El ex Diputado Nacional por la UCR no anduvo con rodeos: “Estamos al borde del precipicio, ya sobrepasamos lo que es una situación límite. Así no se puede seguir, necesitamos una batería de medidas para continuar en un rubro que viene muy castigado”.
Chemes, productor lechero de Nogoyá y vicepresidente primero de CRA (Confederaciones Rurales Argentinas), señaló que la situación que vive tambero es de “desesperación”. Agregó que la “gravedad y la profundidad de esta crisis que, aclara, no es nueva y que venimos arrastrando desde hace varios años, nos ha llevado a la situación de encontrarnos al borde del precipicio y con serios riesgos de caernos”.
Opinó que se llega a esta situación por “diagnósticos equivocados, también por una voluntad política donde se apunta a generar un cambio en la manera de hacer lechería en el país, pero para generar esos cambios tienen que estar las herramientas para tamberos que vienen soportando una serie de golpes que los han dejado casi fuera de combate”. El vice de CRA aseguró que se están tomando decisiones que afectan “seriamente al pequeño y mediano productor, con tamberos que están cerrando las tranqueras y abandonando una actividad que iniciaron sus mayores, dejando atrás una forma de vida”.
Destacó que no está claro qué “política lechera queremos “, si una para el “consumo interno, si queremos exportar, o ambas”. Lamentablemente en este punto “estamos completamente a la deriva y la decisión de no ayudar a una economía que requiere del apoyo del estado va a provocar que muchos productores queden en el camino”, acotando que el “número sería mayor a los que ya abandonaron la actividad”.
Señaló que no se ve una voluntad política de ayudar y si bien “nos hablan de la línea de crédito que otorga el Banco Nación, no todos los tamberos están en condiciones de acceder a ciertas y determinadas líneas financieras porque no es fácil ser sujeto de crédito en un banco, llenar toda la papelería y contar con los requisitos, que muchas veces no se tienen por la situación que estamos atravesando”.
Por otra parte denunció que se está “concentrando la actividad, algo peligroso para el desarrollo de la lechería en el interior del país, teniendo en cuenta que el pequeño y mediano productor es el que moviliza la economía de los pueblos y ciudades”.
Sobre la industria que procesa la leche, indicó que hay un “sector que no la está pasando bien”, aunque tiene un margen para pagar más de lo que está percibiendo en la actualidad u n “productor lechero que oscila entre los 6 y 6,20 pesos, más allá de algún tambo que se acerque a los 7 pesos el litro, contra un producto de los más baratos como los es la leche fluida que en góndola está a 20 pesos”.
Remarcó que el observatorio de la Cadena Láctea Argentina, informó que “tranquilamente se podría pagar hasta 8 pesos el litro, que en el volumen que produce un tambero, sea cual fuera la escala, es un número que se acerca un poco más a la realidad”.
Reconoció que cooperativas locales y a nivel nacional que industrializan la leche presentan “problemas monetarios, pero de todas maneras la industria está un poco mejor que el productor, porque siempre ha podido hacer ajuste de precios que terminaron cayendo en la espalda del tambero “.
Opinó que no se ha tomado, hasta el momento, la decisión de “institucionalizar el mercado lácteo con un precio de referencia que le otorgue un poco de transferencia a la comercialización. Es algo que venimos pidiendo desde hace tiempo, pero nunca se puso en práctica. Razón por la cual el sector siempre se movió en un ambiente anárquico con eslabones dominantes que tiene como protagonistas a la industria y el supermercadismo, quedándose con un margen que lo fueron ajustando a sus necesidades, cayendo todo el peso sobre el tambero”. Una brecha-, continúa, que “año a año se fue ampliando en detrimento del precio al productor”.
Aclaró que cuando habla de institucionalizar, lo hace con la idea de que estas “situaciones dominantes no se repitan, pero para eso se requiere de un estado presente en situaciones irregulares que puede llevar a la quiebra a miles de productores lecheros”.
Sobre los que han quedado en el camino, dijo que “no hay un número exacto, sabemos que en los últimos años han cerrado aproximadamente 1.000 tambos”, y acotó que “no se trata de medir la cantidad de tambos que desaparecieron sino la cantidad de vacas que salieron de producción, cuantos litros de leche menos hay debido a la menor cantidad de vacas en producción”. Según el dirigente rural y tambero” se producían 12.500 millones de litros por año y hoy, la producción ronda entre 9.500 y 10.000 millones. “Estos números muestran la caída de producción y sobre todo pensando que para abastecer el consumo interno hay que lograr entre 8.500 y 9.000 millones de litros de leche”.
Indicó que la suba del dólar no deja de ser “interesante para exportar”, pero a “nosotros, en el tambo, nos pega mal, debido a que la mayoría de los insumos-granos, combustibles, productos químicos, repuestos para las máquinas ordeñadoras – que utilizamos están dolarizados”. Y citó un dicho que es común entre los tamberos “Las vacas consumen dólares y dan pesos”.
Agregó que para “poder exportar tiene que darse un sobrante de leche que hoy no tenemos y en el caso de que se ponga en marcha la exportación, los resultados los vamos a ver, como muy rápido, en un año, y la realidad nos marca que el productor no tiene fondos para cubrir cheques emitidos en su momento”.
Consultado sobre las políticas en lechería que tienen países con una producción importante como Uruguay y Brasil indicó que se “trata de naciones que han hecho los deberes muy bien, razón por la cual tienen una cadena ordenada”.
Tanto el productor uruguayo como brasilero no tiene “grandes márgenes, sufren las crisis de precios internacionales, pero se mantienen y crecen porque cuentan con incentivos”. Es así que cuentan con “estabilidad, confiabilidad y previsibilidad, algo que en la Argentina es “difícil imaginar”, concluyó.
Fuente: EL DIA Gualeguaychú