Eugenia Delorenzi
redaccion-er@miradorprovincial.com
Hoy, tras tantos años de lucha y reivindicación de los derechos del colectivo LGBTIQ+, es necesario reafirmar y subrayar que todo se trata de Derechos, de Igualdad y de Libertad. Se trata de reivindicar el ser y el sentir. Que ante los ojos de la Ley, y de la sociedad, todas las personas seamos consideradas como tales; que ante la Ley y la sociedad seamos respetadxs, escuchadxs y nunca más olvidadxs.
En este sentido es que las personas pueden elegir con libertad y tener el respaldo de la Ley de Identidad de Género (26.743) que les brinde esa respuesta que necesitan: una identidad conforme a lo que unx es.
Este es el caso de Princesa. Es una persona que siempre supo que no podía responder al binarismo de hombre o mujer; que nunca encontró que alguna de esas identidades le perteneciera. Por el contrario, se autopercibe como Queer (que, para lxs nuevitxs, representa la Q de lgbtiQ+) y se relaciona con una identidad sexual o de género que no corresponde a las ideas establecidas de sexualidad y género.
Es por ello que cambió su nombre a Princesa y se le asigna un guión (-) en la categoría sexo tanto del Acta de Nacimiento como del DNI.
Cambio
En una entrevista con MIRADOR ENTRE RÍOS, Princesa habló sobre su vida y este cambio en los documentos que marcará indudablemente un precedente en Entre Ríos en materia de Identidad.
Princesa Franco Leonel Echevarría tiene 23 años, es de Rosario del Tala. Nació y creció allí. Es maquilladora y casi que ‘influencer’ en lo que respecta al maquillaje de un estilo más extravagante si se quiere. Su Instagram es Princessmkup y tiene más de 3.000 seguidores. De allí que la noticia del cambio en su identidad tuvo mucha repercusión y Princesa se vio rodeada de mensajes de apoyo, celebración y acompañamiento en su decisión.
Tuvo una vida buscando su identidad y hoy, la tiene en sus manos.
–¿Cómo comenzaste a tramitar el cambio en la documentación?
–Al DNI lo empecé a tramitar en diciembre del año pasado. Me comentó un amigo mientras yo estaba trabajando en el resto-bar donde trabajo, que ya había un caso en Mendoza de una persona que se había hecho el DNI no binario y ahí me di cuenta que así era como me iba a sentir mejor identificadx. Después de tener ese DNI que era lo que yo quería porque no me estoy definiendo ni mujer ni hombre, porque no es como me autopercibo.
Ahora tengo nueva partida de nacimiento que me entregaron en el Registro Civil hace dos semanas ya que aceptaron la extracción del sexo del DNI en la partida nueva, y el viernes pasado hice el trámite de DNI donde hicimos la foto, la huella, la firma y eso; y tengo que esperar 15 días y ahí me van a avisar, porque me dijeron que existe la posibilidad de que por ser una cuestión del sistema, que es binario, y puede que no tenga la rayita (-) en el sexo y tenga F o M el documento entonces lo tendrían que volver a mandar a modificar. Pero todo sería por una cuestión del sistema automatizado que responde al sistema binario, pero puede que no, que directamente me lo manden como lo quiero.
–¿Te ayudó el apoyo familiar?
–Sí, mi familia siempre me acompañó y apoyó. Por así decirlo y usando la típica frase ‘salí del clóset’ a los 18 años y recibí el apoyo de mi familia. Fue un proceso que ellos tuvieron que entenderme a mí y yo a ellos porque es algo nuevo, pero siempre tuve una buena contención, siempre me apoyaron. Hasta el día de hoy vivo con mis papás y tengo la mejor relación y ellos están sumamente felices por todo lo que me está pasando.
Digamos que el Princesa me lo puso mi papá. Es como un nombre que usaba acá entre familia casi que en forma de chiste y fue como que así dije: me voy a llamar así, y sin renegar de mis nombres masculinos que son los que ellos me eligieron que por eso también decidí dejarlos y tener esta composición binaria si se quiere con nombre femenino y nombre masculino.
