La subsecretaría de Agricultura Familiar de la Nación, Yanina Settembrino, sostuvo que en la Argentina la brecha de género en el sector agropecuario es más amplia que en otros países de la región, incluso teniendo en cuenta el acceso a la tierra, maquinaria, tecnología y asistencia técnica para producir.
De acuerdo con los últimos datos relevados por el Registro Nacional de la Agricultura Familiar (Renaf), el 50 % de la mano de obra en los núcleos familiares de la ruralidad tiene condiciones de informalidad. Asimismo, sólo el 10% de esos núcleos identifican a mujeres como referentes.
“Esta situación pone a las mujeres en condiciones de vulnerabilidad y de dificultad, por lo cual, desde esta gestión entendemos que el Estado es responsable de cerrar estas brechas, generando proyectos que fomenten espacios de igualdad de derecho”, expreso Settembrino en dialogo con Télam.
El programa “En nuestra manos” se lanzó el 15 octubre del 2020 por el Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca de la Nación y la Dirección de Género e Igualdad del Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca, encabezada por la titular, Deolinda Carrizo.
El programa no solamente es una política de género o sectorial sino que se trata de un plan para el Desarrollo Agropecuario de la Argentina. “El mismo implica producir mayor cantidad de alimentos de calidad, en un modelo agropecuario más justo y beneficioso para la población en general”, sostuvo la funcionaria.
En este sentido, la referente destaca el rol de las mujeres no sólo en tareas reproductivas del hogar sino también productivas. Por lo cual, el plan apunta a mostrar que en todos los procesos productivos participan las mujeres agropecuarias.
“Esta propuesta resulta fundamental para el desarrollo de políticas públicas que visibilicen el rol de las mujeres en la producción, mucho más en el mundo agropecuario, donde predomina la presencia de los varones”, añadió.
Actualmente el plan financia 182 proyectos que abarcan 2.500 mujeres de manera directa y se articula con el Ministerio de Géneros e Igualdad de la Nación, el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA), el Senasa y la Dirección General de Programas y Proyectos Sectoriales y Especiales.
El plan ofrece herramientas para impulsar proyectos propios pero además garantiza alojamiento, contención e ingresos para aquellas que sufren violencia en sus hogares, para ofrecerles autonomía a las mujeres del sector.
“Con estas acciones garantizamos que estas mujeres tengan una continuidad laboral y recuperen su autonomía económica para llevar una vida libre de violencias”, afirmó la funcionaria nacional.