El empresario avícola cree que cambiar la matriz energética podría ser beneficioso para su grupo y el sector, “pero debe existir una propuesta integral”.
Cuando el empresario avícola Héctor Motta recibió el informe de Dos Florines, una semana atrás, donde se describía la oferta que Jorge González, el presidente de Enersa, le hizo al sector arrocero provincial para disminuir los costos a partir de modificar la matriz energética e incorporar energía solar y de ese modo no tener que emigrar a Corrientes, le envió un mensaje preguntándole si el esquema podría aplicarse a la avicultura.
De ese modo, Motta expresó su interés ya que considera que el esquema de complementar energía eléctrica con energía solar podría optimizar el recurso intensivo que su grupo necesita para funcionar. Pero también cree que toda la cadena podría incorporar el concepto y de ese modo, si el esquema funciona, potenciar la principal actividad agroindustrial de la provincia.
“Le expresé a González que estamos dispuestos a escuchar de qué se trata la propuesta para nuestra empresa, y si bien creo que podría funcionar en todo el sector no soy yo quien debe convocar a las otras empresas, a los integrados, proveedores y demás. Sin embargo, si el Estado decide hacer una propuesta, ésta debe ser seria e integral que incluya un trabajo de relevamiento, la presencia del CFI con créditos competitivos y de esa manera seducirlos. De mi parte sólo puedo hablar del interés de nuestras empresas y estudiar el tema”, explicó el titular del complejo ubicado en Racedo y que recientemente visitara el presidente Alberto Fernández.
Cobise.
El interés de Grupo Motta se enfoca en que actualmente, más allá de la inversión de unos 20 millones de dólares que realiza en Calisa II -ubicada en Racedo- que le permitirá incrementar un 50% de su capacidad de faena, están desplegando otra inversión no menos importantes en la ciudad de Conscripto Bernardi, en el norte provincial.
En materia productiva el Complejo permitirá lograr la mejor calidad, mayores volúmenes y valor agregado para apuntalar el crecimiento y mejora de la cadena productiva de carne aviar para el mercado interno y externo.
Se trata de una nueva planta de bioseguridad -que se suma a la existente- que se emplaza en una superficie de 570 hectáreas de bosque nativo, que funciona como un protector natural contra enfermedades, donde se alojarán aves pesadas de pedigree y que en complemento con la tecnología de punta mejoran los procesos genéticos.
Allí Motta levanta galpones muy importantes que servirían de base para la contención de las placas que reconvierten los rayos solares en energía.
“Partimos de la base que nosotros vamos a tener en un futuro alrededor de 50 mil metros cubiertos de techo de galpones nuevos en Conscripto Bernardi, en Cobise II. Estamos hablando que sólo cada galpón tiene 16 metros por 150 metros”, expresó el empresario. En este sentido, describió que Cobise sería una buena plataforma para pensar en invertir en este esquema ya que son galpones muy fuertes, con estructuras de hierro en alma llena y están pensado para durar para siempre. La tecnología solar se utiliza en todo el mundo, y por qué no pensar en avanzar hacia allí, pero insistió en que debería haber créditos con facilidades, asistencia y demás estímulos para empezar a reconvertir la alimentación de las empresas y hacer la provincia más competitiva”.
Dos Florines