Tras la errática decisión tomada con el frigorífico de Seguí y la valoración positiva que tuvo el “Protocolo Bahl” se piensa en cuidar la industria provincial. Gustavo Sánchez Romero
En menos de una semana se encadenaron dos hechos que -aunque parezca paradójico 120 días después de iniciada la cuarentena- encendieron las alarmas de todos en cuanto a las derivaciones que podrían generarse si el virus “entra a las industrias” denominadas esenciales y se desplliegan contagios en distintas áreas o departamentos.
El viernes 10 de julio la Municipalidad de Seguí decidió inhabilitar por 15 días a la planta procesadora de carne de cerdos Pondesur, ubicada en su ejido, ante la aparición de un caso de covid 19. Según lo que informó la empresa, se trataba de una empleada administrativa residente en Paraná -contagiada por su suegro- que no había tenido contacto con el resto del personal del frigorífico.
Aun así, la Comuna decidió el cierre preventivo y la empresa -un joint venture entre los Bouzada y dos cooperativas de la región- se puso a trabajar con el Senasa y el INTA en la rápida elaboración de un protocolo especial para volver a trabajar y no quedar paralizado tanto tiempo.
Resultó paradójico que ni desde el Estado ni desde las entidades empresarias reaccionaron ante la medida extrema, por lo que era dable inferir que tal decisión sería avalada por la esfera pública y privada.
Quienes si lo advirtieron fueron las autoridades de la Municipalidad de Paraná y de Asempi (Asociación de Empresas del Parque Industrial) de Paraná -cuyos industriales integran la mesa directiva de otras entidades empresarias provinciales tales como la UIER y el CEER-, quienes se encontraron el lunes mismo a debatir y consensuar un protocolo especial ante la eventualidad que un caso de Covid-19 llegue a una industria local y se pueda reactivar la empresa sin necesidad de aplicar un confinamiento tan severo que, en principio, no tiene demasiado fundamentos.
Vale recordar que en marzo, a las pocas horas del comienzo de la cuarentena, las empresas del Parque Industrial Manuel Belgrano se vieron sometidas a una ola de fake news donde se las denunciaba por obligar a trabajo sin medidas de seguridad o imponiendo horas extras a trabajadores, lo que obligó a las autoridades a emitir una solicitada describiendo las normativas y las medidas de seguridad impuestas.
Eso empujó a que también al intendente Adán Bahl como a el ministro Juan José Bahillo y el gobernador Gustavo Bordet a salieran en respaldo de los industriales que se veían falsamente denunciados.
Leading case.
El jueves, apenas seis días después de la experiencia Pondesur, un nuevo caso de Covid 19 se presentó en una industria local. Se trató de un trabajador de Cartocor, una gran industria de packaging de uno de los monstruos del mercado nacional. Allí se procedió a aplicar el nuevo protocolo consensuado con la Comuna que permitió en poco más de 12 horas sanitizar la planta, volver a brindar todas las seguridades sanitarias y reactivar plenamente el proceso productivo.
Esto generó el beneplácito de los industriales que reconocieron las ventajas del esquema y quitaron presión a quienes toman las decisiones.
Estos dos casos impulsaron a que el ministro de Producción, Turismo y Desarrollo Económico de la provincia, Juan José Bahillo, convocara a los empresarios nucleados en la Unión Industrial de Entre Ríos (UIER) para este lunes, a las 12, a un encuentro a través de una plataforma virtual para abordar los pasos y procedimientos contemplados en un plan de contingencia que deberán considerarse ante la presentación de un caso en las industrias de la provincia.
En principio se cree que este será el tema central de la reunión en virtud de la necesidad de contar con protocolos preventivos ante el crecimiento de casos en Entre Ríos.
Es de esperar que de allí surja un esquema unificado provincial que pueda ser utilizado ante cualquier eventual aparición y no sea necesario entrar en pánico y recuperar la funcionalidad a las pocas horas de su detección.
Fuente Dos florines