El ex gobernador habló de economía y política. Anticipó que está construyendo un proyecto de gobierno con tres ejes: decencia, ética y compromiso con el bien común. Danilo Lima
Mario Armando Moine, ex intendente de Paraná (1987-1991) y ex gobernador de Entre Ríos (1991-1995), prefiere hablar del futuro más que del presente porque, argumenta, “la crisis la estamos viviendo tan intensamente que si gastamos el tiempo en quejarnos sería una lástima”.
Durante una entrevista con DOS FLORINES, sin embargo, las referencias a la actualidad fueron inevitables y Moine habló de la deuda externa, los posibles caminos para salir de la crisis económica, los números de la provincia, y, sobre todo, de dos temas que, a su juicio, deben debatirse ampliamente: la legislación laboral y el déficit del sistema previsional.
Se refirió, también, a un proyecto de gobierno que, por estos días, comenzó a armar con distintos actores de la provincia con la mira puesta en 2023. Decencia, ética y compromiso con el bien común, asegura, son los ejes centrales de ese programa.
La economía.
– Después del acuerdo con los bonistas, ¿cómo ve la economía argentina?
– Fue bueno que se haya alcanzado un acuerdo. Por supuesto, quienes están del lado del Gobierno lo ven como un muy buen acuerdo, y quienes están en la oposición dicen que se pagará en demasía y que se podría haber logrado un acuerdo mejor. A mí me parece importante haber terminado con la incertidumbre.
Ahora viene el Fondo Monetario Internacional, organismo al que le debemos 44 mil millones de dólares, y ahí vamos a tener dos problemas.
Primero, hasta qué año nos comprometemos, porque para los 65.000 millones de los acreedores privados hubo una ingeniería financiera a través de la cual se logró que en los primeros tres o cuatro años paguemos nada más que 4.000 millones de intereses –que podremos cumplir aun con esta crisis–, pero después, en 2026, empezaremos a amortizar la deuda hasta 2033/34. Entonces, en dónde, en qué plazo, vamos a meter esos 44 mil millones del FMI.
Segundo, el Fondo establece condicionamientos, y ahí vendrá una gran discusión. El FMI siempre pretende que el país ajuste y ahorre para que obtenga los excedentes necesarios para cumplir con los compromisos.
¿Cuáles son las dos exigencias más importantes que nos va a plantear? Una, la legislación laboral, y la otra, el sistema jubilatorio. Imagínese la discusión que vamos a tener.
La legislación laboral.
Moine cree que en materia de leyes laborales “debemos dejar de lado dogmas de hace 50 años y tener una legislación más elástica”, en particular para las minipymes.
– ¿Por qué?
– Las minipymes necesitan una legislación laboral elástica. Le doy un ejemplo: si abro una pequeña empresa, contrato dos empleados y mi capital es de 300 mil pesos, no puedo al año o año y medio tener algún problema que me signifique pagar las indemnizaciones de esos dos empleados, que serían unos 160 mil pesos.
– ¿Qué plantea entonces?
– Que haya una legislación laboral, similar a la de la construcción, en donde se aporta un plus especial, se tiene una libreta de desempleo, y el trabajador que es despedido recurre a ese fondo de desempleo.
Ahí sí las minipymes van a tomar empleados. Porque, hoy por hoy, nadie quiere tomar personal por el alto costo de las indemnizaciones.
– ¿Cómo se convence a los trabajadores, a los sindicatos, de que una flexibilización laboral es buena?
– La Argentina es un tren que, hasta hace unos días, iba a 80 km/h directamente a chocar contra una pared de concreto de 8 metros de espesor; ahora, después de este acuerdo por la deuda, va a 40 km/h; y luego, cuando acordemos con el Fondo, iremos a 20 km/h, pero igual vamos a chocar contra el paredón.
