“¿El campo seguirá siendo un convidado de piedra?”, se pregunta el grupo denominado Radicales por la Producción y el Trabajo.
El grupo de militantes de la Unión Cívica Radical (UCR) denominado Radicales por la Producción y el Trabajo emitió un nuevo documento en donde expresa dudas respecto de que el recientemente creado Consejo Agroindustrial Argentino (CAA) tenga en cuenta al sector agropecuario. Es más: “Nada se le ofrece. No se habla en ningún momento de eliminar o bajar las retenciones, que es esencial para motivar al productor a arriesgar su capital en la producción, en incrementar el área de siembra, e invertir en mejores insumos, tecnología, renovando equipos y herramientas”, remarcan los radicales.
El nucleamiento –integrado en su mayoría por miembros de comisiones técnico-políticas de la UCR– observó que en las reuniones que el CAA mantuvo con el presidente Alberto Fernández, la vice Cristina Kirchner y el diputado Sergio Massa no hubo representantes de la Mesa de Enlace, aunque hace a salvedad de que la Sociedad Rural Argentina (SRA) manifestó sus reparos y decidió no integrarlo.
Preocupación.
“Hay una gran preocupación en el sector productivo, ya que por lo que se observa, hasta ahora, en absoluto (el CAA) lo estaría beneficiando”, se subraya en el documento. El panorama, añade el texto, “es para nada alentador” porque “no se observa que desde este CAA se lo tenga en cuenta a este sector”.
Para los radicales, “daría la impresión de que solamente se querría mantener el nivel de producción primaria, con la misma presión tributaria y facilitar que el sector industrial procese aquélla, y luego la exporte. No nos oponemos a que la industria agregue valor a la producción, pero ello no puede serlo a costa del productor rural. Este sector es el más dinámico de la economía. Es el único que, en seis meses, está en condiciones de poner, en el puerto, una producción de calidad que permite el ingreso de los tan ansiados dólares que el país necesita. El anuncio, con mucho ruido de la creación de este CAA, en nada beneficiaría, hasta ahora, al productor rural. Es más, sólo lo estaría perjudicando”, se enfatiza en el documento.
Tras recordar que el productor agropecuario, no sólo con la producción agrícola, sino con la ganadera y con la proveniente de las economías regionales, “inyecta permanentemente valor agregado, con genética y tecnología del conocimiento, con investigadores y profesionales que muy pocos sectores pueden mostrar”, los radicales sostienen que con “el accionar de este CAA el sector industrial lograría algunas ventajas, a las que el productor no se opone. Está bien que así sea, pero en absoluto lo debe lograr a costa del sector productivo. Éste necesita incentivos, como lo es la baja en las retenciones, créditos accesibles, tanto para capital de trabajo, como de inversión en tecnología y equipamiento”.
“Es esto lo que nos lleva a sostener que el accionar y finalidad de este CAA no representa los intereses y necesidades del productor rural y de las economías regionales”; por el contrario, los radicales advierten que “es una amenaza latente, que puede, más bien, significar un perjuicio”.
Proponen, en este sentido, que “este proyecto sea analizado, sin mezquindades, convocando a todos los sectores: productores y entidades que los agrupan, industriales, exportadores, partidos políticos, gremios y todos los participantes de esta cadena. Establecer reglas de juego claras y distribución equitativa de los recursos y esfuerzos de cada uno de los actores”.