Derechos
“Si puedo ayudar a alguien a que se anime: para mí, misión cumplida”, asegura Princesa.
Más allá de la buena noticia que se relaciona con poder lograr la identidad que va de la mano con la autopercepción, no sólo significó este hecho una nueva vida para Princesa, sino en general, nueva conquista de derechos para la diversidad.
Respecto de esta conquista social, Princesa señaló: “Yo sinceramente lo hice por una cuestión mía personal, porque lo quise para mí, y me pareció algo que yo quería. Después, cuando pasó que se dio y todo el mundo empezó a enterarse y a tener repercusión un poco de cosa me dio porque no me lo esperaba. Yo sabía que ya había habido otro caso en Mendoza y yo no iba a ser el primero. Pero claro, soy el primer caso en Entre Ríos y eso hizo el boom en la provincia”, explicó.
“Al principio tuve un poco de miedo pero después entendí que podía aprovechar esta oportunidad y poder dejar un mensaje: si a alguien le sirve o lo toma como ejemplo –no me creo ejemplo de nada– pero la verdad es que lo que hice, y si a alguien le sirve para animarse a vivir la vida, a animarse a ser quienes son, no reprimirse, no callarse, ya eso para mí es un montón. Si puedo ayudar a alguien a que se anime: para mí, misión cumplida”, aseveró.
En cuanto a incentivar a otras personas a hacerlo Princesa indicó: “Es un proceso sumamente fácil en cuanto a temas papeles. No es algo tedioso. Yo presenté una vez el escrito y ya para la segunda vez me notificaron del Registro que lo habían aprobado, así que no es difícil de hacerlo. Si es mayor lo puede hacer solo. Si es menor tiene que hacerlo acompañado de un abogado. Si hay alguien que lo quiera hacer que se anime y lo haga”, alentó.
Imagen
–¿Qué te significó a vos este cambio en la documentación?
–Es raro, porque la Princess como me conocen acá, soy hace un montón. Ahora tengo un papel, un DNI, o sea que es algo real que soy “la Princess”, pero no es que a partir de ahora con DNI es que soy la Princess, lo fui siempre y toda la gente que me conoce, hace rato me conoce así, entonces por eso tal vez es que no noto la diferencia. Pero cuando tenga mi DNI y tenga que presentarlo quizás lo note. O como me pasó en Uruguay que fui una vez a sacar pasaje y me dicen: ¿no hiciste el cambio todavía? Y yo pensé: ¿qué cambio? Porque claro, fui a sacar el pasaje con un rodete alto, unos aros tremendos, unos tacos, cartera y cuando saltan en la compu mis datos me preguntó. Quizás ahora cuando lo presente me va a empezar a caer la ficha”.
–¿Cómo describirías tu vida en base a la búsqueda de la identidad?
–Desde mi infancia yo viví mi vida pensando que era un chico gay afeminado, y a raíz de eso que ‘se me notaba’ por así decirlo, recibí bullying más que nada desde que empecé la secundaria.
De todas formas desde el jardín de cuatro años y en la primaria a mi mamá ya le daban en los partes escolares en los que decían que yo tenía comportamientos como de jugar en las casitas de las mujeres, y de ahí en adelante todo, siempre fui así.
En cuanto a la sociedad en general en Tala, a mí siempre me importó muy poco lo que pensaran. Pero sí he tenido casos de discriminación, insultos, burlas pero nunca me generó nada, nunca me importó. Siempre mostré esta imagen, la imagen más femenina, siempre arreglada, siempre peinada, siempre maquillada, aros, pelos más largos, todo lo que quise ponerme me lo puse, lo que quise hacer lo hice y nunca me importó lo que puedan llegar a opinar o decir.
–¿Creés que eso ha ido cambiando?
–Creo que se está deconstruyendo un montón. El año pasado junto al colectivo LGBTIQ+ de Rosario del Tala hicimos la primera marcha del Orgullo en Rosario del Tala y tuvimos mucho apoyo en cuanto al municipio y todo, y son como pequeños pasos que vamos dando y van sumando”.