En los últimos dos o tres meses, toda la dirigencia sindical del sector privado aceptó disminuciones del 25% de los sueldos porque sabe que todas las empresas están golpeadas, y el Estado nacional, además, nos está ayudando con el 50%. De esa forma unas 300 mil empresas no quebraron y alrededor de un millón y medio de trabajadores argentinos no fueron despedidos. Si esos trabajadores hubiesen sido despedidos, no hubieran cobrado la indemnización.
– ¿Por qué?
– Porque no tenemos más margen. Porque nos hemos gastado todos los fondos de ahorro.
En Paraná hay, más o menos, 400 locales cerrados, que no es poco. El 60% de las empresas que no son del sector de la alimentación está trabajando al 25/30% y hasta abril o mayo del año que viene seguirán así. Están apenas salvando los costos.
Yo confío, ante esta situación en la que nos encontramos, que la dirigencia gremial comprenderá este problema porque tenemos una legislación muy dura.
El sistema previsional.
– ¿Cómo se resuelve el tema del déficit del sistema previsional?
– Yo voy a hablar de Entre Ríos. El talón de Aquiles de nuestra provincia, en estos momentos, es la Caja de Jubilaciones, que tiene un déficit cercano a los 100 millones de dólares y va a llegar, en los próximos dos o tres años, a los 120 millones de dólares.
Esto significa que la provincia es inviable económicamente. Por eso, más allá del Covid-19, está terminando de pagar los sueldos casi a fin de mes y le faltan dos cuotas del medio aguinaldo.
Si en Entre Ríos no buscamos una solución a la Caja de Jubilaciones vamos a seguir navegando en esta mediocridad.
– ¿Qué haría usted con la Caja?
– Mi propuesta es discutir abiertamente, con los gremios y con la sociedad, el sistema jubilatorio de la provincia. Lo digo para que razonemos, sin atacar a nadie ni ir en contra de los derechos de nadie.
¿Quiénes sostienen la actividad pública? Todos los que estamos en la actividad privada con los impuestos que pagamos las empresas, más el Inmobiliario, el Automotor, y demás.
¿A qué edad me jubilo yo? A los 65 años. ¿A qué edad se jubila mi señora? A los 62. ¿Por qué, entonces, los empleados públicos se pueden jubilar entre los 58 y 62 años? ¿Qué derechos los asiste?
Y si, eventualmente, ellos pasaran a jubilarse a los 62 y 65, qué derechos se les quitaría. Tan sólo se los igualaría con el resto de los entrerrianos, que, además, trabajan 45 horas semanales, mientras el empleado público trabaja 30.
Después están los regímenes especiales. En Salud, por ejemplo, el promedio se jubila a los 51/52 años porque es una actividad riesgosa, pero una enfermera que trabaja en un sanatorio privado se jubila a una edad mayor.
No puede haber regímenes especiales. Ahí estaríamos dando un paso importante.
Que quede claro: mi planteo no es agredir ni eliminar los derechos a los empleados públicos, pero ellos, que son sostenidos por nosotros, deben tener las mismas condiciones que el resto.
Mi idea es que todo esto lo sepa la gente, que los discutamos con todos los sectores económicos, los colegios profesionales, los gremios.
En Córdoba existe un tope máximo para las jubilaciones de 150.000 pesos, mientras en Entre Ríos hay algunas jubilaciones que rozan los 500.000 pesos. Y en el Poder Judicial el promedio de las jubilaciones es de 240.000 pesos.
En el país, el promedio de la jubilación es de 29.000 pesos los hombres y 22.000 las mujeres, y muchos cobran la mínima de 17.500 pesos, mientras en la administración pública entrerriana el promedio de las jubilaciones es de 58.500 pesos.
– ¿Alcanza elevar la edad jubilatoria para terminar con el déficit de la Caja?
– Hay que imitar a Córdoba y poner un tope. Yo renuncié al 40% de la jubilación y, ahora, con la nueva ley de emergencia de la provincia, cobro casi el 50% menos de lo que cobraba. De 277.000 pesos pasé a 148.000. Yo tuve ese gesto por solidaridad y eso me da cierta tranquilidad de conciencia. Pero, además, porque fui gobernador de Entre Ríos por el peronismo, y el peronismo se ha identificado con los más humildes. Y como intendente de Paraná conocí hasta el último rancho y la miseria de mi ciudad.
