momento”. Recordó que en Entre Ríos se produce el 20% de la producción del país y que no tienen competencia con Brasil por el volumen de producción.
En esta línea, también analizó: “El cambio es favorable para nosotros, pero nos limita la retención que nos han puesto”. Por ello, planteó la dificultad de recuperar los mercados luego de tener un tipo de cambio atrasado por mucho tiempo.

“Falta de presencia en países limítrofes”, señaló. Sobre costos, indicó que el único proveedor de materia prima se maneja en dólares y se vende en pesos, por lo que no se saben si ganan o pierden.
Por otro lado, advirtió que en algunas ciudades de la provincia se están produciendo un “cambio de reglas” en materia impositiva que quitan competitividad, al eliminar las exenciones.

Sector lácteo

Celeste Valenti rememoró que “Entre Ríos es el 4% de la producción nacional de leche”. Sin embargo, ante la crisis, sostuvo: “Necesitamos el acompañamiento por parte del Estado”. Para que crezcan los tambos, aseguró que son necesarios mejores caminos e incentivos impositivos para tener más mano de obra.

En relación a este último punto, alertó sobre el problema de la informalidad. “Ha crecido mucho y necesitamos trabajar en conjunto para poder crecer”, expresó.
Por otro lado, destacó a las empresas que invierten en tecnología y sintetizó que en el contexto actual, resulta imperioso del sector lácteo nacional seguir creciendo y exportando.

Sector software

Por su parte, Agustín Arias reconoció el crecimiento en ventas durante 2018 que tuvo el sector y la apuesta permanente por realizar inversiones. Resaltó la importancia de tener una política para el desarrollo de software y planteó que están en debate modificaciones en la legislación a nivel nacional.
Por otro lado, deslizó críticas hacia las retenciones a las exportaciones que comenzaron a aplicarse meses atrás. Además, alertó que algunas actividades de empresas fueron alcanzadas por Ingresos Brutos. En este sentido, comparó las ventanas que brinda Santa Fe, por lo que planteó que las empresas van a elegir el lugar donde tengan menores costos.

Potencialidades

En relación a la conectividad móvil, señaló los problemas que persisten en algunos lugares de la provincia. Por ello, pidió pensar en las oportunidades y potencialidades que tiene Entre Ríos en la materia y la necesidad de continuar el desarrollo de la última milla en los municipios.
Sobre el Parque Tecnológico, recordó que hay un predio adquirido por las empresas y revalorizó la fundación del Cluster en la provincia para avanzar en políticas para el sector.
Finalmente, puso en valor la generación de trabajo que promueve el software y las oportunidades laborales que se abren para los jóvenes. Destacó al respecto el talento de los entrerrianos “para exportar conocimientos” y que “con pocas cosas” se puede mejorar.

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