En la antesala de las elecciones presidenciales del 27-O y del potencial recambio de diciembre en la Casa Rosada, las provincias ribereñas profundizan su reclamo en pos de poder participar del contrato y control de la estratégica hidrovía Paraná – Paraguay, cuya concesión vence en 2021.
Hasta el momento la concesión es celebrada entre el Gobierno nacional y la empresa en cuestión (en la actualidad es Hidrovía SA, desde 1995), y no participan las provincias.
Pero los gobernadores apuestan a tener un rol más activo en esa operatoria, dada la importancia que tiene en sus propias economías regionales este canal de navegación que une el sur de Brasil, Paraguay, Bolivia, Uruguay y Argentina (puntualmente Formosa, Corrientes, Misiones, Chaco, Entre Ríos, Santa Fe y la provincia de Buenos Aires).
Ya sobre el final de su mandato, el Gobierno de Mauricio Macri no presentó aún los pliegos de licitación, y la mirada está puesta en la Presidencia que viene (los distritos peronistas apuestan a un guiño de Alberto Fernández), frente a la aspiración de las provincias de participar tanto de la confección de los pliegos licitatorios como de un posterior comité de administración.
El planteo, de hecho, fue analizado días atrás en el marco de una reunión del Foro Federal Permanente de Fiscalías de Estado de Argentina, que se desarrolló en la ciudad de Ushuaia.
“Lo que sostenemos es que a partir de la reforma de 1994, donde se reconoció que los recursos naturales son del dominio originario de las provincias, éstas no pueden quedar fuera del dragado, porque la obra se realiza sobre el dominio de las provincias, que es el lecho de los ríos”, señaló a Ambito Financiero el Fiscal de Estado de Entre Ríos, Julio Rodríguez Signes.
En paralelo a esa mirada “desde el punto de vista jurídico”, además -remarcó- “desde lo político-económico, la hidrovía es un canal por donde pasan las exportaciones y las importaciones del país”.
Por eso hizo hincapié -desde la provincia que gobierna el ya reelecto peronista Gustavo Bordet- que las provincias ribereñas del Paraná “no pueden estar afuera”:
* del contrato de concesión (“Queremos participar del contrato y saber, por caso, cuáles son las profundidades de dragado; a Entre Ríos le importa que lleguemos a 34 pies de profundidad hasta Diamante”, dijo) y
* del gobierno de la hidrovía (respecto de cómo se administra ese contrato y cuáles son las condiciones de navegación, entre otros ejes).
“Entendemos que las provincias no pueden estar ajenas a ese contrato y al gobierno de la hidrovía”, enfatizó Rodríguez Signes, y bregó por “lograr la profundización del canal de navegación a 34 pies de profundidad hacia el norte del puerto de Rosario, para beneficiar a todos los productores exportadores y a todas las pequeñas y medianas empresas agropecuarias e industriales del interior del pais”.
Según el Comité Intergubernamental Hidrovía Paraguay-Paraná, a través de la hidrovía y su infraestructura se encamina, principalmente, la comercialización internacional de la producción de granos y derivados agroindustriales de la Argentina, Paraguay, Bolivia y parte de la producción del Estado brasileño de Mato Grosso.
Bermejo
En la reunión de Fiscales de Estado de Ushuaia además se avanzó, junto con las provincias de Santiago del Estero, Salta y Tucumán, en la iniciativa de pedir que se concrete finalmente la canalización del río Bermejo, a la que consideran estratégica.
“Integrándola a la hidrovía, tenemos una via logística de primer nivel en el mundo, de menor costo que el camión y también que el tren incluso, y que integraría a todas estas provincias: las ribereñas de la hidrovía y las ribereñas del Bermejo”, enfatizó el Fiscal de Estado entrerriano.
Pero además -afirman- trabajan en un planteo sobre otras cinco hidrovías del país, hoy no sujetas a concesión, pero de importancia clave para la navegación, el riego y la producción de energía: la citada del Bermejo, la del Alto Paraná (pasa por Misiones y se une a Brasil), la del río Uruguay, la mediterránea (Córdoba) y la del Río Negro.
Fuente: Ámbito