La salida de la crisis.
Moine, en otro orden, está convencido de que para salir de la durísima crisis económica que atraviesa el país el camino son las exportaciones y no el deprimido mercado interno.
– ¿Mercado interno o exportación?
– La Argentina no va a salir de la crisis con el consumo interno. Y no lo hará por ese camino porque los sueldos están deprimidos y porque el nivel de desocupación ha crecido bastante.
Tenemos, entonces, que mirar la exportación, vamos a salir por las exportaciones. Estamos en 65 mil millones de dólares y tenemos que pasar, en dos años, a 120 mil millones.
– ¿Cómo?
– Con reintegros. No con devaluación porque aumentan los precios. Le pongo un ejemplo: si un empresario exporta por un valor de 5 millones, sigue pagando impuestos por ese monto, pero si supera esa cifra, de lo que exporte por encima de esos 5 millones habría que reintegrarle entre un 10 y un 15%.
Si hacemos eso lograremos un brutal aumento en las exportaciones y la máquina para alcanzar ese objetivo es el agro.
Entendamos al agro y dejemos de meterle la mano en el bolsillo. El agro debe ser el primer motor para que nuestra Argentina empiece a caminar.
La política.
– ¿Piensa en volver a la política?
– Yo estoy detrás de un proyecto de gobierno y lo estoy charlando con empresarios, economistas, abogados que conocen cómo funciona el sistema judicial de la provincia, con dos o tres personas que estuvieron al frente del Consejo General de Educación. Vamos detrás de un proyecto, no de un hombre.
En todos estos años, el nivel de corrupción que se instaló en parte del funcionariado, por mil razones, hace que necesitemos ser fundacionales en algunos conceptos. El programa tiene tres ejes: decencia, ética y compromiso con el bien común. Y esto va a ser lo fundacional.
– ¿Le gustaría ser de nuevo gobernador?
– No, no porque ya no tengo edad para ser gobernador. Pero sí tengo, y permítame decirlo porque es un pequeño orgullo, experiencia en la administración pública municipal y provincial.
Cuando decidí ingresar a la política, Los Hermanitos facturaba 40 millones de dólares y teníamos 350 empleados lo que me dio una buena preparación desde el punto de vista administrativo.
Los Hermanitos.
Moine, sobre el final de la entrevista con DOS FLORINES, contó a manera de anécdota un dilema que enfrentó su familia cuando decidieron vender la cadena de supermercados.
“Es la primera vez que lo cuento: cuando vendimos Los Hermanitos en 10 millones de dólares nos plateamos qué hacíamos con ese dinero, en qué lo invertíamos. Podíamos colocar esa plata en plazos fijos, pero está demostrado que en la Argentina inflacionaria si se pone plata en plazos fijos se termina perdiendo. Uno de mis hermanos, en aquel momento, me propuso sacar la plata afuera y yo le respondí que no. ‘Julio, yo fui gobernador de Entre Ríos y me daría vergüenza que en algún momento se sepa que los Moine sacamos la plata del país’, le contesté”, recordó el ex gobernador.
Eran los tiempos en que el ex ministro Domingo Cavallo “nos aconsejaba estar en pesos y después descubrimos que él tenía la plata en el exterior”.
“En el grupo familiar compramos títulos argentinos, títulos de provincias y acciones argentinas. Vino la debacle de De la Rúa y de los 10 millones de dólares, después de tres años, quedamos con 6 millones. Perdimos 4 millones de dólares por confiar en nuestro país”.
– A propósito de su actividad empresaria actual, ¿cómo está la situación de su hotel en medio de la pandemia?
– Del hotel hace cinco meses que no puedo sacar un peso. Estamos perdiendo entre 600.000 y 700.000 pesos por mes, aguantamos, y veremos qué hacemos: si cerramos por un año o definitivamente.