El jueves santo toda la iglesia recuerda la última cena, y nosotros desde acá haremos lo que se nos pide desde el arzobispado todo muy escueto porque para cuidarnos debemos quedarnos en casa.
Tratamos de tocar la campana todos los días a las doce para recordar que tenemos que rezar para pedirle a dios que nos ayude porque a todos se nos está haciendo complicado.
Es lo que nos toca y hay que tratar de llevarlo con la mayor entereza y gracia de dios.
Dios está con nosotros, nos está buscando y esperando siempre. Dios no quiere el mal pero permite algunas cosas para que nosotros aprendamos y ojala lo hagamos, quiero alentar a toda la gente de Seguí a no bajar los brazos porque se vendrán tiempos difíciles, pero el señor nos ayudara no nos abandonara. Pidamos por salud, cuidemos a nuestros mayores, hagamos caso, seamos obedientes, les dejo mi bendición.