Estos cambios se suman a los que ya se habían aprobado para los trabajadores en relación de dependencia.
La modificación de los impuestos a las Ganancias y a los Bienes Personales, que establece medidas de incentivo de carácter tributario, comenzó a regir hoy a través de su publicación en el Boletín Oficial. La normativa -que también modifica el impuesto sobre los Bienes Personales- fue aprobada el 2 de julio por la Cámara de Diputados, el 15 de julio tuvo la sanción definitiva del Senado y este miércoles fue promulgada por el Gobierno.
La Ley 27.638 exime de Ganancias a los intereses de los depósitos en pesos con cláusula de ajuste (por ejemplo, plazos fijos UVAs) y del rendimiento de las colocaciones en instrumentos emitidos en moneda nacional, destinados a fomentar la inversión productiva. Estos cambios se suman a los que ya se habían aprobado para los trabajadores en relación de dependencia, ya que se elevó el mínimo no imponible a quienes ganen más de $150.000 mensuales.
En cuanto a los Bienes Personales, la iniciativa contempla la la exención para las obligaciones negociables emitidas por empresas argentinas, los instrumentos emitidos en moneda nacional destinados a inversión productiva y la participación en fondos comunes de inversión y fideicomisos financieros, cuyo activo subyacente principal esté integrado, como mínimo, en un 75%.
No se tendrá por cumplido ese 75% “si se produjera una modificación en la composición de los depósitos y bienes allí citados que los disminuyera por debajo de ese porcentaje, durante un período continuo o discontinuo de, como mínimo, 30 días en un año calendario o el equivalente a la proporción de días considerando el momento de ingreso al patrimonio de las cuotapartes o certificados de participación o valores representativos de deuda fiduciaria hasta el 31 de diciembre”, según el texto aprobado por el Congreso.
La modificación a ambos impuestos fue impulsada por el Gobierno, que mandó un proyecto de ley al Congreso en octubre de 2020 para incorporar de nuevas exenciones, con vigencia a partir del período fiscal 2021, con el objetivo de incentivar mediante la política fiscal las inversiones en moneda nacional.